Maximiliano Olivera, con la copa que soñó: “pero nunca imaginé que pasaría así”
-El final fue una locura. Lo soñé mucho pero nunca imaginé que iba a pasar así. No podía creerlo. No tanto por haber hecho un gol sino por haber hecho el gol que pudimos festejar con este grupo que, la verdad, se lo merece y con mis familiares y la gente: Ni bien terminó el partido, lo primero que hice fue abrazarme con Guzmán, con Riolfo, con Santiago Martínez, que estábamos ahí en la mitad de la cancha. Nos abrazamos, nos tiramos al piso y cuando nos levantamos ya había ochocientas personas adentro de la cancha, ya no sabíamos ni a quién abrazábamos. Fue una locura muy linda. Se nos caían las lágrimas a todos, porque no podíamos creer lo que estábamos viviendo.
Festejamos mucho en la cancha. Después fuimos a vestuarios, nos bañamos, nos sacamos fotos con la copa, subimos al ómnibus y como teníamos que esperar para salir del estadio nos subimos al techo y festejamos arriba del ómnibus, cantando con la gente. Estuvo muy lindo.
Después en el viaje para acá con la caravana festejamos mucho en el ómnibus hasta que se hizo largo el viaje y descansamos un poco, tranquilos, escuchando música, pero al llegar, la hinchada estaba esperándonos abajo, ahí en el Viera, un recibimiento impresionante y nos pusimos a cantar. Entramos al Viera con toda la gente cantando. Ya era de noche y seguíamos festejando.
Algunos hinchas y también familiares me comentaron que fue muy lindo que se haya dado justo ahí, en Florida, por la gente de ahí, por el buen clima del interior, la gente de Florida es muy cálida, todos festejando y aplaudiendo a Wanderers. Y la hinchada de Wanderers es de muchas generaciones. Yo miraba las fotos y eran niños con sus padres y sus abuelos festejando y después, cuando llegué al Viera, un señor me abrazó, me pidió una foto y me dijo: “hace más de sesenta años que vengo a ver a Wanderers todos los fines de semana”. Me agradeció y la verdad que eso fue impresionante.
“LA FINAL QUE SE NOS VIENE, MÁS IMPORTANTE QUE ESTO”
-¿Es verdad que ya en el ómnibus de vuelta empezaron a hablar de concentrarse en la final con Danubio?
-Si, en realidad ya lo teníamos hablado. Había salido ahí en el grupo hacer eso, festejar pero estar metidos en lo que se viene, que en siete días es muy importante para nosotros, más importante que esto. Lo habíamos hablado entre algunos, pero no queríamos decir nada, porque todavía no habíamos ganado nada. Después del partido, nos juntamos todos en el fondo del ómnibus y lo hablamos. El Chapa fue el que tomó la voz de mando para comunicarlo y preguntar si estábamos todos de acuerdo y todos dijimos que sí, que había que disfrutar mucho, pero lo que se festejaba se podía hacer tranquilos entre nosotros, escuchando música, comiendo unas pizzas y nada más. Ya se disfrutó mucho, se va a seguir disfrutando y estando muy contentos pero ahora ya estamos pensamos en lo que viene.
Hoy vamos a hacer un regenerativo y a ponernos al ciento veinte por ciento, porque lo que se viene es una final, que todavía no hemos jugado ninguna. Esta final que se viene es de lo más lindo que nos va a tocar vivir en la carrera a la mayoría de nosotros. Nuestro objetivo máximo es salir Campeón Uruguayo. Para eso ya estamos cuidándonos físicamente, que algunos compañeros salieron molestos. Tenemos que recuperarnos y pensar que enfrentamos a un gran rival, que por algo fue Campeón del Apertura, por algo peleó hasta último momento la Anual con nosotros. Tiene muy buenos jugadores, ya lo hemos enfrentado varias veces y le tenemos mucho respeto.
-¿Favoritos?
-Nunca jugué una final de Campeonato Uruguayo pero me parece que es algo distinto a lo que era el Campeonato y no va a pesar quién viene mejor ni quién viene peor.
LA FAMILIA Y LOS AMIGOS DE BRAZO ORIENTAL
Maximiliano Olivera tiene 21 años. Su espejo es Martín Cáceres. “Siempre lo veo, me encanta cómo juega, justo juega en mi puesto; para mí es el mejor de todos en nuestro puesto”.
Maximiliano es de Brazo Oriental y se formó en el Ciclón de Cerrito de Liga Uruguaya, pasó a River Plate de AUFI y de ahí a la Octava de Wanderers con Luis Ruiz que había sido técnico suyo en River. En la Primera de Wanderers no ha dejado de jugar desde que Daniel Carreño lo hizo debutar en 2010. También es parte de una generación exitosa de las selecciones uruguayas juveniles.
Estaba en su primer año en Cuarta, en Wanderers, cuando los técnicos de la Sub-20, Verzeri, Taramasco y Peirano, fueron varias veces a ver a Wanderers y de un momento a otro salió la primera citación a la primera preselección y desde entonces estuvo en todas. “Estuve todo el proceso con ellos y no me lo voy a olvidar más, porque se armó tremendo grupo y lo único que tengo de ellos son buenos recuerdos”.
“También le estoy muy agradecido a Luis Ruiz porque si no fuera por él no estaría en Wanderers. Después a Daniel Carreño, que un 27 de febrero, hace tres años y medio, me hizo debutar contra Defensor en el Viera”. Se define como un marcador al que le gusta lo que él llama “nuestro estilo”: “Hace bastante tiempo que estamos con Alfredo (Arias) y nuestro estilo es jugar siempre la pelota por abajo. Me gusta mucho jugar así. Defender y atacar teniendo la pelota. Que la tengamos, que la cuidemos, fieles al estilo de jugar por abajo, con la convicción de que siempre van a llegar las chances”.
-¿A quiénes les dedicás este Torneo?
-Primero que nada a mi familia, que fueron los que me apoyaron siempre, mis padres que viven conmigo -ahora somos nosotros tres solos en casa, porque mi hermano se independizó, se fue a vivir con su señora y mi sobrino, Emiliano y mi hermana vive con su esposo, Pablo. También tengo a mis tíos, a mi abuela… Es una familia muy linda. A mi novia, que hace ya un par de años que estamos de novios y también nuestras familias se hicieron muy unidas. Los domingos después de los partidos nos juntamos a disfrutar y también estuvieron en las malas, que las hubo y pasamos los malos momentos juntos. A mis amigos de Brazo Oriental, donde siempre viví, hice la escuela Carabelas y el liceo 53 y en Brazo Oriental tenemos un grupo de amigos muy lindo, que siempre está apoyando. Compartimos el día a día. Nos juntamos a tomar mate en la esquina de Regimiento 9 y Darwin. Siempre están alentándome aunque son hinchas de otros equipos. Y a toda la gente de Wanderers. Esto lo ganó la gente de Wanderers. Que disfrute mucho y que ahora vamos a tratar de darle la máxima alegría que es ser Campeón Uruguayo.