Maxi Olivera, de corazón bohemio
Tiene 23 años y luce la cinta de Capitán que heredó de Sergio Blanco, de Guzmán Pereira e, inalterables en el tiempo, de los liderazgos de quienes actualmente dan sus nombres a las tribunas del parque Viera, Obdulio Varela, René Borjas, Jorge Barrios y Cayetano Saporiti y de otros grandes de la historia del club. “Es un orgullo porque Wanderers es el club que me dio todo y la llevo con mucha responsabilidad porque sé que esa cinta la llevaron jugadores muy importantes, y a mí me tocó ser Capitán después de que lo fueron dos amigos como el Chapa (Blanco) y Guzmán. Eso es muy importante para mí. Trato de hacerlo de la mejor manera, con respeto y con mucho orgullo en cada partido.
-Hubo, sin duda, razones futbolísticas, pero, ¿también por ser líder del grupo?
-Puede ser, no sé, capaz que lo vieron así los técnicos y por eso me dieron el capitanato a mí. Creo que soy una persona joven pero que tengo varios años ya en Primera, siempre en Wanderers y eso creo que influyó un poco. No sé si soy líder pero siempre trato de estar hablando con mis compañeros y de estar en todos los detalles de la vida del grupo.
-Sos el que lleva la música, por caso…
-Sí, antes la llevábamos en el fondo del ómnibus con Nico Albarracín y ahora con el Alex silva, con (Leandro) Paiva… siempre llevando el parlante y poniendo música para los entrenamientos y para los partidos también.
-También está la adhesión de la hinchada. Esta inscripción de “Maxi 13, gracias”. ¿Cuándo la viste?
-Fue hace bastante tiempo. También ponían otras cosas y después los hinchas para un partido que íbamos a jugar, no sé si con Nacional, en el Viera, pintaron todo pero esta parte la dejaron, quedó sólo esto.
-¿Qué sentiste cuando dejaron sólo ésta?
-La verdad una alegría muy grande. Mis compañeros me bromearon en el ómnibus cuando pasamos por ahí para ir al Complejo, “vo, ¡ídolo!”, “¡mirá el Maxi!”, “tas en todos lados” y bromas así, pero fue una alegría muy grande, porque uno se da cuenta de lo que puede llegar a regalar uno a los hinchas y el reconocimiento para mí, que soy del club, que soy uno más, porque cuando estaba en juveniles iba ahí, a la hinchada, que me reconozcan así es un orgullo y una responsabilidad enorme.
-En una nota de hace año y medio nos decías de tu objetivo de dar el salto a una Liga más fuerte y de llegar a la Selección mayor (estuvo en la sub-20 dirigida por Verzeri) y nos contabas tus orígenes.
Soy de Brazo Oriental y me formé en el Ciclón de Cerrito de Liga Uruguaya, pasé a River Plate de AUFI y de ahí a la Octava de Wanderers con Luis Ruiz que había sido técnico mío en River. En la Primera de Wanderers no he dejado de jugar desde que Daniel Carreño me hizo debutar en 2010.
Estaba en mi primer año en Cuarta, en Wanderers, cuando los técnicos de la Sub-20, Verzeri, Taramasco y Peirano, fueron varias veces a ver a Wanderers y de un momento a otro salió la primera citación a la primera preselección y desde entonces estuve en todas. “Estuve todo el proceso con ellos y no me lo voy a olvidar más, porque se armó tremendo grupo y lo único que tengo de ellos son buenos recuerdos”.
“También le estoy muy agradecido a Luis Ruiz porque si no fuera por él no estaría en Wanderers. Después a Daniel Carreño, que un 27 de febrero me hizo debutar contra Defensor en el Viera. Arranqué de titular, jugué sesenta minutos. Ese partido lo perdimos uno a cero, con un gol en la hora, gol de Ramón Arias, que debutó también ese día, jugando en Defensor. Nos conocíamos de la Selección. Yo estaba muy ansioso, pero con Daniel que era un fenómeno con nosotros los más jóvenes, se me hizo mucho más fácil y también por el plantel que había, con muy buenos compañeros”.
-Ahora la ilusión y el sueño de querer jugar en una Liga más importante siempre están, pero sinceramente chances concretas no he tenido, solamente rumores que se han dado, pero no me ha llegado nada concreto, así que muy tranquilo en ese sentido. Estoy muy bien en Wanderers pero siempre esperando la chance para poder dar el salto. Cada temporada me reúno con mis representantes -grupo Casal- pero no hay nada concreto, nada que esté firme y ellos tratan de manejarlo así para no ilusionarme con cosas que pueden no darse, y me parece bien. En ese sentido estoy tranquilo, esperando que llegue el momento y que cuando llegue esté bien preparado. Y el objetivo de la Selección mayor, obviamente que sube mi rendimiento cuando a Wanderers le va bien. Yo trato de entrenar cada día y jugar cada partido para mejorar mis condiciones y el sueño de la selección uno lo ve, tal vez, difícil, tal vez lejos, pero siempre con ilusión. Mientras me mantenga jugando en primera división en un buen nivel, creo que la chance va a estar. Mientras juegue profesionalmente voy a soñar con tener esa chance.
-Volvió tu espejo…
-Sí, volvió Cáceres a la Selección, por suerte para la Selección y creo que está volviendo bien. Es muy importante para nuestro fútbol. Creo que es de los mejores o el mejor defensa que tenemos y se hace sentir cuando entra. Esperemos que sea por mucho tiempo. Cada vez que juega lo miro y la verdad es que se ve, porque cada vez que juega resalta, por la manera de jugar de él, la manera de marcar, la manera de ir arriba. En nuestra posición (lateral por izquierda) creo que es de los mejores del mundo y en el fútbol uruguayo, sin duda el mejor que tenemos en este momento. Para mí es un espejo. Sé que está en un nivel de elite, pero trato de mirar el nivel más alto y el Pelado es el mejor en la posición.
-¿Cómo viviste estas últimas campañas de Wanderers?
-La temporada pasada fue un año positivo en lo internacional, en la Copa, pero en lo local no sumamos muchos puntos y nos complicó para este año. Veníamos de jugar una final del campeonato uruguayo, de un año en que nos había ido muy bien, que es de mis mejores recuerdos, con una seguidilla de partidos ganados que eran todas finales y así los vivíamos y de los partidos finales, lindos por haberlos vivido y de la última final también, la tristeza por cómo se dio todo.
-Ahora, cumplida la cuarta fecha, Wanderers va primero solo con dos puntos de ventaja sobre su más cercano escolta. ¿En qué está la continuidad y en qué el cambio con los cuerpos técnicos de Alfredo Arias y de Gastón Machado?
-Con Gastón es más o menos lo mismo, la base es la misma. Gastón estaba en Tercera con nosotros, nos veía, alguna carencia que teníamos la está tratando de superar y está trabajando en eso. Después la base que dejó Alfredo es muy importante, muy buena para nosotros y se nos hace todo más fácil, para nosotros y para el cuerpo técnico. Gastón está trabajando arriba de lo que trabajó Alfredo y está mejorando muchas cosas: nos trata de inculcar la agresividad en la marca, que cuando tenemos la pelota seamos mucho más verticales de lo que éramos y la punta del campeonato la estamos viviendo contentos, muy contentos pero también muy tranquilos, sabiendo que recién empieza.
Motiva e ilusiona mucho este comienzo, por cómo se vienen dando los partidos. Venimos jugando muy bien, con muchas ganas, con mucha intensidad y nos motivamos para seguir así y hasta el final estar peleando arriba.
Maximiliano Olivera está, a su vez, siendo figura preponderante en los partidos del bohemio. Entre los mejores de cada encuentro, marcando y siendo salida acertada por izquierda, fútbol completo, además de su incidencia como Capitán.