Suárez abrió la puerta en Los Aromos
Marcelo “Chuky” Suárez (46 años) integra el cuerpo técnico de Leonardo Ramos. El ex delantero iniciado en Progreso, con varios años en el fútbol chileno, es el asistente técnico del flamante nuevo DT de Peñarol. Con Leonardo Ramos los une una gran amistad de años, se conocen practicamente desde toda la vida, desde el baby fútbol en Nuevo Juventud de Pueblo Victoria.
Se volvieron a unir en la vida para abrazarse a momentos de gloria. Fueron campeones Uruguayos del recordado equipo de Progreso en 1989 y a nivel de entrenadores lograron el ascenso con los “Gauchos del Pantanoso” reflotando al club de La Teja, luego que este había dejado de competir. Lograron el Campeonato Uruguayo con Danubio en 2013-14 y ahora en esta nueva etapa desembarcan con todas las ilusiones en Peñarol: “es un desafío muy grande y muy lindo, llegar a Peñarol es un orgullo, un sueño que uno como futbolista no pudo concretar”.
-¿Cómo se da tu vínculo con Leo Ramos?
-“Con Leo ya nos conocíamos desde el baby fútbol en Nuevo Juventud. Leo era una categoría mas grande que yo. Yo estaba en la categoría 70 y él en la 69. Ya nos conocíamos desde chicos. El fútbol nos juntó en el ’89 cuando “Pistola” (Marciscano) me lleva ahí. Estaba jugando en un cuadro de barrio El Vencedor, el más grande de La Teja -cuenta con orgullo- que jugaba en los campeonato barriales. Leo -recuerda- debutó en Progreso en 1987 con Möller. En el ’88 estuvo en el plantel principal. En el 89 nos reencontramos. Yo era el más chico de ese plantel. Jugué el primer partido y me rompieron la rodilla. No pude seguir jugando -se lamenta-. Además fue un campeonato corto (a una sola rueda).
-Tenés muchos recuerdos igualmente de ese plantel de Progreso que quedó marcado en la mejor historia del club.
-Sin dudas. Jugadores de la talla de Pedro Pedrucci, Gustavo Machaín, Próspero Silva nos acobijaron al ser los más chicos y nos dejaron enseñanzas que en el día de hoy las utilizamos. Hasta hoy con Pedro tengo una excelente relación, la señora de él es la madrina de mi hijo más chico. Es como un padre futbolístico para mí. Quedó esa amistad con varios integrantes de aquel plantel que ha perdurado en el tiempo.
LA ANÉCDOTA DE SU PRIMER Y ÚLTIMO GOL…
En su extensa trayectoria como jugador, Marcelo Suárez además de Progreso, jugó en Central Español, River Plate, Rentistas, Liverpool de nuestro país, en el exterior en el fútbol de Colombia, México, China y Chile…
-En el 2001 -recuerda- fui para Liverpool y hasta 2005 estuve en el fútbol chileno. Regreso a Uruguay y en el 2008 me invita Julio Fuentes a ir a jugar a La Luz que estaba en la “B” (Segunda División) a hacer la pretemporada. Le dije ‘Tengo 37 años Julio’. Fui a entrenar y firmé el último día. Ibamos bien con La Luz, con Diego Rosa, Aldo Giménez, Aníbal Hernández, armamos una linda banda, me rompí el tendón de Aquiles en el partido contra Rentistas en el Saroldi, ganamos 1:0 con un gol mio. Hacía 2 años que no jugaba. Y luego de esa lesión decidí retirarme. Quedó la anécdota que el primer gol en el Fossa en el ’90 que hice en primera fue ante Rentistas y el último de mi carrera fue también ante Rentistas pero en el Saroldi.
“LA VIDA NOS VOLVIÓ A ENCONTRAR CON LEO”
-Estuvimos juntos en Chile en 2003. Nos juntábamos con la familia de él y la mia cuando coincidió que ambos jugábamos allí… Siempre le decía que iba a ser su ayudante técnico y después de unos años se cumplió. La vida nos pudo volver a juntar en 2011 de nuevo. Leo estaba dirigiendo en Argentina. Empezamos a entrenar a una sub 16 de Progreso, en ese entonces el club no competía en primera división, después ir armando el equipo con jugadores juveniles se comenzó a gestar la idea de reflotar el club. En base al convencimiento, la adhesión a la causa con juveniles del club, en la segunda vuelta del torneo se logró el ascenso a primera división.En setiembre de 2011 ya subimos a primera división y fue la coronación al trabajo.
-De ahí se da la chance de Danubio, historia más conocida y con gloria incluída…
-En 2011 fuimos a Danubio que estaba complicado en el descenso. Pudimos traer de Progreso a Fabián Canobbio. Hicimos 26 puntos. En 2013-2014 se logró el ansiado campeonato uruguayo. Estuvimos un año mas peleando la posibilidad de ser vice campeones. Fuimos a Chile luego para dirigir Unión La Calera y se dio luego la vuelta a Danubio, donde otra vez se logró protagonismo en el torneo.
-¿Está chance de llegar a Peñarol como se vive?
-Es una posibilidad que estábamos esperando. Estamos a full. La importancia de llegar a un club como Peñarol. Ya estamos las 24 horas pensando en Peñarol. Nos ha cambiado la carrera deportiva. Es un desafío hermoso. Uno cuando era jugador de fútbol hubiese deseado llegar a lo que llegó hoy como cuerpo técnico.
“JUGAR AL 110% Y ENTRENAR AL 1000%”
-¿Cuales son los objetivos?
-El objetivo es ganar todo, como en Progreso y Danubio siempre en busca de los mejores resultados. Siempre con mente positiva, con mentalidad ganadora.
-¿Ya recorrieron las instalaciones del club, que les pareció?
-El Estadio Campeón del Siglo es espectacular, Los Aromos tiene todo para trabajar tranquilo y de la mejor forma. La disposición de los funcionarios de club ha sido muy buena. Nos recibieron de muy buena manera. Con Gonzalo (De Los Santos) y el “Tío” Sánchez estamos embarcados en este proyecto.
-¿Cómo es Leonardo Ramos y que le pide a los futbolistas?
-Muy estudioso de todo, hasta de los pequeños detalles. Está siempre involucrado en todo lo que concierne al club. Es la cabeza de grupo. Estamos acá para acompañarlo y apoyarlo en todo. Le gusta laburar mucho. Hay que jugar al 110 por ciento y entrenar al 1000 por ciento. Eso ha caracterizado a los equipos de Leo Ramos. Un equipo agresivo. Cuando hay que jugar, se juega y si no hay que dejar todo en la cancha. El que no corre y no es solidario por el equipo, no puede jugar con nosotros. Podrás tener buena técnica, buen manejo de pelota, pero no quedarte parado.
Marcelo Suárez, el asistente técnico de Leonardo Ramos, ya trabajan y planifican en conjunto con el nuevo cuerpo técnico de Peñarol, apuntando a ganar todo con el carbonero.