Manda la cancha
Iván Alonso es puro lamento, Sebastián Abreu se marcha decepcionado. Nacional empataba con El Tanque Sisley.
MANDA LA CANCHA
Mal y muy mal. Nacional está en una situación de riesgo, pero no creemos que peligre su clasificación de fase para la Libertadores, aunque exista una posibilidad de River Plate que debe ganar sus dos partidos (sería el campeón) y no ganar Peñarol y Defensor sus compromisos, es decir, una lotería de resultados.
Ciertamente improbable, no imposible, es nuestra opinión.
Un lugar no acostumbrado, el “tercero de la clase” para el tricolor,.
Es que las últimas actuaciones dejan al partidario desconcertado.
Nada que ver con lo que se propuso al incorporar figuras de trayectoria y combinarlas con los juveniles.
Iván Alonso es puro lamento, Sebastián Abreu se marcha decepcionado. Nacional empataba con El Tanque Sisley.
OSCURO PANORAMA
Albín no anda, Alonso se lesionó por su culpa, ya que no estaba pronto, Lembo con hernia de disco, Cortés no está bien, Adrián Romero con actuaciones irregulares, lo de Abreu llama la atención, bajo, sin ritmo, Vicente Sánchez, unos minutos corriendo, con gol incluído, pero, poco, Scotti arrastra su lesión, Medina muy solo, Bueno con voluntad y sin juego, Díaz regular hacia abajo, Arismendi un rato y sí deben destacarse, Bava, De Pena, Recoba, alguno más y se terminó “éste Nacional del 2013”.
LA ILUSION JUVENIL
Allí están Dorrego, Prieto, Moreira, Gorga, Renato César, Santiago Romero, Mascia y otros botijas formados en el club, pero les falta rodaje, está claro.
Una campaña que compromete seriamente todo tipo de competición internacional.
Que un grande se encuentre en éstas condiciones, no es habitual.
Carlos De Pena sufre el mal momento futbolístico que atraviesa Nacional.
Los jóvenes están, el trabajo se ha hecho muy bien por parte de Blanco, Bueno y demás técnicos.
DEL OTRO LADO DEL RIO …
En la Argentina esta situación se ha dado, vistas las perfomances de Boca, ahora recuperándose al igual que Estudiantes e Independiente, lo anterior de River con descenso incorporado y luego el retorno, en fin, se le busca cierto paralelismo al asunto para demostrar que estas cosas suceden.
Pero lo que no es normal es el escuálido fútbol, la arritmia táctica, el pobre desempeño estratégico, no sólo en el clásico, sino en los otros partidos.
Como que no hay caso y no tiene vuelta.
La caída de un grande suena fuerte, duele, es algo imprevisto y no contemplado en los escritorios de los dirigentes.
¿Cómo salir de ésto?
Con fútbol. Parece sencillo, pero no lo es.
Alvaro Recoba es la viva y cruda imagen de la desazón y la impotencia. Nacional le dijo adiós a la Copa Libertadores.
CORTEJO HACIA EL CADALSO
Lo que Nacional hizo hasta la caída clásica, era sugestivamente irregular, 5 victorias, 4 empates y una derrota.
Demasiados puntos por el camino.
Y después, como que aflojó. Cayó ante Juventud y empató con Racing.
Es decir que el impacto del 3 a 0 lo golpeó muy feo. Luego ganó por mínima a Real Garcilaso y los penales fueron un cortejo hacia el cadalso.
Adiós a la Copa.
Ahora el tema es complicado, porque, como todo está mal, Arruabarrena también entra en la bolsa de los “culpables” para la gente.
Cada uno carga con lo suyo.
¿Dónde termina la bajada?
¿Seguirá ésta “despedida” de los primeros planos?
LA UNICA RESPUESTA
A ésto un grande le responde con fútbol.
Sin embargo, lo que muestra no alcanza y se hunde cada partido.
No es normal, lo saben sus jugadores, los dirigentes, los hinchas, todos lo sufren.
La solución está en cada uno de los protagonistas.
No pasa por la mesa de la Directiva. Por lo menos en éste momento. Más adelante, sí.
La cosa es en la cancha.
El único lugar donde no existen ni transferencias, ni firmas, ni contratistas, ni directivos.
LOS JUGADORES
Jorge Bava se tapa la cara y se marcha apesadumbrado de la cancha. Nacional y otro domingo negro, éste ante Juventud.
Son ellos y la pelota.
Hasta ahora, un desencuentro fatal.
¿Hasta cuando?
Es la pregunta del hincha y aún más, es la interrogante de los que juegan.
¿La amnesia puede ser tan prolongada?.
¿Qué pasa?
Ayer buenos y aceptables y hoy ¿espantosos?.
No es así. Actitud, fuerza, equilibrio técnico, espíritu de lucha, férrea voluntad a pesar de las derrotas y una concentración que desapareció, literalmente, es lo borrado en la mente de los actores.
Bava manifestó que el estado anímico influye notoriamente. Fue honesto y realista.
El problema está en el grupo y lo deben resolver.
En las prácticas, en el vestuario, donde sea, pero entre ellos.
Porque en situaciones límites, siempre, inexcusablemente siempre, manda la cancha.
