Los overoles de la gloria
Ariel Longo. Columnista.
Por darnos un “mojón” de inicio, lo haremos con 1930 en donde comienza la época de los mundiales organizados por F.I.F.A.
La posición de mediocampo en todo equipo uruguayo; sea selección o club siempre fueron de una “presencia” importante, y donde se marcaba la personalidad del equipo. Si vamos a “tildarlos” en cuanto a lo “artístico” de su juego, la característica esencial pasaba precisamente por no tener como norte lo técnico, no dejando de lado que no eran nada negados, como también hubo exuberantes en cuanto a lo técnico. La generalidad en los “hitos” estuvo marcada por los primeros. La sentencia de “ese es un burro” es mentira ya que nunca ningún mal jugador ha jugado futbol profesional; que otros sean mejor que él, es cierto. Esa sentencia viene porque alguna ilusión frustrada no pudo pisar “el pizarrón verde”.
Profesor José Ricardo De León.
Siempre decía el Profe de León que en el Uruguay los futbolistas son mezcla. Unos marcan, otros crean.
Al hacer esta reseña me olvidaré de muchos, precisamente porque son muchos.
La presencia extraordinaria de Lorenzo Fernández, en los campeones del mundo de 1930, la de Obdulio en 1950, la de “Tito” Goncalvez en el Peñarol campeón del América y del mundo, la de Montero Castillo en Nacional al tope de América y del orbe; en la segunda conquista de tricolor a nivel continental y mundial a Víctor Esparrago, mas adelante con Bossio y Saralegui en un medio campo aurinegro campeón de todo o la del Nacional idéntico en cuanto a los títulos con Cardaccio y Ostolaza, o el “Chueco” Perdomo a veces con “el Quique” Peña campeones de América con Uruguay, Nelson Agresta y el “chifle” Barrios en 1983 con otra selección, ó allá a lo lejos en 1967 Carlitos Paz coronándose como el mejor de América con la celeste, en la actualidad al “Ruso” Pérez y Arévalo Ríos; en fin y les reitero que no estoy nombrando a muchos también por razón de espacio, es que pido las disculpas del caso.
Diego “Ruso” Pérez y Egidio “Cacha” Arévalo Ríos, gladiadores del mediocampo uruguayo.
Al lado de esos “bastiones” estuvieron Scarone o el “Vasco” Cea con Lorenzo; Schiaffino ó el fenómeno de Julio Pérez con Obdulio; Pedro Rocha y el “Pardo” Abaddie con el “Tito”; el fenomenal Ildo Maneiro con Montero, al lado de Espárrago a De la Peña ó Denis Milar; en el arranque del maravilloso año de 1982 tuvo a Carlitos Reyes y completado con el brasileño Jair acompañando a Bossio y Saralegui; el genial Yubert Lemos era el “ingeniero” de Cardaccio y Ostolaza; con el “chueco” Perdomo el estratega futbolístico era Francescoli, al lado de Agresta y Barrios estaba el mismo Enzo; Carlitos Paz tuvo a dos estrategas como el “chino” Salvá y Oyarbide ya que Rocha jugó más de punta y ahora con “el ruso” y Arévalo tuvieron a un Forlán con todas las luces.
Las palabras como sentencia del Profe de León a la historia futbolística de Uruguay, de que somos mezcla, lo hacen real; y también marcan para muchos que “despotrican” con frases inmerecidas para los que nos dieron glorias como “picapedreros”. Siempre se han precisado, siempre fueron claves en cualquier conquista, verdaderos pilares de nuestros fútbol. Benditos los que son de esa “raza” porque por ellos que acompañados de otros existen en nuestro fútbol y contra la opinión nefasta de esos calificativos; ellos pagan y pagaron con gloria. Salud “obreros” del fútbol; y que el “overol” nunca nos falte. Porque también tuvimos y tenemos para ponerse el “frac”.
También están los de los dos trajes pero siempre son los menos por razones lógicas ya que son las excepciones a la regla.
Y ahí va mi recuerdo para el queridísimo Alcides “Cacho” Silveira que un día me dijo ante una consulta mía en mis inicios en la IASA, hablándole de la forma de jugar del zaguero porque él era mi ídolo; me contestó con esas frases inolvidables que tenía él: “mirá Ariel, yo puedo comer chorizo al pan en los ranchos del buceo ó comer caviar en un Sheraton”,…….. y me abrazó como diciéndome; vos podes hacer una sola.
Alcides “Cacho” Silveira. “Mirá Ariel, yo puedo comer chorizo al pan en los ranchos del buceo ó comer caviar en un Sheraton”,…….. y me abrazó como diciéndome; vos podes hacer una sola.
