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Dante Cocito, el masajista de Peñarol y La Celeste




Dante Cocito, el kinesiólogo eterno de Aguada, de Peñarol y de La Celeste, falleció este sábado a los 94 años de edad.


2 agosto, 2014
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Dante Cocito fue kinesiólogo y masajista de Racing, de Aguada, de Peñarol y de la Selección Uruguaya.

Dante Cocito, el kinesiólogo eterno de Peñarol, falleció este sábado a los 94 años de edad.

Dante Cocito, el kinesiólogo eterno de Peñarol y de La Celeste, falleció este sábado a los 94 años de edad.

A los veintiséis años, siendo masajista de Racing, perdió un dedo. Se tiró desde una azotea, resbalando por una pared y se trancó un anillo en un gancho.

Había ido a darle una inyección a una chica –porque también trabajaba de enfermero– en la calle Uruguay y él vivía en la calle Tristán Narvaja. Cuando llegó a su casa notó que se había olvidado de las llaves adentro. Fue a la casa de un vecino y le pidió que lo dejara subir a la azotea. Eran casas contiguas con jardín por el fondo y la puerta trasera no tenía tranca.

–Pero en vez de tirarme de frente –cuenta–, pensé “capaz que me doblo un tobillo y no puedo ir al partido”. Esa tarde jugaba Racing con Bella Vista. Entonces me da por tirarme agarrándome del techo, descolgándome y había un clavo de gancho en la pared. Terminé con el dedo en el suelo. Si fuera en esta época, quizás me lo hubieran salvado. Del anular me quedó el hueso del nudillo, así fue.

En Aguada, había un manco en el plantel, Gualberto Rodríguez. Le faltaba totalmente la mano derecha. En 1948 salió campeón con Aguada y al año siguiente, Cocito y Rodríguez fueron a Río de Janeiro y a San Pablo de gira con Aguada. El Manco Rodríguez integraba el cuadro titular, Cocito era el masajista.

–Jugamos el primer partido contra el Tijuca de Río de Janeiro. Los diarios de Río, a toda página, titularon, “Un maneta asombró”. Un “maneta” es un manco. No podían creer. En lugar de la mano derecha tenía un muñón. Pero picaba la pelota y le encajaba el muñón y después tiraba el gancho con la zurda que era un fenómeno. Y era profesor de la UTU, de Matemáticas.

En 1966, Gualberto Rodríguez fue a Buenos Aires a ver el partido de Peñarol y River en la cancha de River, la revancha por la final de la Libertadores y fue a saludar a su amigo Dante Cocito al hotel, antes del partido.

–De acá tengo que irme para Chile a un Congreso de Matemáticas en Santiago –le dijo Gualberto a Dante, cuando todavía no se había determinado dónde se jugaría el desempate, en caso de que hubiera.

A la finalísima fueron juntos, al hotel Carrera de Santiago de Chile; y la noche del partido, Gualberto Rodríguez entró a la cancha con Cocito.

–Entró de masajista, con mi valija –cuenta Dante–. Yo le mostré al que estaba cuidando en el túnel mi carné, que me acreditaba como kinesiólogo de Peñarol y le dije que Gualberto era el masajista.

–Pero ¿cómo va a ser masajista este señor si es manco? –dijo el cuidador.

–Y a mí me falta un dedo. ¿No ve que me falta el anular? Es que Peñarol tiene un convenio con Salud Pública para contratarnos. Los ayudantes somos todos lisiados.

Los dejó pasar.

El manco no trabajó con la valija, pero tiró alguna pelota para la tribuna, cuando Peñarol iba ganando tres a dos y le convenía hacer tiempo.

–No era como ahora que te ponen dieciocho pelotas. Tenían que ir a buscarla y se enfriaba el partido. Para mí fue el más emocionante partido que viví –dice Cocito–. Más memorable que las finales del Mundo. Porque al Real Madrid le ganamos bien acá y allá, pero contra River fue dificilísimo. Lo teníamos perdido. Yo creo que fue más apoteósico lo de Chile que ganarle al Real Madrid en Madrid. Fue más fuerte. Al Real de Madrid se le ganó bien acá y allá, dos a cero los dos partidos, pero la remontada en Chile (Peñarol terminó ganando cuatro a dos, tras ir perdiendo dos a cero) fue una hazaña.

Otra hazaña es que, en diversas áreas, hoy existen convenios como el que se inventó Dante para entrar a la cancha con su ayudante. Si se le ocurrió es porque lo había pensado. Chistes sobre planteles aparte, una muy buena idea.

Dante Cocito, un vida plena, dedicada a sus pasiones, a Peñarol, a Aguada, a La Celeste…

"El mejor Peñarol de todo la historia", así catalogó Dante Cocito, que aparece agachado a la derecha  junto a la formación de Peñarol Campeón de América y del Mundo de 1961.
“El mejor Peñarol de todo la historia”, así catalogó Dante Cocito, que aparece parado a la derecha junto a la formación del equipo de Peñarol Campeón de América y del Mundo de 1961.

Etiquetas: Peñarol