Los de afuera son de palo
El Capitán Lugano en la puerta del Hotel que ocupa la delegación de Uruguay. Los jugadores están arribando poco a poco.
Cuando se dan ciertas declaraciones en cuanto a protección del pensamiento y futura acción de los futbolistas de la selección mayor en esta instancia contra Jordania, lo que se intenta es nivelar la ansiedad de los espectadores y algunos espectros dentro del fútbol excluyendo a los jugadores.
El Capitán Lugano en la puerta del Hotel que ocupó la delegación de Uruguay en Estambul.
No hay ningún partido ganado antes de jugarlo. Las precauciones son lógicas aun sea de nivel o no el oponente. Pero más de eso no.
Se dice que Uruguay funciona mejor de “punto” que de “banca”. ¿Dónde queremos ubicarnos en estas circunstancias? La responsabilidad, la realidad y el deber nos ubican en uno solo.
No es casualidad donde estamos en el Ranking FIFA; tampoco Jordania. Estamos en un quinto puesto de América del sur; y Jordania en un tercero de Asia. ¿Cuántos campeonatos del mundo tiene América del sur; entre Uruguay, Brasil y Argentina? ¿Cuántos tiene Asia?
Nuestro plantel juega en su inmensa mayoría en el extranjero y si analizamos los países donde lo hacen; los mismos son de nivel. Jordania no tiene esa situación.
En la interna, estoy seguro, de lo que sienten y como se sienten.
Luis Suárez desciende del auto que lo trajo del aeropuerto custodiado por el personal de seguridad contratado por la AUF.
Si hubieran pensado de otra manera no hubieran salido del pozo enorme en que se estuvo en las Clasificatorias sudamericanas. Se salió por lo que sintieron y actuaron. No hay nadie de los que están adentro de ese grupo que no sepa lo que vale y donde se ubican, ni más arriba ni más abajo.
Protegerlos no es hacerlos hacer declaraciones a Suárez y Cavani después de jugar, viajar y llegar a la 1:10 de la madrugada a nuestra concentración. Que se vayan a dormir porque después les exigimos.
Ni punto ni banca, los jugadores uruguayos saben cuándo es cuando y el entrenador también, y saben a quién enfrentan. Que se quiera proteger una masividad de pensamiento que los invada a los jugadores; es una cosa; pero al decir de “Corleone” en El Padrino: “no hieran mi inteligencia”; ya que sabemos lo que enfrentamos y a quien. Eso no va a hacer mermar nada de lo que los futbolistas han pensado y dejado en los campos de juego a lo largo de todo este tiempo que nos dieron la oportunidad de estar nuevamente en la consideración mundial.
“Jamás un corazón uruguayo sufrió cuando fue en busca de sus sueños”
