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Los clásicos no terminan




Marcelo Zalayeta trabado por Adrián Luna.


13 noviembre, 2012
Sin Categoría

En estos días leí y oí sobre los clásicos, muchas definiciones al pasar: que los clásicos son clásicos porque son impredecibles, que son clásicos porque no son desapasionados como el ballet (¿?), que son clásicos porque congregan multitudes, entre otras.

En rigor, los clásicos lo son porque perduran en el tiempo. El Barbero de Sevilla, Nacional y Peñarol, Rampla y Cerro, Casablanca… lo que el viento no se llevó.

Marcelo Zalayeta trabado por Adrián Luna.

La semana pasada estuvimos hablando del mismo clásico setenta años atrás y la próxima seguiremos pensando en éste de anteayer.

Un lunes después de un Peñarol-Nacional, Juan Joya iba en su auto por la calle Canelones y lo chocaron. “Me bajo del carro –dice Juan– y ¿quién era el otro conductor? El Chufla Ramos, que el día anterior me había marcado pegado a mí como estampilla. ‘¡Pero ¿hasta aquí me marcas?!’, le grité”.

No fue una casualidad ni una excepción. Siempre es así.

Hoy Lembo, Scotti, Damonte y Bava siguen atentos a las segundas pelotas en su área, apretando las líneas, porque el Chavo sigue cerrándoles espacios a Olivera y a Zalayeta, hoy todos los futbolistas de Peñarol siguen jugando bien, estén donde estén y hagan lo que hagan, pero no pueden ganarle a Nacional, aunque el carbonero defiende y mantiene la punta del torneo y la dependencia sólo de sí mismo para ganarlo…

Y hoy, a la vez, ya se está jugando el clásico del próximo torneo Clausura, ya se está imaginando quiénes estarán en la cancha y quiénes dirigirán. ¿El Polilla consolidará el gran equipo como hizo con Defensor y con Godoy Cruz? ¿Gonzalo Bueno ya estará en el exterior? ¿Darío seguirá llegando a sacarla en extremo? ¿El Zala sacará de la galera otra bolea letal? ¿El Chino tendrá continuidad para jugarlo en plenitud?

Si serán perdurables los clásicos que Nacional aún sigue abriendo el paquete del Chino Recoba…

Un día de hace dieciséis años, todos los diarios uruguayos titularon: “Damiani: Recoba es un paquete” (Casal se lo había ofrecido junto con otros tres jugadores, pero Damiani quería sólo a Recoba). El paquete terminó jugando con la camiseta del bolsillo y, en varios clásicos, fue para Peñarol, más que un paquete, la caja de Pandora.

Si será clásico este clásico que sus hinchadas no dejan de discutir si hace noventa y nueve o ciento trece años que lo están jugando, trascendiendo, ininterrumpidamente, en cualquier caso, épocas, estadios, divisionales, leyendas, cientos de miles de nombres, perdurando en el tiempo.