Sinsabor aurinegro
Liverpool y Peñarol empataron 1:1 en Belvedere. El aurinegro perdió dos puntos decisivos para pelear por el Clausura. Pudo ganar y no lo supo definir. El líder sumó uno que valió mucho.
Peñarol no puede creer lo que le sucedió en Belvedere. Empató 1:1 con Liverpool un partido que pudo haber ganado, principalmente por su muy buen primer tiempo, y también sufrió en el ida y vuelta final, como en la pelota de Federico Pereira que pegó en el horizontal. La ineficacia castigó al mirasol en un partido clave frente al líder. La imagen del desenlace no disimuló la bronca. Pero el local fue pura serenidad y se recuperó en el desarrollo, en una semana sofocante también por el partido del martes pasado por Copa Libertadores.
El aurinegro no obtuvo los tres puntos porque no aseguró el partido en el capítulo inicial. Impulsado por por el talento de Facundo Torres, abrió el encuentro en el cierre con el cabezazo del protagonista de la ofensiva. El arquero Sebastián Lentinelly minimizó la pesada carga de Liverpool con atajadas muy buenas. Levantó vuelo dos veces para desviar remates de Jesús Trindade, ambos con destino de red. Sin embargo, en ese recorrido y en la segunda parte, cuando llegó –en menor cantidad- no lo supo definir.
Como suele suceder, el 1:0 no es ventaja determinante. El negriazul resurgió en el segundo tramo desde el penal de Giovanni González a Agustín Ocampo y la precisión del goleador Juan Ignacio Ramírez para empatar. Entonces, todo cambió. Hernán Figueredo manejó la pelota y Liverpool se transformó. El equipo que parecía sin energía, desconectado y sobrellevando el rigor físico, se reconvirtió.
El carbonero se adelantó y apostó fuerte: Cristian Rodríguez a la cancha, luego el argentino Ariel Nahuelpán y la reaparición de David Terans. Lentinelly controló cada llegada, una a “Cebolla” Rodríguez, de cabeza, y otra a Terans. Todo Peñarol reclamó por el agarrón de Christian Almeida a Ariel Nahuelpán –fue penal-, desde los jugadores hasta el presidente Ignacio Ruglio, luego de consumado el 1:1. El árbitro Andrés Matonte no lo sancionó.
En el cierre, los dos se jugaron con todo. Federico Pereira conmovió el horizontal en un fantástico ataque por derecha. Y Peñarol atacó una y otra vez, sin éxito. Dejó puntos vitales en su pretensión de pelear por el Clausura. En cambio, Liverpool se llevó uno enorme, para sonreír arriba de todos.