Liverpool y Boston River igualaron 2:2 en el Estadio Belvedere en un resultado que dejó sensaciones diferentes. El negriazul resignó otra oportunidad de ganar y el “sastre” valoró el gran punto. Los dos protagonizaron un partido atractivo y con resultado incierto. El negriazul impresionó mejor en el ataque. Hizo dos golazos. El primero, un auténtico lujo con una pared colosal entre Chacón y Martínez para la gran definición de Martírena. Ni hablar del fantástico remate de Hernán Figueredo, en el 2:1. Sin embargo, la contracara del equipo de Jorge Bava pasó por los desajustes defensivos. En la era de los “detalles” –como suelen expresar los entrenadores- hubo lamento.

A Boston River el empate de la cayó de la mejor manera. Estuvo dos veces abajo  en el marcador y tuvo poder de reacción. Facundo Labandeira impulsó al equipo de Ithurralde con protagonismo en ofensiva, participando en las jugadas más importantes. El visitante sorprendió en el empate parcial que surgió en la zurda de Facundo Rodríguez y luego en el definitivo, a través de Alan Rodríguez con Labandeira como artífice.

Los mejores momentos de Liverpool se vieron cuando avanzó a campo contrario. El cabezazo de Emiliano García en el palo y la atajada de Gonzalo Falcón ante Sebastián Fernández en el arranque incisivo dejaron la misma imagen que en el desarrollo. Boston River siempre mantuvo la ambición y, como premio, no se fue con las manos vacías.