Líber Quiñones en una tarde muy especial
LIBER: No festejó el gol. Es un código entre quienes defendieron a un club con el que se consustansiaron y donde fueron bien tratados, pero en el caso de Líber Quiñones es más aún. Ídolo de la hinchada cervecera, fue homenajeado por la directiva de Racing antes del partido con una plaqueta conmemorativa, una bandera con su nombre y su retrato con los colores de la Escuelita de Sayago volvió a colgar en el Parque Roberto, fue vivado por la barra de la cabecera del estadio cuando entró a la cancha: “Olé, olé, olé, olé, Líber… Liber…” y cuando salió, sustituido en el segundo tiempo, lo hizo por el costado de la tribuna local, de cabeza gacha saludó a su gente y fue aplaudido.
PANCARTA: Racing ingresó a la cancha con una pancarta, que mostró a las dos tribunas principales. “No a la expropiación del predio juvenil de Racing”. Fue aplaudida por ambas hinchadas.
MINUTO DE SILENCIO: Inmediatamente previo al pitazo incial, se hizo un minuto de silencio por el fallecimiento de Javier Oyarbide, crack de Defensor y de Nacional, Campeón Sudamericano con la Celeste. El silencio fue total, respetado sin excepción entre las cuatro mil personas que acudieron al Parque Roberto.
FIESTA: En definitiva, más allá de los distintos sabores, del triunfo y de la derrota, del visitante y del locatario, respectivamente, en Sayago se vivió una fiesta, con cantos y colorido en las tribunas casi colmadas, con respeto al rival y en un escenario, el Parque Roberto, que está impecable, cuidado por el Racing Club de Montevideo.