Leonardo Ramos: los 347 días que conmovieron a Danubio
El 2 de enero de 2013, Leonardo Ramos entraba en la sede de Danubio a firmar contrato. El club venía de un cambio de directiva. Quince días antes había asumido la Presidencia Oscar Curuchet. No eran nada buenos los números de Danubio para la tabla anual e, incluso, podía complicarse en el descenso.
Los presididos por Curuchet eligieron a Ramos por las campañas que había hecho en Progreso (subiéndolo a la A), por su formación como entrenador, por su plan de trabajo y también, por un detalle no menor: es hincha del club desde niño, de familia danubiana.
Hoy -“en el momento de disfrutar el resultado –me dice– (que es el cuarto gran momento nuestro del Apertura, después de los partidos ante Peñarol, Nacional y Defensor)”-, Leo Ramos habla de sus jugadores con total agradecimiento y con la convicción de quien conoce lo que ha cosechado.
-De los juveniles que promovimos nosotros, el que más jugó fue Federico Ricca, un lateral con izquierda hábil, muy buena precisión, aguerrido en la marca.
También Horacio Sequeira, a quien en el grupo lo llamamos “Medina Bello” porque tiene la potencia de aquel delantero argentino.
Gonzalo González, volante central acorde a lo que son los volantes de Danubio, de buen pie y buena marca.
Miguel De los Santos, enganche de muy buen juego, con visión de campo.
Matías De los santos, un jugador que se ha desempeñado tanto de central como de lateral por derecha, potente, de buen físico, buen remate.
Son jugadores con nivel de selección juvenil, donde ya tenemos a Sequeira y a Ricca y en mayores tenemos a Emiliano Velázquez que ya merece una chance en la selección.
Camilo Mayada, con quien hice un trabajo personalizado. El tenía que creer ser lo que realmente es: un gran jugador. Estaba una época no muy buena del club. Era cuestionado por algunos hinchas y tenía que superar esas molestias, creer en sus cualidades. Camilo, finalmente, fue de los mejores del Apertura.
De Jonathan Álvez diije que iba ser la revelación y no me equivoqué…
LOS HISTÓRICOS
-Las llegadas de los históricos, Jadson Viera y Pablo Lima, fueron momentos importantísimos en la conformación del plantel por todo lo que aportaron, al igual que Fabián Canobbio en el día a día…
Intentamos que los treinta y un jugadores que tuvimos, tuvieran bien claro lo que necesitábamos de ellos en cada posición y jugadores con una trayectoria en Danubio gloriosa, como Pablo Lima y Jadson Viera, los jugadores más ganadores de la historia del club, fueron fundamentales. Emiliano Velázquez, como te decía, tuvo un torneo bárbaro, Fabricio Formiliano cada vez que lo necesitamos respondió de muy buena manera.
Carlos Canobbio, que estuvo mucho tiempo con una lesión importante, cuando tuvimos que echar mano de él, nos respondió ( ya lo conocía porque lo había traído de Progreso).
Hugo Soria tuvo un torneo bárbaro también, se cayó un poco a lo último y por eso fue que salió del equipo, pero nos brindó lo mejor durante gran parte del campeonato. A Fabián, ya te digo, lo pudimos disfrutar el semestre pasado, para nosotros fue muy importante, tuvo ante Nacional una lesión importante. Se fueron dando avances, Gonzalo Porras… no sé, tendría que hablarte de cada uno de los treinta y uno.
-Vos sos de hablar mucho individualmente con cada jugador, un estilo que me dijiste lo heredaste de Osvaldo “Chiche” Sosa… ¿cómo fue con Mayada?
-Con Camilo fue especial, yo tenía un aprecio especial por él porque para mí es un jugador que está llamado a hacer grandes cosas en el fútbol, pero necesitábamos trabajar con él un poco mentalmente, para agregarle a lo que él tiene y por suerte lo hicimos bien. Él aprovechó y supo ser inteligente en aceptar todos esos consejos que uno le daba. Terminó siendo una figura para nosotros importantísima.
LOS DIRIGENTES
-El plantel es lo más importante para poder plasmar lo que uno siente y lo que uno precisa para cada partido, por eso antes que nada, siento un profundo y total agradecimiento del cuerpo técnico entero a cada uno de los jugadores. Esto es fruto del trabajo. Y también a la Comisión Directiva y a mucha gente de Danubio que nos dio su apoyo en todo momento, en especial en el momento amargo, que fue el partido ante Rentistas, cuando algunos plateístas me trataron de mentiroso.
-Supongo que eso te habrá amargado más por ser hincha del club…
-Claro. Anoche casualmente vino mi hermana a la sede, a los festejos, vestida de Danubio con la camiseta que tenía de siempre. Nosotros nacimos cerquita de la sede. Mi viejo fanático enfermo de Danubio, toda familia hincha de Danubio. No tuve la posibilidad de poder jugar en Danubio, pero se me dio la posibilidad de dirigir al equipo del que uno es hincha y ahora tuve la suerte de poner a Danubio en el lugar donde se merece.
-¿El futuro?
-Ahora habrá que redoblar esfuerzo porque el torneo que se viene va a ser más duro. Seguramente Peñarol, Nacional y Defensor van a tener que ir en busca del título. Nosotros intentaremos volver a hacer lo mismo que hicimos en este torneo. Veremos a quién se puede traer, quién se va a ir y de ahí en más, tendremos un plantel competitivo, porque si esto sigue de esta manera, tenemos también la posibilidad de clasificación a Copa. Debemos jugar la final del Campeonato Uruguayo como debe jugarla Danubio. Ya estuvimos hablando con el cuerpo técnico y con el Presidente, ya hemos visto un par de jugadores por si algún jugador se va. La idea es que venga quien venga y esté quien esté, el trabajo que presentamos y la manera en que trabajan los jugadores son los que volverán a consagrarnos. Ahora viene lo mejor.
UN POCO DE HISTORIA
Hace seis meses me dijo: “Estoy convencido -y Danubio está convencido- que si sabe lo que tiene que hacer, algún error puede cometer pero tenemos jugadores inteligentes que a cada problema le han encontrado solución. Sabemos que podemos pedirles el máximo y que respetan la idea del entrenador a la vez que respetan sus propias ideas futbolísticas, sin renunciar a lo que puede brindar cada uno. Así fortalecido, el equipo le puede ganar a cualquiera.
Así fue. Ahora a disfrutar del momento del resultado. De aquel otro gran momento, del 2 de enero pasado, me dijo: Cuando firmé contrato en la sede de Danubio, lo primero que pensé fue en la alegría que mi viejo, desde algún lugar, debe tener.