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Lasarte por la revancha

El entrenador de 63 años renovó su vínculo con Nacional y tendrá una nueva oportunidad para ir en busca de lo que le faltó en esta temporada: títulos.




El profesor Marcelo Tulbovitz y Martín Lasarte, en el abrazo triunfal del debut en Melo en junio de 2024. Continuarán en el cuerpo técnico tricolor, ya que el entrenador renovó por un año más.


22 diciembre, 2024
Nacional

Luego de la gran cantidad de entrenadores que desfilaron como candidatos a dirigir a Nacional, potenciado en gran parte por el contexto electoral, la nueva directiva decidió renovar su confianza en Martín Lasarte, quien no puso obstáculos y continuará al mando del equipo en 2025.

 

Semanas atrás, ninguno de los candidatos a la presidencia manejó la opción de renovar el contrato del actual técnico, ya que todos apostaban por un cambio. Uno de ellos fue el vicepresidente electo, Flavio Perchman, quien además es representante y amigo cercano de Lasarte. Pero luego de recibir la respuesta negativa de los entrenadores consultados, el compañero de fórmula del presidente Ricardo Vairo se reunió con Lasarte para enmendar los errores cometidos y ofrecerle la continuidad en el puesto.

 

El técnico tres veces campeón con Nacional (2005, 2005/2006 y 2016) y campeón de América y del mundo en 1988 como jugador, por su parte, puso a Nacional por encima de todo y aceptó la oferta sin mayores reparos.

 

Por lo tanto, Lasarte tendrá revancha. Esta vez, iniciará la temporada desde el principio, teniendo la posibilidad de conformar el plantel a su gusto, en conjunto con la nueva directiva tricolor y ateniéndose a las posibilidades económicas del club, que son limitadas.  

 

El entrenador llegó a filas tricolores en junio, en plena temporada, tras la salida de Álvaro Recoba luego de caer 0:3 ante Cerro en la primera fecha del Torneo Intermedio. El técnico de 63 años tomó las riendas del plantel en un momento turbulento y, si bien su gran debe fueron los títulos, los números obtenidos no fueron malos.

 

De hecho, en cualquier otro año, el puntaje cosechado lo habría consagrado campeón uruguayo. 

 

UN BREVE REPASO

 

Cuando Martín Lasarte asumió el cargo, Nacional estaba a siete puntos de distancia de Peñarol en la Tabla Anual. Dirigió al plantel albo por los siguientes 21 partidos del campeonato uruguayo, de los cuales cosechó un total de 52 puntos, con 16 victorias, cuatro empates y tan solo una derrota.

 

El Torneo Apertura fue para Peñarol, por lo que el Tricolor debía aprovechar el Torneo Intermedio para acortar distancias. Y Lasarte no solo lo logró, sino que también se consagró campeón del certamen, venciendo a Peñarol (por penales) en la final. En suma, en dicho torneo, el entrenador sumó 16 puntos con cinco triunfos y un empate.

 

Comenzó el Clausura, la recta final del campeonato, al que Nacional llegó con confianza. Sin embargo, los empates con River Plate, en la primera fecha, y con Defensor Sporting, en la cuarta, lo entreveraron.

 

Con el triunfo clásico en el Gran Parque Central, en la sexta fecha, Lasarte logró recuperar el impulso y se colocó a tan solo dos puntos de Peñarol en la Tabla Anual, además de pasarlo en la del Clausura. Los hinchas se ilusionaron con una posible remontada, hasta que recibió un nuevo golpazo. Fue en la fecha 9, donde Nacional cayó 1:2 ante Rampla Juniors y la distancia en la Anual volvió a estirarse a cinco unidades.

 

También perdió la ventaja en el Clausura, y si bien quedaban varias fechas por delante, el panorama, a medida que las fechas pasaban y que Peñarol no perdía puntos, se tornó cada vez más desalentador. De esta manera, la presión recayó sobre los hombros de Lasarte y de Nacional, que comenzó a encadenar triunfos abultados, mientras esperaban un tropezón ajeno que nunca llegó.

 

El empate ante Danubio en la penúltima fecha terminó de derrumbar toda ilusión. Pero el enojo tricolor se acentuó aún más cuando tampoco pudo conquistar la Copa Uruguay, la cual le fue arrebatada por Defensor Sporting, tras conseguir un empate agónico y resultar vencedor en los penales.

 

De esta manera, Nacional cerró una temporada con las manos vacías en cuanto a títulos. Esto opacó la campaña histórica de 86 puntos, algo que nunca había logrado antes, pero que fueron menos que el récord histórico que marcó Peñarol, con 93 puntos. En cualquiera de las temporadas pasadas, con dicho puntaje, el equipo de La Blanqueada hubiera sido el campeón.

 

LOS MÁS DESTACADOS

 

Durante los 21 partidos que le tocaron dirigir, a Lasarte le costó encontrar una oncena titular. Si bien hubo nombres inamovibles en el equipo y algunas figuras destacadas, también hubo puestos que no terminaron de tener un ocupante fijo hasta el final.

 

El “Diente” fue, sin dudas, el jugador estrella. Si bien al principio sus minutos en cancha fueron acotados debido a la falta de ritmo, el delantero de 31 años fue el distinto en Nacional. De hecho, en el tramo final de la temporada, cuando la presión y la desesperación creció, el equipo se volvió totalmente dependiente de su creatividad y de su instinto goleador.

 

López llegó en agosto y debutó con gol en la primera fecha del Torneo Clausura, en el empaten 3:3 ante River Plate. 15 fechas le bastaron para convertirse en el goleador de toda la temporada tricolor, anotando un total de 11 goles y cuatro asistencias. Fue el generador principal de fútbol, gravitante cada vez que se hizo con el balón y salvador en los momentos de menor inspiración del equipo, los cuales fueron muchos.

 

Otro de los jugadores destacados fue Christian Oliva, a quien le costó adaptarse al equipo durante la primera mitad de la temporada, pero que luego se convirtió en amo y señor del mediocampo. Junto con Lucas Sanabria, otra de las notas altas, llevaron a cabo un muy buen trabajo de contención y de orden defensivo. Entre los dos sumaron incontables recuperaciones y se animaron a avanzar con el balón para generar juego. Quizás les faltó mayor creatividad a la hora de generar fútbol, pero tampoco era su principal tarea. 

 

Luis Mejía, ya renovado de cara a la próxima temporada, trajo seguridad y solidez al arco tricolor durante toda la temporada. El guardameta panameño se afianzó desde su primer día, siendo la figura en los clásicos de verano y uno de los mejores arqueros del campeonato. 

 

Leandro Lozano, un todoterreno. Fue el mejor lateral derecho del campeonato, con una gran capacidad física para realizar un ida y vuelta constante. Su trabajo a lo largo de la temporada fue muy completo, con orden y entrega en el plano defensivo, y con subidas y desequilibrios a la hora de proyectarse por la banda.

 

En un nivel más abajo se encuentran jugadores como Diego Polenta, Sebastián Coates, Alexis Castro, Jeremía Recoba, Diego Zabala, Mauricio Pereyra, Gabriel Báez, Antonio Galeano y Ruben Bentancourt. Todos ellos tuvieron altibajos a lo largo del año, siendo desequilibrantes en su mejor momento, pero irreconocibles cuando su nivel en la cancha bajó.

 

Esto último, en muchas ocasiones, llevó a que el equipo se volviera dependiente de las individualidades. De hecho, en varios de los triunfos conquistados, a pesar de la alegría por la importancia de los puntos, Martín Lasarte no se fue conforme con el funcionamiento colectivo. De esta manera, el técnico buscó variantes, tanto en nombres como en formaciones, para encontrar el mejor nivel del equipo, pero fue un problema sin solución, el cual quedó en evidencia durante las últimas fechas del campeonato, así como en la final de la Copa Uruguay, donde Nacional no jugó bien.

 

UNA CARGA INVISIBLE: LA TRAGEDIA DE JUAN IZQUIERDO

 

Poco tiempo después de asumir el cargo, Martín Lasarte tuvo que lidiar con una situación trágica y para la que ningún técnico está preparado: el fallecimiento de uno de sus jugadores.

 

La muerte de Juan Izquierdo, el 27 de agosto en Brasil, donde Nacional disputaba la vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores ante San Paulo, marcó definitivamente un antes y un después para el cuerpo técnico y el plantel tricolor. 

 

Pararon los entrenamientos por semanas y el duelo se extendió por toda la región. El técnico apoyó a sus dirigidos y les dio el tiempo necesario para procesar la pérdida y volver a levantar la cabeza. Y gracias a la resiliencia que muestra el ser humano en los momentos más duros, el grupo recuperó la fuerza para seguir compitiendo, llevando a su compañero en la camiseta a partir de ese momento.

 

De esta manera, tanto el técnico como los jugadores tuvieron un desafío extra: tener que afrontar el resto del campeonato cargando con el peso del dolor causado por dicha situación traumática, y lo hicieron con profesionalismo y humanismo, algo digno de admiración.

 

FUTURO DEMANDANTE

 

Ahora, tanto la nueva directiva como el cuerpo técnico de Martín Lasarte se pusieron manos a la obra para pasar rápidamente la página de un 2024 para el olvido y comenzar a planificar el comienzo del 2025, que iniciará con la pretemporada, fijada para que comience el 2 de enero.

 

Para esa fecha, desde la institución tricolor se pretende contar con el plantel prácticamente completo. Por eso, en estas horas Nacional navega con intensidad por el mercado en busca de refuerzos de jerarquía, al mismo tiempo que decide las bajas y las renovaciones del plantel actual.

 

Lasarte va por la revancha.