Las dos caras de Uruguay
Triunfo ante Chile y derrota frente a Ecuador, el saldo de la primera doble fecha de las eliminatorias.
La selección uruguaya, con marcados altos y bajos en el inicio oficial de la “era” Bielsa, que coincidió con el comienzo de las eliminatorias sudamericanas mundialistas. Alegría por el triunfal debut en Montevideo y completa decepción por la derrota, principalmente por la insípida actuación cumplida por el equipo en la altura de Quito.
Inobjetable fue la victoria conquistada ante Chile en el Estadio Centenario. Los celestes cumplieron a la perfección el planteamiento estipulado por Marcelo Bielsa. El plan “A” funcionó, hasta con lujos incluidos. El equipo se mostró como un bloque compacto, dinámico, intenso, con rápidas transiciones, apostando siempre al juego ofensivo vertical, desnivelando por las bandas. En una palabra, impuso condiciones, siendo siempre excluyente protagonista. Resultó ser notoria la superioridad futbolística marcada sobre los trasandinos.
Por el contrario, la desilusión y el desencanto fueron grandes por la caída sufrida en Quito. Ecuador, se erigió como un justo ganador, más allá de la polémica incidencia del minuto final, en la que el arquero local Galíndez, le cometió penal a Facundo Torres, que bien pudo significar el gol del empate. En los audios publicados, se percibe en el diálogo mantenido por el árbitro brasileño Wilton Sampaio y el responsable del VAR, su compatriota Daniel Nobre, que ambos interpretan a la infracción como un choque accidental de juego.
Quedó en evidencia que el representativo uruguayo no está preparado para ejecutar un plan “B”. Falló por completo el plan “A”. Nunca el equipo se sintió cómodo en cancha. Resultó ser demasiado impreciso, le costó recuperar el balón, los volantes no lograron conectarse con los delanteros, ya que faltó movilidad para encontrar los necesarios espacios y desmarques, sobre todo en el complemento, lo que determinó la ausencia absoluta de profundidad. El gran desborde de Maxi Araújo con definición de media vuelta de Agustín Canobbio, es la excepción que confirmó la regla. Para colmo de males, presentó una última línea inestable, con falta de oficio para defender, con el juego aéreo como su principal talón de Aquiles. Ventajas que aprovechó al máximo Ecuador, un rival de primera jerarquía continental, para en festejada remontada adueñarse de los tres puntos.
Marcelo Bielsa, con mucho para trabajar y corregir en cancha, se debe y se necesita mejorar. Material hay. No olvidar que se vienen dos compromisos por demás complicados, Colombia en Barranquilla y nada menos que Brasil en casa.