¡Se presentó el Libro Tito Gonçalvez! Nació y murió Capitán con la gran historia del fútbol uruguayo entre 1956 y 1970…
Se presentó a las 20 horas en la sala Ernesto de los Campos de la Intendencia Municipal de Montevideo, el libro “Tito Gonçalvez. Nació y murió capitán” / El fútbol uruguayo entre 1956 y 1970. Obra de Atilio Garrido, la presentación estará a cargo de Raúl Castro y el Dr. Hernán Navascués. La sala mencionada se encuentra en el segundo piso y la entrada es gratuita para todo público. El libro se encuentra a la venta en todas las librerías del Uruguay.
“Desde las páginas memorables de una historia que aún es reciente, el espíritu periodístico y la pluma poética de Atilio Garrido construyen el relato del mito. Las huellas del hombre que fue leyenda desde su debut, el gigante que vino del norte directo a ponerse la celeste y con la camiseta oro y negra se convirtió en un semidiós. Leyendo el delicado macramé de este relato épico se puede escuchar la voz de mando del Néstor Gonçalvez de las mil batallas, se puede sentir el rezongo o el aliento del general de la era de los triunfos, se pueden volver a aplaudir aquellas maravillosas calesitas en la mitad de la cancha del conductor de las grandes hazañas.
Si Garrido se ha preocupado desde siempre por la reconstrucción histórica del fútbol uruguayo y sudamericano, convirtiéndose en un autor de prolífica bibliografía en la materia, esta biografía en particular está destinada a convertirse en libro de consulta de los fanáticos del fútbol mundial, porque habla de un hombre con la sangre de la victoria corriendo por sus venas.
Magia, carácter, calidad, temperamento, ilusión y festejo se desprenden de estas páginas.
Amigo lector: le aseguro que leyéndolas sentirá la emoción de mil vueltas olímpicas, levantará copas en los lugares más increíbles del mundo y sentirá el grito inmenso y agradecido de todo un país que homenajea al protagonista de este relato, reconociéndolo como uno de los jugadores de fútbol más ganadores de la historia. (…)
Finalmente, gracias a usted, número cinco, centrojás de centrojases, por guiarnos a la gloria eterna, la que no se apagará jamás.
Gracias, Tito. De parte de mi familia, de Peñarol, de todo Uruguay y del balompié universal”.
La parte rescatada del prólogo escrito por Raúl Tintabrava Castro resumen con la maestría del poeta –cuyo sentimiento por Peñarol lo llevó a ser candidato a la vicepresidencia del club en la última elección-, lo que representó para los manyas de su generación, la extensa actuación del muchacho nacido en Isla Cabellos, departamento de Artigas, el 27 de abril de 1936, fallecido en Montevideo el 29 de diciembre de 2016.
“En los 14 años de trayectoria, Néstor Gonçalvez marcó a fuego la historia de los clubes del fútbol uruguayo. Nadie logró igualarlo en el pasado y tampoco existirá un jugador que puede escribir similar foja de servicios en el futuro. Vistió durante toda su actuación en primera división una sola camiseta: la de Peñarol. Se consagró en tres oportunidades campeón de América, dos veces campeón del mundo, una vez de la Supercopa, y en nueve ocasiones campeón uruguayo.
Esta obra recorre la vida del capitán y caudillo, a partir de la propia narración del protagonista. Relata la historia nunca antes contada que se inició el martes 30 de octubre de 1956 –cuando el Tito se calzó la camiseta aurinegra para probarse con el apellido Silva-, hasta el lunes 8 de febrero de 1971. Esa noche abandonó el fútbol, luciendo en su despedida la celeste de Uruguay”.
La apretada síntesis de la contratapa del libro es concluyente en cuanto a las conquistas que logró Gonçalvez con la camiseta aurinegra, obtenidas en ese lapso de la historia del fútbol uruguayo.
El autor, comentando su obra agregó una consideración que amplía la propuesta del texto haciéndola extensiva a todos los hinchas del fútbol uruguayo.
-“Al proponerme encarar la investigación histórica –señaló Garrido- disponía de varias horas de grabación de conversaciones que mantuve con Gonçalvez y el acopio de algunos episodios en los que participé junto a él. Uno de ellos es el último, narrado en las dos páginas finales de la obra y que, a su vez, justifican plenamente el título que se colocó a la misma. Una anécdota con el cantautor Ruben Rada resulta tanto imperdible, como justa para concluir el texto. Pero, a su vez, la investigación va aportando datos y situaciones poco conocidas de toda la historia del fútbol uruguayo, donde Nacional surge –también- como protagonista que resalta por el aporte de sus dirigentes, jugadores y técnicos en la lucha por superar a Peñarol en esa época de oro del fútbol uruguayo, que se clausuró para siempre en el año del retiro de Gonçalvez con la consagración de Nacional como campeón de América y del mundo en 1971. La llegada de Nacional a tres finales de la Copa Libertadores completaron un todo, absolutamente irrepetible para nuestro fútbol. Alcanza para comprender la magnitud de esta rotunda afirmación un dato de la realidad analizado en profundidad en el decurso de las 432 páginas. Desde 1960 a 1971 se disputaron 12 finales de la Copa Libertadores de América. En las doce ediciones mencionadas el fútbol uruguayo llegó a las semifinales y en diez de ellas alcanzaron la instancia de la final los dos clubes más grandes, importantes y gloriosos de nuestro país futbolísitico. Sólo en 1962 (Santos – Boca Jrs.) y en 1968 (Estudiantes de la Plata – Palmeiras) no se produjo este hecho”.
“Este último argumento –concluyó el autor- que está narrado en el libro, es el que me llevó a invitar al Dr. Hernán Navascués a presentar la obra junto a Raúl Castro. Hincha de Nacional desde siempre, lo conocí cuando surgió liderando el grupo de los ‘equidistantes’ en el difícil momento que vivió el club en 1979. Desde entonces, su caballerosidad, su prestigio y su amplio conocimiento de los estatutos y reglamentos del fútbol uruguayo y mundial, lo han convertido en un símbolo viviente de rectitud, capacidad y hombría de bien. Con su aceptación a presentar esta noche el volúmen, creo que ambos aportamos un gesto valioso, de enorme significado, en tiempos de divisiones y enfrentamientos pasionales que ningún bien le ha hecho al fútbol de nuestro país. Que este gesto del Dr. Navascués que deseo destacar expresamente, se convierta en una bandera de esperanza que encabece la columna de aquellos que queremos que vuelvan a nuestro fútbol los tiempos donde jugaban Gonçalvez, Sanfilippo, Artime y Spencer. ¡Queridos tiempos donde los hinchas de Nacional y Peñarol compartíamos los mismos asientos de las tribunas, todos mezclados, palpitando con cordialidad los partidos clásicos, que servían para las bromas al amigo del otro equipo según fuera el resultado final! Tiempos –aquellos- en los que cuando se armaba algún lío en las tribunas porque las pasiones se iban de cauce, venía el policía, te miraba fijo, te tocaba con el bastón y… te tranquilizaban o te llevaba preso a la comisaría del estadio”.