La semilla plantada
Ariel Longo con Roberto Matosas.
En una “conversación” vía red social, como es en estos tiempos, con el gran Roberto Matosas, multi campeón con Peñarol, uruguayo (4 veces), de América (bi), del mundo (1961) y una Supercopa (1969), integrante de nuestra selección en el injustamente no recordado 4° puesto mundial de 1970, precio astronómico para la época (33 millones de pesos en 1964) de los aurinegros a River Plate argentino y luego figura de los “millonarios”, retornando a Peñarol para luego pasar al San Luis de México y culminar con el Toluca de aquel país, y donde tuvo de entrenador, ahí, al Profesor José Ricardo de León; siendo campeón de aquel país azteca (1974-75) con la guía del gran maestro, con los “diablos rojos”, fue inevitable intercambiar opiniones de un referente común como lo ha sido el recordado “Profe”.
Ariel Longo con Roberto Matosas.
Tenemos el honor de tener dentro de nuestros seguidores al inolvidable mercedario, que aunque lejos; siempre está pendiente de lo que ocurre en nuestro país y su fútbol.
Luego de leer una de las tantas columnas nuestras donde hago referencia al maestro que “quebró” la historia con Atlético Defensor (como le gustaba nombrarlo él; al equipo del Parque Rodó), Roberto nos expresaba:
“Sí Ariel, porque como decía el Profesor: tuvo que ordeñar muchas hormigas para hacer un queso! Gran entrenador, fino en el trato, con una gran estabilidad emocional, desafiante en sus declaraciones, y con una confianza que hacia recordar al gran Krishnamurti: “la gran religión de los hombres debe ser creer en sí mismos”. Un entrenador humanista, capaz de sacar agua de las piedras y con una integridad a prueba de balas. Las balas de la crítica mordaz, esa que siempre encuentra pelos en la sopa, sino mal intencionada sí queriendo ser más papista que el papa. Su ejemplo- solidaridad, respeto por la profesión, integridad, fue el mejor legado, más allá de títulos, hazañas y de una sabiduría práctica impactante! Un abrazo Ariel y gracias por estar!”
Ese equipo de Defensor (todavía no fusionado) desde esa época no solo cambio la historia en cuanto a la estadística de quienes serian los campeones a partir de 1976, y donde entrarían como “cuña” para los grandes nuestros, los que pudieron ir cumpliendo sueños y concretarlos en realidad de ser campeones uruguayos, llegando a cambiar el rotulo de utopía de que un equipo que no fuera un grande pudiera ser campeón, aquí.
Y donde hoy se sigue cumpliendo la regla desde aquel 76, donde uno o dos equipos en desarrollo “hostiga” en la definición del torneo al grande.
Ariel Longo Presidente de AUDEF premiando a Ricardo Meroni.
Sumado a eso, una reestructura a nivel de juveniles de los violetas los llevo a revolucionar las mal llamadas inferiores (inferiores, ¿de qué? Inferiores, ¿a qué?) y que en definitiva deberían ser llamadas Juveniles. Lo siguieron Danubio (aunque siempre los de la curva tuvieron brillantes semilleros), River Plate; hoy Liverpool, y otros, pero en definitiva hicieron todos los equipos una situación de desarrollo de los más jóvenes para que la competencia y formación tuviera su vidriera.
Hoy Defensor Sporting, el Atlético Defensor del querido Profe, es el campeón de la Tabla General de Divisiones Juveniles, que es el puntaje sumado de todas las categorías, en una arremetida impresionante, de los que aspiran a llegar a Primera división de sus clubes, con la reiteración de otro nombre histórico en la dirección técnica de una de ellas, campeón con De León en 1976 que fue el primer título, por eso es histórico, y que tiene en su haber más de una decena de torneos conquistados, él personalmente, y jugadores catapultados a su primer equipo; donde los violetas, supongo, lo deben de cuidar “como el oro” a Ricardo “Tacho” Meroni. Extensivo la felicitación, a los demás entrenadores dentro de los cuales también están campeones con Defensor Sporting, “arriba (como jugadores) y abajo (como entrenadores)” como José Chilelli, sub 17, Ignacio Risso, sub 16, Andrés Rodríguez, sub 15, y Gerardo Miranda, sub 14.
Salud Defensor Sporting y a todos los clubes que en forma continua y sin pausa; luchan denodadamente por esa cantera inagotable uruguaya.
Profesor Jose Ricardo de Leon y Ariel Longo
