La reivindicación cebrita
Luego de un duro inicio de temporada y de varios técnicos que desfilaron por el club, Miramar Misiones cambió la cara con la llegada de Walter Pandiani y se encuentra en un gran momento.
Walter Pandiani, director técnico de Miramar Misiones.
Miramar Misiones atraviesa un momento de plenitud. Luego de un pésimo inicio de temporada, el “Cebrita”, que regresó a Primera División luego de 11 años y siendo el campeón de la Liga de Ascenso Profesional 2023, comenzó a amigarse con la victoria en el Torneo Intermedio.
La llegada de Walter Pandiani parece haber sido la clave del éxito de Miramar hasta el momento. Si bien aún queda mucho camino por recorrer, el “Rifle” dio en el blanco, ganó tres de los cuatro partidos que lleva dirigidos -perdió ante Defensor Sporting, en su debut- y colocó al cebrita en la primera posición del grupo “A” del Torneo Intermedio. A falta de cuatro fechas para conocer quién definirá este torneo corto con el ganador del grupo “B”, el equipo de Pandiani tiene puntaje perfecto y le saca tres unidades de diferencia a su escolta, Nacional, con quien jugará en la sexta fecha.
De todas formas, el Torneo Intermedio no es la única ni la más importante preocupación para Miramar -aunque nada le impide ilusionarse-, sino que el foco principal se encuentra en la tabla del descenso, donde también ha conseguido un crecimiento considerable. Al finalizar un Torneo Apertura para el olvido, el equipo terminó en el fondo de la tabla, con apenas 11 puntos de 45 posibles -solo ganó dos partidos-, 18 goles a favor y 28 en contra, y con dos entrenadores cesados -Leonardo Medina, quien consiguió el ascenso, y el argentino Ricardo Caruso Lombardi, quien solo duró cinco fechas-. Por lo tanto, esto llevó al cebrita a hundirse en el fondo de la tabla del descenso, así como de la Tabla Anual, lugar en el que permaneció prácticamente todo el semestre.
Sin embargo, la reivindicación que ha mostrado el cebrita en las últimas fechas le permitió sacar la cabeza del agua para tomar aire por primera vez en la temporada. Con el triunfo clave conquistado ante Rampla Juniors en la última fecha, y gracias a la derrota de Deportivo Maldonado -que viene en caída libre-, Miramar logró superar al equipo fernandino, que pasó a estar en zona de descenso, salió de la zona de crítica y ganó un tanque de oxígeno.
Ahora, el desafío para el equipo del “Rifle” Pandiani está en mantener la buena racha y el buen nivel en el que se encuentra el equipo, donde se destacan Alexander Machado, delantero de 22 años, veloz, habilidoso y goleador del equipo, con siete tantos a su nombre -anotó un doblete en el último encuentro-, y el capitán Maximiliano Lombardi, de 37 años, quien se ha convertido en la voz de mando del equipo, así como en un gran distribuidor de pelota y generador de peligro desde la mitad de la cancha. A su vez, otros jugadores crecieron en su nivel de juego, como Ignacio Yepez, Alex Vázquez y Douglas Bittencourt, quienes aportaron goles y buenos desempeños en el ámbito ofensivo.
Desde el comienzo de la temporada, el plantel demostró ser un equipo solidario tanto en la defensa como en el ataque, realizando altos desgastes físicos en todos los partidos e intentando mantener la intensidad durante los 90 minutos. Sin embargo, las mayores falencias de Miramar están en la defensa. En muchas ocasiones, al equipo le falta solidez defensiva y mayor contención en el fondo para mantener los resultados. Tampoco brinda seguridad ni garantías en el arco, lo que explica, en gran medida, por qué es actualmente el segundo equipo con más goles recibidos, con un total de 29.
Por lo tanto, Miramar tiene potencial para seguir creciendo y para ilusionarse, ¿por qué no?, con el Torneo Intermedio, lo que le aseguraría un lugar en la próxima Copa Sudamericana. No obstante, debe continuar trabajando bajo el mando de Pandiani para minimizar sus debilidades y apostar, así, por su principal objetivo: la permanencia.
