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La fiebre olímpica se apoderó de Francia

Las multitudes enloquecen en los estadios. Los atletas se zambulleron y nadaron en el río Sena.




Atletas nadan en el río Sena al comienzo de la carrera con el fondo de la imponente Torre Eiffel. Foto: REUTERS/Lisa Leutner.


31 julio, 2024
+ Deportes París 2024

Por Elizabeth Pineau y Ingrid Melander

 

PARÍS, 31 jul (Reuters) – Los estadios están abarrotados. Las multitudes enloquecen, corean, aplauden, apoyan al equipo local. Y millones de franceses siguen los Juegos por televisión. Tras meses de pesimismo, la fiebre olímpica se apoderó de Francia.

 

“Dios mío. Es una locura”, dijo Manon Apithy-Brunet sobre el apoyo de los aficionados tras ganar el oro en la competición individual de sable femenino en el Grand Palais, en el corazón de París.

 

“Me dije: ‘Vale, asimílalo, porque es una locura. Disfruta'”, sostuvo después de que el público entonara espontáneamente La Marsellesa, el himno nacional.

 

En los últimos meses, en los que la preocupación por la preparación de París y de todo el país para los Juegos había cundido entre los franceses, se vieron pocas muestras de entusiasmo.

 

En la capital francesa, quejarse de los riesgos para la seguridad y de las obras relacionadas con los Juegos mientras se hablaba de abandonar la ciudad con motivo de la competencia era mucho más habitual que el entusiasmo por el acontecimiento, según los parisinos.

 

Pero después de una audaz ceremonia inaugural en el río Sena que se desarrolló sin contratiempos, a pesar de la lluvia torrencial y cierta polémica en círculos católicos y de derechas, y cuando los atletas franceses empezaron a recoger medalla tras medalla, el ánimo se recuperó.

 

“Todo va mejor desde la ceremonia de apertura”, dijo Elodie Gintte, maquilladora de 42 años, mientras observaba el pebetero olímpico. “Claro que antes los franceses refunfuñaban mucho, ¡pero es normal que los franceses se quejen!”.

 

Ines Barthelemy, contable de 27 años, coincidió con ella.

 

“Todo estaba un poco tenso antes de los Juegos y ahora está mejor”, dijo.

 

“Con la inflación, la situación política, las elecciones, era difícil y tenso y allí con la ceremonia (de apertura) lo pasamos bien, pudimos verlo en casa, fue para todos y en París, es raro. Y tenemos medallas francesas todos los días”.

 

Francia es por ahora tercera en el medallero de los Juegos, con seis oros, por detrás de China y Japón, que tienen siete cada uno.

 

Veintitrés millones de personas sintonizaron la ceremonia inaugural en Francia, más que los partidos de la Eurocopa 2024 de fútbol.

 

“Es increíble”, dijo a Reuters la ministra de Deportes, Amelie Oudea-Castera. “Y aún no ha terminado”.

 

SE ZAMBULLERON Y NADARON EN EL RÍO SENA

 

PARÍS, 31 jul (Reuters) – Los atletas olímpicos se zambulleron el miércoles en el río Sena después de que un aviso previo al amanecer informara a los equipos que sus turbias aguas eran por fin lo bastante seguras como para seguir adelante con el triatlón, lo que evitó que Francia pasara vergüenza en los Juegos.

 

El país había prometido que el río pasaría de ser una vía fluvial frecuentemente cargada de aguas residuales a una lo suficientemente limpia como para bañarse en ella. Las autoridades gastaron 1.400 millones de euros (1,5 millones de dólares) en modernizar las anticuadas obras de saneamiento de la capital.

 

Pero las lluvias torrenciales que empaparon la ceremonia inaugural de los Juegos y la primera jornada deportiva elevaron los niveles de bacterias en el río, obligaron a aplazar repetidamente el triatlón masculino hasta el miércoles y plantearon dudas sobre la eficacia de las obras.

 

“¡Aquí estamos!”, exclamó el presidente Emmanuel Macron en X. “En el espacio de 4 años, hemos logrado algo que no ha sido posible en 100 años: el Sena es ahora nadable”.

 

Las mujeres fueron las primeras en zambullirse en un triatlón -que incluye natación, ciclismo y carrera a pie- que ganó la favorita local Cassandre Beaugrand. Poco después, fue el turno de los hombres, que saltaron del pontón flotante situado bajo el puente Alexandre III, cerca de la tumba de Napoleón y el triunfo le correspondió al británico  Alex Yee. 

 

Las ambiciosas obras de infraestructura habían incluido la excavación de nuevas tuberías hasta casas flotantes que antes bombeaban aguas residuales sin tratar al río, plantas de tratamiento adicionales y un embalse cavernoso bajo la Gare d’Austerlitz de la capital.

 

Con capacidad para 46.000 metros cúbicos de agua de escorrentía durante una tormenta, se diseñó para evitar que el agua de escorrentía se mezclara con las aguas residuales no tratadas y fluyera hacia el Sena.

 

Los resultados de las pruebas del miércoles por la mañana mostraron que la concentración de las bacterias E. Coli y Enterococcus faecalis había caído por debajo de los umbrales límite de seguridad europeos en todos los puntos de muestreo.

 

A los atletas y organizadores no les había gustado el plan B: convertir el triatlón en duatlón. Tras su reñida victoria, Beaugrand restó importancia a cualquier preocupación por la calidad del agua.

 

“Hemos nadado en aguas peores”, afirmó.

 

La atención se centra ahora en el maratón de natación, que se celebrará los días 8 y 9 de agosto, poco antes de la clausura de los Juegos. Incapaces de permitirse aplazamientos, los organizadores han dicho que esas pruebas se trasladarían a la sede de remo si el río está demasiado sucio.