Juventud y Villa Española se jugaron la ropa por ganar. El gol, nada menos, se transformó en lo único pendiente de un partido por el que se jugaron el alma. Hubo fútbol, corazón e incertidumbre hasta el final. La zurda de Luis Aguiar que impactó la pelota  en la parte externa al ángulo  superior derecho  del arco de Facundo Silva, cerró en los minutos adicionales el frenético intento del gol. Antes Villa Española  también había acechado cuando aceleró y presionó rondando el desequilibrio.

El pedrense sigue en el cuarto lugar, camino a los play-offs, y el equipo de Damián Santín resignó la punta. Quedó segundo, en zona de ascenso directo. El desarrollo  no hizo  pensar en el 0:0. El empate 0:0 se instaló porque a los dos les faltó serenidad para ejecutar lo bueno que elaboraron.

La notable intensidad de la primera parte mostró a Juventud más cerca. Damián González se transformó en el conductor de la ofensiva y la velocidad de Muhlethaler se hizo notar. Villa Española  había iniciado con Pablo Silva alertando dos veces y luego, trató de achicar  espacios pero no conectó a los delanteros.

En la segunda parte, los  dos fueron con todo. Los  minutos  de Luis Aguiar en cancha impulsaron a Juventud. Villa Española se jugó a Santiago López. Fueron con todo y rondaron el grito máximo, al final, contenido.