De goleador a conductor de ómnibus
Juan González, hoy a los 45 años, mantiene viva su pasión por el fútbol, gracias a la meteórica carrera de su hijo Giovanni –volante de Peñarol-. “Lo sigo a todas las canchas, es el sueño cumplido de mi vida”. En su diario existir, maneja un ómnibus de la Línea I de Cutcsa, “soy feliz guiando mi ómnibus por las calles de Montevideo”.
Juan González, “Juanchi”, de profesión goleador tuvo un largo recorrido en el fútbol profesional… En el año 1991 debutó con la camiseta de Basáñez, pasó a Nacional (se consagró goleador de los Campeonatos Uruguayos 1995-1996), emigró a España para jugar en Real Oviedo, Atlético de Madrid y Granada, retornó al fútbol uruguayo para militar en Fénix, Cerro y River Plate, partió nuevamente al Real Oviedo y recaló en Fénix para definitivamente colgar los botines en 2006.
¿Qué es de la vida de “Juanchi”?
“Seis meses después de dejar el fútbol, adquirí el cincuenta por ciento de un ómnibus, que pertenecía a mi ex suegro y como me encanta manejar, me subí al 767 y hasta el día de hoy lo conduzco. Pertenece a la Línea I de Cutcsa y feliz recorro las calles de la capital. No tengo un recorrido fijo, me toca el 169, otras el 173, también el 192 o el 195…”.
-¿Cómo es un día del chofer Juan González?
-“Estoy viviendo en la zona de General Flores y Corrales por elección, ya que estoy muy cerca de la terminal donde guardo el ómnibus. Cumplo como todo trabajador ocho horas diarias, eso si no tengo un horario fijo, siempre en el turno de la mañana, pero hay días que ingreso a las tres de la mañana, otros a las cinco y otros a las ocho. Por la tarde, voy al gimnasio de Boston River para mantenerme físicamente y la verdad es que me encuentro en mi peso ideal. Por suerte pude guardar unos pesitos de mi época de futbolista. Se lo debo a mi ex señora que fue quien invirtió en la compra de departamentos. Nos separamos, hicimos división de bienes y me quedaron un par de apartamentos. Siempre tuve la intención de comprar un terreno para construir una cancha de Fútbol 5, pero nunca se dio y creo que ya no se va a concretar”.
“EL MEJOR DINERO QUE INVERTÍ FUE EN LA EDUCACIÓN DE MIS HIJOS”
Padre de Giovanni –volante de Peñarol- y de Bruno -19 años-, se emociona cuando habla de sus hijos… “Apenas pude culminar la escuela, ya a los 9 años trabajaba, por eso siempre obligué a los chicos a estudiar y lo digo con absoluta felicidad, el dinero que gané en el fútbol y mejor invertí fue en el estudio de mis hijos. Bruno, el más, chico, acaba de aprobar todos los exámenes del último año de liceo en el Instituto Crandon y se inscribió en la Universidad para cursar la carrera de preparación física. Bruno jugaba muy bien al fútbol, pero venía flaqueando en los estudios y un buen día le dije, “no va más el fútbol, a estudiar”. Fue hace dos años, me dolió más a mí que a él, pero el estudio era obligatorio. Hoy los dos están preparados para afrontar la vida con las mejores armas”.
“SIGO A BASÁÑEZ CUANDO PUEDO… JUEGO AL PAPI-FÚTBOL EN EL CRANDON”
-Su carrera de futbolista contó con dos mojones altos, Basáñez y Nacional…
-“A Nacional hace mucho que no lo voy a ver. Ya ni recuerdo el año, la última vez lo hice para llevar a mis hijos que eran chicos a un clásico que terminó cero a cero. De pequeños los dos eran de Nacional, después… A Basáñez cuando puedo voy a verlo a todas las canchas. Se me dificulta cuando le fijan los partidos los domingos a primera hora, ya que coincide con mi trabajo y el laburo es prioridad”.
-¿Nunca le picó el “bichito” de volver a jugar?
-“Nunca dejé de jugar, eso sí de delantero no va más. Ahora me tiro atrás y me pongo la “10”. Me divierto jugando en el Crandon de Papi-fútbol. Supe compartir equipo con Washington Tais y como rivales me tocó enfrentar a Marcelo Saralegui, Fernando Rosa, Mario Regueiro. Juego un domingo sí, un domingo no por el trabajo”.
“GIOVANNI HIZO MI SUEÑO REALIDAD, SIEMPRE QUISE TENER UN HIJO FUTBOLISTA”
-La carrera de Giovanni y su pase a Peñarol, el tradicional adversario de Nacional…
-“Ver a mi hijo jugando es un sueño hecho realidad. Siempre quise tener un hijo futbolista y es un sueño cumplido. Por suerte va camino a superarme… Lo sigo desde el primer día en las divisiones formativas de River Plate, no me pierdo un partido desde su debut en primera, fue en el año 2013 frente a Rentistas en el Estadio Centenario. No falto a un partido, si me toca trabajar, le pido a un empleado que me cubra el turno y a la cancha”.
-¿Lo sigue también en Peñarol?
-“Por supuesto…”.
-¿Y cómo le fue en el Estadio Campeón del Siglo?
-“Bárbaro… Fui junto a mí amigo “Colo” y pasamos muy bien. No me reconoció la gente, algunos periodistas y nadie más”.
Juan González, de goleador a feliz conductor del ómnibus 767 de Cutcsa y padre orgulloso de Giovanni, continuó sus pasos de futbolista y de Bruno, flamante universitario.