Janderson es puro manejo
Janderson Pereira, el dueño de la pelota. El brasileño fue el mejor de la cancha. Destacadas actuaciones de Bruno Montelongo y Diego “Toro” Rodríguez.
RIVER PLATE
Damián Frascarelli (6): Con tapadas interesantes. Siempre dio sensación de seguridad. Claudio Herrera (5): Clausuró su lateral. Santiago Carrera (5): Firme y expeditivo. Un zaguero de enorme futuro. Cristian González (5): En su nivel, sin errores. Baltasar Silva (5): Marca y proyección constante por su sector. Mario Rizotto (4): Faltas consecuitivas le costaron la expulsión. Gonzalo Porras (6): El patrón del mediocampo. Bruno Montelongo (6): Comienza a aparecer el Montelongo de siempre. Despliegue y dinámica, mostrándose permanentemente como salida. Janderson Pereira (6): Manejó y distribuyó con precisión el balón. Felipe Avenatti (5): Aportó su cuota de gol. Gabriel Leyes (5): Fue a todas. Le cometieron un claro penal que el árbitro no sancionó. Hamilton Pereira (5): Le dio mayor solidez al medio. Cristian Techera (5): Velocidad y gambeta, falló en el puntillazo final.
DEFENSOR SPORTING
Yonatan Irrazábal (5): Respondió con salvada providenciales. El juez lo “perdonó” tras el enorme penal que le cometió a Leyes. Emilio Zeballos (5): Al mejor estilo de un “pescador” apareció en el área rival para convertir el gol que valió un punto. Mario Risso (-): Lesionado dejó la cancha a poco del comienzo. Ramón Arias (5): Guapeó y empujó desde el fondo. Robert Herrera (5): Controló su lateral. Andrés Fleurquin (5): Pierna firme en el medio. Diego “Toro” Rodríguez (6): La entrega, dinámica y corazón de siempre. Felipe Gedoz (4): Muy poco, absorbido completamente. Aníbal Hernández (5): Intentó ponerse el equipo al hombro. Impreciso en la pegada, su fuerte. Ignacio Risso (5): Nunca se dio por vencido, buscando por arriba y por abajo. Diego Rolan (5): De más a menos. Muy buena primera parte, mostrando todas sus cualidades. Matías Malvino (5): Correcto desempeño. Damián Luna (5): Insinuó, más de lo que concretó. Federico Puppo (5): Con velocidad y oportunismo provocó jugadas de real peligro.