“Lo que me queda es disfrutar”
Confluyen en Juan Manuel Olivera una serie de factores que son comunes a varios futbolistas de buen nivel. Lo que no es común es que todos ellos, como ocurre con él, coincidan en una sola persona. Es Olivera un hombre de perfil bajo, modesto y de trato agradable, educado y trabajador; y, al mismo tiempo, es un nueve de área de lujo tanto por su físico como por su potencia, su efectividad, su jerarquía y, también, por un golpe que ha hecho estallar a miles de gargantas y que hoy sigue resultando atractivo como un imán: el golpe de cabeza. ¡Cómo cabecea Olivera, por Dios!
Los números, siempre fríos, no alcanzan para mostrar crudamente cuánto crece Juan Manuel en las adversidades, pero constituyen un inequívoco indicador de una carrera que lo llevó a pasear por el globo, a triunfar en Chile, a debutar en Danubio para luego volver dos veces y, naturalmente, a lucirse como centrodelantero de Peñarol, club con el que salió Campeón Uruguayo, torneo en cuya edición 2012-2013 fue goleador absoluto, y con el que llegó a una recordadísima final de América contra el Santos.
Estos recuerdos fueron uno de los temas centrales que Juan tocó con Tenfield.com TV hace pocas horas, entrevistado a escasos días del partido que enfrentará a la institución que lo vio nacer -Danubio- contra la que lo vio triunfar como nunca -Peñarol-. El encuentro se disputará el próximo sábado a las 19 horas en el Estadio Campeón del Siglo. Y en la Tabla Anual hay muchos nenes para un solo trompo. ¿Qué otro incentivo se necesita? Hablá vos, Juan.
