Nacional tropezó en Melo. Pese a ello, bien se puede afirmar que sumó un punto. Y lo logró gracias a la notable actuación cumplida por Sergio Rochet. Pero lo cierto es que perdió dos unidades y nada menos que la punta de la trascendente Tabla Anual, que volvió a manos de Liverpool. Las manos del arquero tricolor fueron, entonces, la única razón del cero en el Ubilla.  

En la primera parte, con cuatro excelentes tapadas, dos excepcionales, ahogó el grito de gol a los locales. Un dueño de casa súper activo, producto del despliegue de sus volantes, que coparon la cancha y se adueñaron del balón, manejó el trámite y el ritmo del encuentro. Cerro Largo fue peligroso e incisivo en ataque, aunque careció de efectividad. Y un tricolor desconocido, plagado de yerros, dependió exclusivamente del notable rendimiento de su capitán.   

En el complemento, Rochet sumó otras dos notables intervenciones. El número 1 albo fue una muralla inexpugnable contra todo el equipo local, que, si bien bajó las revoluciones, volvió a ser superior en lo futbolístico, aunque se mostró falto por completo de contundencia. Es que jugó más y mejor, pero no pudo romper el cero. El tricolor, reiteramos, desconocido, en su más floja performance del torneo, contabilizó una sola llegada de real peligro: el remate de media distancia de Camilo Cándido en los minutos finales.

Para Nacional, su presentación en suelo arachán resultó ser un punto de retroceso.

Yonathan Rodríguez, en la marca de Lucas Morales.