El reino del cero
En un partido con pocas emociones, Tacuarembó y Racing igualaron sin goles en el Goyenola. Los albiverdes se perdieron la chance de acercarse a la punta. Ninguno se fue conforme.
Gastón Alvite, el más peligroso en el ataque de Racing, lamenta no haber podido convertir.
La primera parte transcurrió con muy pocas emociones. Racing tuvo la chance más propicia en el tramo final. Gastón Alvite dio el pase al medio, y el remate, prácticamente desde el punto penal de Líber Quiñones, se fue caprichosamente por encima del horizontal. El albiverde desperdició una situación clarísima para ponerse en ventaja.
Matías Quintana, el golero del equipo capitalino, pasó un primer tiempo muy tranquilo. Tacuarembó solo inquietó con aislados remates de media distancia o con los tiros de esquina del argentino Gonzalo Díaz. Por eso no extrañó que al descanso ambos equipos se fueran igualados sin goles.
En el complemento, el trámite fue muy similar. Alvite tuvo dos nuevas oportunidades, pero no pudo mandar la pelota al fondo de la red. La única situación de Tacuarembó se dio cuando Gastón Colman quedó cara a cara con Matías Quintana. El golero de la “Escuelita” se lució con la que sería la gran atajada del partido.
Los cambios de los DT tampoco pudieron modificar la historia. El encuentro terminó con el anunciado empate sin goles. No hubo sorpresas y ninguno dejó el campo conforme con el resultado. Tacuarembó, por no poder ganar de local y por continuar con aquella sequía de goles. Y Racing por haber perdido una preciosa chance de ganar y, así, acercarse a la punta.
