Hamilton Pereira, figura de la etapa
Hamilton Pereira: "A veces es mejor dejar de lado lo económico para estar contento"
El Estudiantes y el Fritsa son dos de los clubes históricos del tacuaremboense, un fútbol con 106 años de leyenda. Allí, en la Institución Atlética Fritsa de Tacuarembó y el Club Atlético Estudiantes de la misma ciudad -y en la selección departamental- jugaron los hermanos Robert Pereira -lateral derecho, hoy con 39 años-, Edison Pereira -5, hoy 37 años- y Hamilton Pereira -5, hoy 27-. Los tres jugaron en las tres instituciones y en el Estudiantes que salió Campeón Departamental varias veces seguidas, llegaron a jugar juntos Robert y Hamilton Pereira. Los tres pasaron en distintos momentos por la Selección tacuaremboense, pero el único que llegó al fútbol profesional en el Tacuarembó Fútbol Club, cuando éste se formó para competir en la AUF fue Hamilton, llegando entonces a las divisionales formativas.
Hamilton Pereira: “A veces es mejor dejar de lado lo económico para estar contento”
-Empecé en el Fritsa -nos dice Hamilton Pereira, el mejor jugador de la etapa, que el sábado la rompió jugando en Danubio ante Peñarol en el Centenario-, Washington Silva me llevó al Baby Fútbol del Fritsa, donde jugaron mis hermanos, hice ahí gran parte del baby fútbol, después pasé al Wanderers, después, ya juvenil, al Estudiantes, donde también jugaron mis hermanos y después a formativas del Tacuarembó Fútbol Club donde me subieron a Primera en 2008. Debuté justamente contra Peñarol en 2008, con veinte años. El Indio Molina me había subido a Primera, pero en ese momento estaba en Tercera y el que me hizo debutar fue Hugo Parga. Fue increíble porque estando en Tercera, me invitaron un miércoles a entrenar en Primera para el domingo debutar con Peñarol. Empezó a llover, la gente de Peñarol en la tribuna estaba con paraguas amarillos y negros, me acuerdo y anduve bastante bien pero no pudimos conseguir el resultado. Perdimos en la hora dos a uno. Estuve un año en el Tacuarembó, después vine a Montevideo, a Peñarol, 2009-2010, muy joven. Fue muy difícil porque yo no conocía nada Montevideo. Es muy difícil manejarse acá. Yo todavía no tenía auto, me manejaba en ómnibus y ya tenía un hijo, Bruno, que hoy tiene seis años, cumple siete ahora en junio. Vine con mi pareja de entonces que ya no es mi pareja. Peñarol tenía problemas económicos, estuve tres meses sin cobrar, me rebusqué y tengo recuerdos muy lindos también, porque conocí a gente como el Tony Pacheco y Darío Rodríguez, me hice muy amigo de Emiliano Albín y lo lindo de salir Campeón, pero no se me dio la oportunidad de seguir. Me llevó Julio Ribas y lo echaron a los pocos partidos (después me pasó algo así en México, cuando me llevó Ángel Comizzo), vino Púa, después Aguirre y salimos campeones. Con Aguirre llegué a jugar diez minutos contra Danubio en Jardines. Volví a Tacuarembó -había ido a préstamo a Peñarol-, estuve seis meses más en el club y después seis meses parado porque no llegué a arreglar contrato y ahí Guillermo Almada me lleva para River, donde hice contrato por tres años. De River me fui a Morelia el año pasado y éste me vine a Danubio.
“Me costó un año adaptarme a River. Cuando llegué falleció Tudurí que hizo fuerza para que yo llegara; en los tres años que estuve en River siempre jugué pero el último fui titular prácticamente en todos los partidos con muy buenos momentos”
Soy del Barrio Diego Lamas, a cinco cuadras del estadio Goyenola. Hice la escuela 111 y hasta tercero en el liceo 5 y ahí dejé, porque estaba como loco con el fútbol y ya no estaba estudiando nada. Me dediqué de lleno al fútbol y tuve la suerte de poder llegar a profesional. Primero que nada soy hincha de Tacuarembó, porque nací ahí, tengo toda mi familia ahí y me dio la oportunidad de empezar a jugar. Bruno vive ahí. Yo trato de ir lo más que puedo para estar con él. Yo rehice familia. Mi señora, Mercedes Leites, también es de Tacuarembó. Nos casamos en México. Tuvimos un hijo, Filipo, que el jueves cumple tres meses.
-¿Cuál fue tu espejo como futbolista?
-Mis hermanos. No llegaron a jugar profesionalmente pero jugaron hasta los 35 o 36 años. Yo los seguía a todas las canchas. A mis padres les encantaba viajar cuando ellos jugaban en la selección de Tacuarembó. Desde muy chico viajé a verlos a todos lados de los torneos del Norte y en el barrio, el Diego Lamas, con los gurises andábamos atrás de una pelota desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos. Robert jugaba de lateral volante y Edison de 5. Fueron mis espejos. Los seguí a todos lados cuando jugaban en el Fritsa, en el Estudiantes y en la Selección. Con Robert jugué en la Selección, en el Estudiantes y salimos campeones en el Estudiantes. Hicieron una carrera amateur pero fueron ellos mis espejos.
“A Peñarol ya le había hecho un gol con River, de tiro libre, a Castillo, que le ganamos 4 a 2 salió jugador de la etapa Techera”.
Yo jugaba de volante por afuera en Tacuarembó y Almada me dijo que le gustaba que yo jugara de 5 y me empezó a poner de 5. Jugué con él seis meses en Tacuarembó y tres años en River y gracias a él pude llegar a salir afuera por la posición en que me colocó.
Hamilton Pereira es un jugador muy técnico, de gran recorrido, buen pasador y de buena pegada. La última temporada que hizo en River Plate fue especialmente memorable por el despliegue de su juego en un equipo que anduvo muy bien.
-Llegaste a Danubio a jugar la Libertadores… ¿Cómo encajaste?
-Con River había jugado Copa Sudamericana, pero es distinto. Como experiencia me sirvió muchísimo la Libertadores. Jugué contra grandes equipos, grandes jugadores y en el equipo muy bien. Por suerte tenía un amigo, Renzo Pozzi, que es de Tacuarembó. Me fue metiendo dentro del grupo. La verdad que son unos muchachos espectaculares, un plantel muy joven y hoy estoy loco de la vida en Danubio porque estoy logrando lo que vine a buscar, minutos y estar contento, porque en México no la estaba pasando bien, a pesar de lo económico. A veces uno tiene que dejar a un lado lo económico para buscar lo deportivo para volver después a lo económico, poder llegar a jugar en grandes equipos. Tuve la oportunidad en el Morelia que es un gran equipo pero deportivamente no andaba bien y hoy en día, en Danubio puedo salir Campeón.
-¿Cómo viviste el partido del sábado?
-Inolvidable. Uno de los partidos más redondos de mi carrera, porque arranco el partido haciendo un gol con la primera pelota a los cuatro minutos y arranca la confianza en uno y estaba en mi día, cada rechazo de ellos me caía en los pies, pasé casi todas la pelotas bien, que es muy difícil con tanta marca. Lo viví muy bien porque ganamos, que era el objetivo para el equipo porque sino Peñarol nos iba a sacar seis puntos y, aunque el torneo es muy parejo, hoy en día estamos en la punta con ellos y con una expectativa bárbara.
Hamilton Pereira: “en Danubio estoy logrando lo que vine a buscar”
