Hacia el hondo bajo fondo
Producto de incapacidades y falta de sueños cada día exigimos menos a nuestro fútbol doméstico. Uno puede ser pobre pero “trabajador e higiénico”. Frase de nuestros mayores comunicando valores en nuestra niñez. Y trasladado al fútbol significa que no olvidamos que nuestros mejores jugadores de 22 a 29 años no están aquí.
Pero si pretendemos un mejor nivel de juego asociado. Si las figuras de relieve clásico son Novick, Lembo y Damonte, hay algo que no funciona. Si confundimos intensidad con acciones coordinadas estamos a contramano de lo básico en el fútbol.
Si lo más importante, en comentarios, fueron el penal de Macalusso a Luna (fue penal), y las infelices declaraciones de Jorge Bava después del partido es que estamos muy cerca del piso de exigencias. Por no decir que ya nos viene bien cualquier cosa con tal de polemizar sin levantar la mira.
En lo futbolístico debió ser el día de Peñarol. Y no fue el de Nacional porque el técnico demoró los cambios.
CUANDO EL ALMA SE SUBLEVA
A. Cuando bajamos nuestras pretensiones.
B. Cuando vemos el pedido de diez jugadores, de nuestro medio a Tabárez.
C. Cuando se privilegia el esfuerzo al talento.
D. Cuando, por soberbios, se ataca a la prensa por actos deshonestos.
Sin prueba alguna.
E. Cuando se promociona el rostro de Alejandro González como hincha de
Nacional.
F. Cuando recuerdan y promocionan frases del golero Bava defendiendo
a Peñarol como jugador.
G. Y cuando vemos a la Tribuna Olímpica con una sola hinchada.