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Granger: “Cuando te dicen ‘vamos a asesinar a tu mujer y a tus hijos’, uno dice basta”

“Mi experiencia en Uruguay no fue buena y es algo que me decepciona. Hay gente de color en Uruguay que sufre”, Jayson Granger, en nota publicada por el diario AS de España.




Jayson Granger, en la nota que publicó este viernes el diario deportivo AS de España.


2 agosto, 2024
Básquetbol

Jayson Granger, brindó una larga entrevista que fue publicada este viernes en el diario AS de España. El basquetbolista se refirió a su regreso a filas de Estudiantes de Madrid y habló sobre su participación en la última edición de la Liga uruguaya.

 

A continuación, reproducimos en forma textual, parte de lo expresado por Jayson Granger, al periodista español José Ignacio Pinilla, autor del reportaje.

 

-¿Por qué decide regresar al Movistar Estudiantes?

 

Los últimos años fueron complicados para mi familia y para mí, y lo que buscaba era un poco de estabilidad, estar en casa. Tenía claro que quería volver a Madrid. Tuve alguna oferta de la ACB, pero quería estar en Madrid. Obviamente, las pocas oportunidades que tenía para jugar en Madrid eran el Estu o el Estu. Por suerte, pudimos comenzar a tener conversaciones y no fue una decisión difícil. Lo tenía bastante claro y pudimos llegar a un acuerdo para regresar a la que fue mi casa por tanto tiempo.

 

-¿Qué pasó en Uruguay?

 

Fue una situación… En mi cabeza estaba ‘voy a Uruguay, juego unos años en mi casa, en mi país del que me fui con 15 años’. Firmé un contrato de largo plazo, de tres años con Peñarol. Y mi objetivo era estar ahí, tener una estabilidad familiar, personal, un buen club… pero se dieron una serie de situaciones tanto dentro como fuera de la cancha que rozaron… traspasaron más bien los límites éticos que una persona debe aguantar, y más un jugador. Me encontré con una liga, con un lugar lleno de odio, de envidia y yo no tenía la necesidad, ni yo ni mi familia, de aguantar situaciones de tipo racial, insultos, amenazas. Así que tomé la decisión de salir. Lo intenté, no salió. Sigamos nuestra carrera en Europa. Y el objetivo claro era volver a Madrid, salió la chance de volver a casa y esto lo considero más mi casa que mi propio país. Son experiencias que a uno desgraciadamente le toca vivir, pero siempre pongo a mi familia por delante que el deporte. Y ella no se sentía segura y yo tampoco, así que tomamos esta decisión de pasar página y seguir con nuestra vida en Madrid.

 

-Le debió impactar toda esa situación

 

Sin duda. Sí, sí, es algo que no esperaba para nada. Era inimaginable para mí el hecho de las situaciones que me encontré: pabellones donde me insultaban, que niños de 10, 12 años me llamen cosas que acá o en cualquier otra parte del mundo son pena de cárcel. Eso es algo chocante. En Uruguay y en Sudamérica estamos bastante atrasados en esas cosas. Son cosas que parecen naturales, casi normales. Pero como uruguayo de raza negra no tengo que aguantar esa clase de cosas. Varios colegas americanos han vivido esas mismas experiencias, pero al final y al cabo es un país donde se habla español y ellos no lo entienden.

 

Los pabellones allá son muy pequeños. Yo me he tenido que limpiar escupitajos, he tenido que aguantar pisotones de jefes de seguridad, insultos raciales de niños de 10, 12 años con sus padres al lado descojonándose y llega un momento que cuando te dicen ‘vamos a asesinar a tu mujer y a tus hijos’, uno dice basta.

 

Mi estado mental y familiar supera a todo eso. Yo lo intenté, no salió bien. Mi experiencia en Uruguay no fue buena y es algo que me decepciona porque es lo que yo consideraba mi país, mi casa. Pero ya está, ya pasó, pasamos página. Pero ojalá que lo que me pasó a mí pueda ayudar a los chicos que vienen por debajo. Hay gente de color en Uruguay que lo sufre. Mi padre lo sufrió en su día cuando fue jugador en los ochenta. Es verdad que ahora con todas las redes sociales y con toda la tecnología que hay, uno lo sufre más pero bueno yo hice mi nota de prensa allá, expliqué mi situación y esperemos que eso pueda ayudar a que Uruguay y toda Sudamérica pueda concienciarse un poco sobre el racismo.