Gonzalo Bueno, de alta, tras la operación se apronta para volver a las canchas de Rusia
Gonzalo Bueno, se recupera de la operación de hernia inguinal, en el domicilio familiar que lo vio crecer en la zona del Buceo, rodeado del afecto de sus padres, hermanos y sobrinos. Nadie duda que en noviembre cuando retorne a Rusia para ponerse a las órdenes del entrenador del Kuban Krasnodar, lo hará cero kilómetro y pronto para volver a volar por las canchas rusas.
El Dr. Fernando Simonet, fue el encargado de intervenirlo quirúrgicamente de la molesta y dolorosa hernia inguinal. La operación catalogada de exitosa, se llevó a cabo el martes por la noche en el Hospital Británico, este miércoles al mediodía recibió el alta médica y se encuentra de regreso en el domicilio familiar.
El cirujano, le aconsejó guardar reposo deportivo y le indicó que el próximo martes se presentara en su consultorio, para ser examinado y recibir el definitivo alta médica.
Tras recibir el alta, se pondrá en manos del “Mago” Walter Ferreira, para comenzar con los ejercicios de rehabilitación. Se estima que en aproximadamente tres semanas podrá volver a la práctica activa de fútbol. En los próximos días se comunicará telefónica con las autoridades del club Kuban Krasnodar, para prolongar su estadía hasta los primeros días de noviembre en nuestro país y de esa forma completar la recuperación bajo la supervisión de Walter Ferreira.
“Estoy dolorido por la intervención, pero el médico me dijo que muy pronto podré dar inicio a la recuperación y desde ya estoy contando las horas para comenzar cuanto antes con la etapa previa del deseado retorno al fútbol. Hoy estoy cumpliendo reposo, en dos o tres días comenzaré a caminar y en una semana aproximadamente con los ejercicios de recuperación a la orden de Walter Ferreira, que se portó diez puntos conmigo. Un auténtico señor al igual que el doctor Carlos Suero. Confío a ciegas en Walter y también en el doctor Suero, no me puede quejar estoy en las mejores manos del país”.
Gonzalo cuenta actualmente con 21 años de edad, tras consagrarse vicecampeón mundial Sub 20 con la selección uruguaya, en Turquía en julio de 2013, fue transferido al Kuban Krasnodar de Rusia. Su vida dio un vuelco completo… “Hace un año y medio que estoy en Krasnodar y poco a poco me voy acomodando a su manera de ser, sentir y vivir el fútbol, que es muy distinta a la nuestra. Al idioma, que es muy difícil de comprender, recién le estoy agarrando la mano, sobre todo en materia futbolística. De tanto escuchar las indicaciones de los entrenadores, las comienzo a comprender e interpretar en la cancha. Fuera del Complejo deportivo del club, es muy distinto”.
El clima, el idioma, todas barreras a vencer por el juvenil delantero… “El frío es soportable en Krasnodar. Se encuentra al sur del país y además hay que tener en cuenta que no se juega en los meses más crudos del invierno. El campeonato se suspende en diciembre y se reanuda en los últimos días de febrero o primeros de marzo. En enero por lo general se otorga un período de licencia y en febrero la mayoría de los equipos realizan los trabajos de pretemporada fuera del país. Por el lado del idioma, hoy que convivo con mi novia, nos vamos adaptando, gracias a la ayuda de amigos que nos acompañan a todos lados. En los supermercados ya sabemos comprar leche, carne. Día a día vamos mejorando y comprendiendo mejor el idioma”.
En el rival tradicional de ciudad, juega un ex compañero tricolor Mauricio Pereyra… “Con Mauricio y su mujer, somos amigos, ellos nos ayudaron mucho. Convivimos en el mismo complejo de edificios y estamos todo el día juntos, en su casa, en la mía. Es un gran apoyo contar con Mauricio, un tipazo, a mi lado”.
La adaptación al fútbol ruso no es fácil para nadie. Desde su arribo al club Kuban, ha alternado en el equipo… “No es fácil y menos cuando te toca jugar fuera de puesto. A mi arribo me colocaron en una posición en la que nunca había jugado y me costó muchísimo adaptarme. El entrenador actual me volvió a mi posición habitual de delantero y creo haberle respondido. Hace un mes y medio me comencé a sentir incómodo producto de la lesión e indudablemente bajé el rendimiento. Espero al retornar poder jugar con continuidad. Si no es así, pediré para ser cedido a préstamo por los próximos seis meses para jugar en otro equipo y volver en la mejor forma futbolística a cumplir con los otros tres años de contrato que me unen al club”.
Gonzalo Bueno, se recupera rodeado de sus afectos familiares y pronto para comenzar con la recuperación bajo la supervisión de Walter Ferreira, para ponerse cero kilómetro y volver a volar por las canchas rusas.