Torgnascioli, el jugador de la etapa
El salteño Franco Torgnascioli fue el mejor jugador de la etapa, asegurando el cero en el arco de Danubio ante Racing. “Atajó hasta el viento” fue el concepto del cronista de Tenfield.com. Su espejo es Manuel Neuer. “El mejor arquero de todos los tiempos porque cambió el concepto de atajar. Más allá de los monstruos de otros tiempos que es difícil comparar, Neuer es el arquero protagonista, ataja con una facilidad genial y define desde el arco el juego del equipo”.
Franco Torgnascioli es del barrio Saladero de Salto. Jugó en el Saladero de Baby Fútbol, en el Peñarol de Salto y en el Club Ferrocarril de Salto. También en la selección salteña de Baby Fútbol, de Sub-15 y de Sub-18. Fue Campeón del interior con la Sub-18 pero le faltó jugar la final porque se vino a Danubio y al fichar y debutar en quinta ya no pudo participar de OFI. Llegó a ser tercer arquero de la Celeste Sub-20 que dirigía Diego Aguirre y después fue cedido a préstamo a Boston River, practicó en Cerrito, en Miramar Misiones y en Racing pero fue Boston River el club al que siempre quiso regresar por el cariño que le tomó al cuadro. También quiso regresar a Salto, porque extrañaba mucho a la familia.
-Soy muy familiero y muy casero. Somos una familia muy pegada, muy unida. Cuando tengo vacaciones voy a Salto y la mayoría del tiempo la paso en casa. Cuando recién me vine a Montevideo, en el 2007, con dieciséis años, aunque Danubio me dio todo y estaba bárbaro en la casita de Danubio, en lo de la vieja Esther, en Spencer y Veracierto, extrañaba el barrio donde todo estaba cerca. Me costó adaptarme a una ciudad como Montevideo, a viajar en ómnibus, a no tener a mi familia a mi lado, tanta gente que no conocía, era todo muy distinto. Me acuerdo que una vez llamé a mi vieja para decirle que no aguantaba más, que me volvía a Saladero y ella me dijo que aguantara un poco más, que estaba haciendo lo que me gustaba, que no volviera. Después que salí adelante y un día volví a casa de vacaciones, mi madre me confesó que aquella vez que la llamé fue a ella a la que más le costó aguantarse de decirme que largara todo y me volviera a Salto a estudiar, pero ella sabía que lo que a mí me gustaba era el fútbol y si me volvía, algún día se lo iba a reprochar.
-¿Sos de una familia futbolera?
-Sí, mi viejo fue presidente del Club Saladero, del que soy hincha. No sólo tiene Baby Fútbol, también tiene un lindo cuadro en la B de Salto. Mi viejo, por llevarle la contra a los de Peñarol y a los de Nacional, decía que era hincha de Danubio. Es muy contra; en realidad no sé por qué eligió Danubio, creo que por contra nomás, pero decía que era hincha de Danubio y yo veía fútbol por televisión pero hinchaba siempre por el más débil. Yo soy hincha de Saladero y ahora me hice de Danubio porque cuando salía en préstamo a Segunda División, hinchaba por mis compañeros de Danubio que estaban en Primera División.
-¿Quiénes influyeron más en tu fútbol?
-Wilson Alfieri en Peñarol de Salto, en Ferrocarril Mario De Souza y el Bambino Viera como entrenador de goleros. En Danubio llegué y el técnico era el Rata Dalto y el entrenador de arqueros Carlos Arias. Después todos suman. Aprendí mucho del Loco Navarro y ahora del Pipa Rodríguez que estamos entrenando muy bien y la confianza que me han dado en Danubio y tambie´n el técnico de Boston River, Marcelo Carrasco, que puso toda la confianza en mí para que agarrara el arco.
-¿Cómo fue tu vida desde las inferiores de Danubio?
-Yo vivía en la casita de Esther. Estuve un año ahí. Fue muy bueno para adaptarme, con Julio Ferrón nos íbamos en bicicleta al liceo 10, de Mataojo y Avenida Italia. Al año siguiente fui a vivir a lo de mi prima Nadia, en el buceo, Ramón Anador y Propios, porque ya tenía contrato y tenía que valerme por mí mismo. Vivía también ahí un amigo de ella, Pablo, vivíamos ahí los tres para abaratar gastos. Tomaba el 195 en Solano López, que me dejaba en el Complejo y a la vuelta iba a comer a la sede, que tenía restaurante que nos daba la comida. El primer semestre en Danubio salimos campeones. Yo era suplente, el titular era el Chiquito Banchero que era arquero del Sub-17, pero en un partido lo echaron por hacer un penal, entré y le atajé el penal al Morro García. De Ahí quedé como titular y salimos campeones del Apertura. En el Clausura perdimos la final con Nacional, 6 a 2, una final inolvidable. Tenía un cuadro bárbaro Nacional, con el Morro, Facundo Píriz, el Seba Coates, nos pegaron un baile bárbaro. Después en Cuarta, terminamos iguales en puntos con Peñarol y perdimos 1 a 0 la final con Peñarol. Y al año siguiente me suben a Primera. Estaban el Coco Conde y Mauro Goicoechea. Llegué como tercer arquero. Bajaba a jugar en Tercera. Después fui suplente en Boston River. Atajaba la Araña Salgueiro. Perdimos por penales el ascenso con Cerro Largo. Después volví un año a préstamo a Boston River de titular. En el primer semestre perdimos la final del ascenso con Miramar y al siguiente semestre nos fue bastante bien, quedamos a tres puntos del primero y ahí me llamaron para volver a Danubio para ser suplente de Salvador Ichazo. Salimos campeones y ahora me tocó jugar y estoy espectacular, más con el debut soñado que tuve, de jugador de la etapa y todo eso. Mejor esperado imposible, porque estuve entrenando siempre para este momento y al final se me dio de la mejor manera. Que te salgan bien las cosas te gratifica. El atajar es mi vida, desde chico. Me conocen todos por ser arquero. Soy el arquero de la familia, el arquero de los amigos y atajar es una alegría bárbara.
-¿Cómo fue la Sub-20 de Aguirre?
-Estaba de tercer arquero en el proceso del Mundial de Egipto. Estaban Martín Rodríguez, Nicola Pérez y yo tercero. Después viene Martín Campaña faltando una semana y quedé afuera del plantel, pero fue una experiencia que me sumó muchísimo, fue una de las cosas más lindas que he pasado. Parecía todo muy lejano cuando me vine del interior y era la última chance de una Sub-20, porque ya después tenía que apuntar a Primera, a la Mayor. Conocí muchos compañeros que fue muy lindo conocer. Desde que empecé a jugar al fútbol mi ilusión fue estar en la Selección Mayor y voy a hacer hasta lo imposible para poder estar.
-¿Cuál fue tu espejo como golero?
-Me gustó mucho Julio César, pero mi espejo es Manuel Neuer, no sólo por lo que ha logrado, sino por lo que da en cada partido. Se involucra enteramente en el juego, hace trabajo de arquero-zaguero, además de ser atajador y salir bien, es un arquero que te hace jugar al equipo de una manera diferente. Para mí es el mejor de la historia, por protagonismo en el partido. He visto videos donde he visto grandes monstruos de arquero, pero a Neuer lo veo atajar y parece que no hace ningún esfuerzo para atajar y resuelve jugadas y gana partidos él. Hace cosas que no he visto en ningún otro arquero, ni en videos. Ataja con una facilidad genial y define desde arco el juego del equipo. Es muy difícil comparar las épocas. Si ponés un arquero de ahora a atajar antes va a atajar más porque es otro entrenamiento, la pelota más rápida, como todo, pero nunca vi un arquero tan protagonista.
-Algo para agregar…
-Agradecer a mi familia, a mi madre, Sandra, a Mario, mi padre, de los que siempre el apoyo fue impresionante, a todos mis primos, Nadia, Anita, Pablo, mi hermano, Renzo, mi novia, Patricia, que ayer fue a la cancha sola, mis abuelas, mi abuelo Tito, que es fallecido, y a mi amigo Tulio, que me abrió las puertas de su casa, que para mí fue otra familia acá en Montevideo.