Forlán: “Como amigo y uruguayo me siento orgulloso de Suárez”
Diego Forlán, en su columna periodística semanal, en el periódico “The National”, se refirió al momento deportivo por el que atraviesa Luis Suárez en Barcelona.
“Como amigo y uruguayo me siento orgulloso de él y le felicito por haber marcado el gol de la victoria en el clásico contra el Real Madrid que se disputó la semana pasada.
Vivimos en lados opuestos del planeta pero hablamos a menudo. En Liverpool se encontraba muy a gusto y sentía verdadero aprecio por ese club pero su decisión de marcharse a Barcelona fue la correcta. En aquellos momentos le venía bien un cambio, además se trataba de una ciudad que conocía bien, en la que residen sus suegros y se habla español.
En cualquier caso, ¿qué jugador podría resistirse al Barça y a compartir equipo con algunos de los mejores jugadores del mundo?
Le costó adaptarse al Barcelona porque es humano y necesitaba tiempo para habituarse a su nueva vida y conocer a sus compañeros. En este sentido, la sanción que le prohibió jugar durante varios meses no le sirvió de mucha ayuda pero a partir de su regreso en el clásico de octubre empezó a adquirir ritmo y a acostumbrarse a su nueva función en el equipo.
Al igual que en la selección uruguaya, en el Liverpool jugaba como único delantero o con un jugador detrás. Tenía espacio. El Barça cuenta con tres delanteros y sus rivales juegan más atrás para evitar crear espacios y él se ha adaptado bien. Antes del clásico del domingo ya era un jugador importante en el Barça con varias asistencias e importantes goles acumulados. Lleva más asistencias que goles, lo cual indica un cambio en su manera de jugar. Si desvía la atención de Neymar y Messi es bueno para el Barça.
Luis fichó por un club en transición que cerró la temporada pasada sin ningún título. Esta temporada el equipo está mejor y él está teniendo éxito. Algunos pensarán que el Barça no necesitaba otro goleador pero Luis aporta algo diferente al equipo. Sus goles y asistencias son diferentes porque es un tipo de jugador distinto de Neymar y Lionel Messi. También sabe jugar en equipo y es consciente de la importancia de las asistencias.
Todos los delanteros se llevan bien, lo cual es un factor importante y no siempre frecuente, pero no me sorprende lo más mínimo que tres sudamericanos sean amigos.
Luis es de Salto, una pequeña ciudad justo en la frontera con Argentina y no muy lejos de Brasil con una población de tan solo 100.000 habitantes. Él y Edinson Cavani son de allí. ¿Qué otra ciudad de tan reducido tamaño ha dado dos delanteros de talla internacional? Pedro Virgilio Rocha, un icono uruguayo del fútbol que jugó con mi padre también era de Salto.
Me di cuenta del potencial de Luis la primera vez que jugué contra él cuando jugaba para la selección sub-20 de Uruguay en un partido de preparación para el Mundial de Canadá. Tenía un talento extraordinario; sin embargo, en aquella ocasión no hablamos mucho y no fue hasta su debut oficial con la selección uruguaya que empezamos a conversar.
A principio era un poco tímido, como la mayoría de jugadores que se unen a un nuevo equipo pero se notaba que era un buen tipo. Al empezar a tratarle me di cuenta de que era una persona educada, respetuosa y con ganas de aprender. Teníamos muy buena relación tanto dentro como fuera del campo.
A lo largo de su carrera, Luis ha sufrido fuertes altibajo y yo he sido testigo directo de algunos de ellos. En el Mundial 2010 me confesó que se sentía deprimido y frustrado porque no había conseguido marcar ningún tanto en los dos primeros partidos contra Francia y Sudáfrica.
Sin embargo, estaba jugando bien y contribuyendo al éxito del equipo, que era lo que más importaba. Ahora él también lo entendería así pero en aquella época no, pensaba que marcar goles era lo único que importaba. Le di ánimos y anotó un tanto en nuestro tercer partido, el único del encuentro contra México.
La gente a menudo me pregunta cómo es Luis y yo les contesto que en el terreno de juego es un luchador cuyo único deseo es ganar y que, para conseguirlo, discute y hace todo lo posible dentro del reglamento. En su opinión, el fútbol no es un deporte de guante blanco, y es consciente de que es un juego que comporta cierto riesgo y agresividad. Fuera del campo lleva una vida muy familiar con su mujer e hija. También mantiene una buena relación con su hermano.
Al no poder jugar para su club ni para su país, a principios de temporada pudo dedicarle mucho tiempo a su familia. No haber jugado durante los primeros meses puede resultar una ventaja al final de la temporada ya que su desgaste será menor al no haber viajado o jugado tantos partidos como los demás jugadores. Esto debería beneficiar al Barça, más que el Uruguay (todavía cumple una prohibición internacional)”.