Fénix puso el hombro
Fénix empujó con el corazón y Gustavo Viera igualó 1:1 el partido ante Liverpool el partido que el equipo perdía por el gol de su hermano Santiago. El albivioleta sufrió dos rojas y ganó un puntazo.
El miércoles se llenó de emoción en el Parque Capurro: Fénix y Liverpool empataron 1:1 en un partido que ofreció de todo. El albivioleta igualó con el corazón y empujó pese al factor negativo de la expulsión de Maureen Franco, uno de los cambios en la búsqueda de la reacción. La apuesta ofensiva de Ignacio Pallas le dio resultado en la insistencia. El punto se transformó en puntazo por la circunstancia adversa del desarrollo. Entonces con diez, los minutos de Gustavo Viera, conectado a Ignacio Pereira, construyó el desahogo para equilibrar. El delantero se asoció al grito máximo como su hermano Santiago que había adelantado a Liverpool en la primera parte.
El desenlace caliente con dos rojas más, de Ángel Rodríguez y de Fabricio Díaz, dejó al local con nueve jugadores. En consecuencia, el final estuvo lejos del lamento porque Fénix se llevó un sabor diferente y en ese sentido sumó más.
Liverpool ejerció una notoria superioridad, once contra once. Atacó por las bandas y asistió a los delanteros. Antes de la ventaja de Santiago Viera en un avance profundo por izquierda, Sebastián Fernández también se acercó al desequilibrio en un apelota que pasó muy cerca del palo izquierdo de Luis Mejía. Además, generó el penal que Federico Martínez levantó por encima del horizontal. El mejor momento del equipo de Belvedere no disimuló las oportunidades perdidas.
Pallas tuvo mucho que ver en el envión anímico de Fénix. El entrenador arriesgó con Franco, Amaral e Ignacio Pereira. Luego incluyó a Estoyanoff. A falta del fútbol de encuentros anteriores, afloró el corazón.