Suárez se colocó la celeste de Uruguay en exclusividad para tenfield.com
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales)
La noticia de la lesión de Luis Suárez y su inmediata intervención quirúrgica mediante artroscopia, fue un impacto tremendo en la afición uruguaya. No sólo por lo que su afección significaba. Una merma enorme en las posibilidades de Uruguay en la Copa del Mundo. Los celestes recibían, en el umbral del torneo, un golpe muy duro. Sin embargo, el mayor dolor de todos los uruguayos ante la lesión expresaba algo mucho más importante que la simple tristeza por la notoria disminución de las posibilidades de clasificar a segunda ronda, que su ausencia significaba para el rendimiento del equipo.
Fruto de su entrega y amor por la camiseta celeste, Suárez se ganó el corazón de todos los orientales, por encima de partidarismos. A tal grado llegó esa identificación, esa comunión entre el salteño y el pueblo, que lo convirtieron en ídolo, erigiéndolo en ejemplo de entrega total y lucha hasta la última gota permitida por el esfuerzo.
Con su forma de ser, su pinta de malo de la película –aspecto que muy bien explotó la publicidad que grabó para Abitab-, el pueblo uruguayo todo madrugó cada domingo para sentarse ante la pantalla de la televisión, convertidos en fanáticos hinchas del Liverpool británico.
Si todo eso fue capaz de lograr este salteño al que Montevideo adoptó en su niñez, la noticia confirmada el martes pasado, en “Sete Lagoas”, de su retorno a la titularidad, conmovió nuevamente a todos. Cuando, con su propia voz Suárez expresó que se encontraba pronto y agradeció a los médicos y en especial al fisioterapeuta Walter Ferreira que tuvo a su cargo la recuperación luego de la intervención quirúrgica, estoy seguro que allá lejos, en Uruguay, a todos los habitantes de nuestra tierra les volvió el alma al cuerpo. Porque su vuelta, su retorno, se produce en momentos en que la selección se encuentra en el CTI, en cuidados intensivos, al borde del precipicio. ¡Aquí está el gran valor de su actitud, de apurar el reintegro a la cancha y de ponerse nuevamente la camiseta celeste! ¡En esta oportunidad es donde se ve el amor de Suárez por la selección! ¡Queda en evidencia la buena madera sobre la cual el destino talló su corazón celeste!
¿Una estrella del fútbol europeo, donde la profesión se toma como tal sin tener en cuenta la pasión y la emoción, actuaría de esta forma en una instancia similar? La respuesta es difícil. Personalmente creo que no. Escurriría el bulto. Acusaría dolores para escaparle al retorno en circunstancia tan, pero tan difícil, como será el encuentro de hoy ante Inglaterra.
Por todos estos motivos, para reconocerlo y valorarlo en toda su dimensión, tenfield.com preparó enorme legión de seguidores, una producción especial, con la cuál comenzamos a vivir este jueves 19 de junio, fecha del nacimiento del fundador de la orientalidad, el Gral. Artigas, convertido luego en el Día de los Abuelos. La circunstancia de estar alojados en el mismo hotel que Uruguay y la cercanía de nuestro fotógrafo Fernándo González, permitió esta nota gráfica exclusiva. ¡Luis Suárez se coloca ante la cámara de tenfield.com la camiseta celeste con la que hoy retornará a defender con todo su amor la gloriosa enseña de la Patria! La producción fue realizada en la víspera, antes que esta mañana, cumpliendo con una de las cábalas personales, Luisito, el Bombardero, el Pistolero como lo bautizó Rodrigo Romano en las emisiones de Tenfield en directo, procediera esta mañana de jueves, después de levantarse, a afeitarse esa sombra de barba que aquí muestra en su cara.
¡Vamo’arriba Luisito! Lo que ha realizado por defender a la celeste, eleva más aún su condición de buen hijo de la Patria, heredero del legado de tantos cracks uruguayos que en la historia han sido torres gigantes que se mantienen vigentes por encima del paso del tiempo.
¡Ah… finalmente, estas fotografías no las encontrará en ningún otro medio audiovisual de Uruguay o del resto del mundo!