Exclusivo: con el Dr. Edgardo Barboza
Cardiólogo, deportólogo y “evaluador” del estado físico de los jugadores, el Dr. Edgardo Barboza -un experto en temas de la altura y las reacciones del ser humano ante ella- brindó un amplio análisis del tema y fue tajante.
Por Atilio Garrido. Fotografías Fernando González
El Dr. Edgardo Barboza está próximo a cumplir dos décadas volcando su sabiduría estudiada en los libros y la experiencia acumulada como “evaluador” del estado físico de los jugadores. Posee –además- los ricos análisis que surgieron de la única vez que un plantel de jugadores uruguayos desarrolló, lo que podríamos llamar una “mini-adaptación” a la altura. Ocurrió cuando a la selección la dirigía Daniel Alberto Passarella y aprovechando –como lo hubo en esta ocasión- un espacio de tiempo para intentar luchar ante Bolivia en el Estadio Hernando Siles en similares condiciones, se llevaron a cabo 22 días de entrenamiento en altura.
-¿Cuándo conoció la altura de La Paz?
-“En 1997 fue mi primera experiencia con la selección que dirigía Roque Gastón Máspoli y tenía a Osvaldo Giménez como ayudante y al Dr. Carlos Voituret en el cargo de médico jefe. Estuvimos 15 días lo que me permitió algo muy útil, como fue concurrir al Instituto Biológico Boliviano de la Altura donde se llevan a cabo, desde hace muchas décadas, diversos trabajos sobre los efectos de la altura. Después, en las eliminatorias para el 2002, durante los 22 días que la selección de aclimató a la altura en la época que la dirigía Passarella, se desplegó un trabajo enorme, enorme –reitero- de relevancia a nivel Sudamericano, que siempre voy a otros países me lo piden. Especialmente los brasileños, porque ellos sufren mucho la altura. A los médicos de Brasil les gustó ese trabajo que hicimos con Passarella. Fue el mismo que se presentó en el 2007 ante la Conmebol, para defender la posición uruguaya que solicitaba no competir en la altura. Las conclusiones que llegamos en ese trabajo, tenían validez porque se llevó a cabo con una selección clase A”.
-La primera vez que Uruguay compitió en la altura fue en 1961, partido ante Bolivia por las eliminatorias para la Copa del Mundo de Chile 1962. Al terminar el partido, el médico de la Selección, el Dr. Roberto Masliah, y el director técnico, Enrique Fernández, manifestaron que los jugadores realizaron un esfuerzo sobrehumano y que no se debía jugar más en La Paz. Y se cumplió, porque en 1963, cuando Bolivia organizó el Campeonato Sudamericano –que dicha sea de paso lo ganó obteniendo el título de campeón-, Uruguay no participó por los motivos expresados.
-¿Cuál es su opinión de experto en el tema?
-“En 1997 los médicos bolivianos hicieron un exhaustivo estudio analizando 3.000 partidos disputados en la altura. Se tomaron la molestia de trabajar estadísticamente con cotejos por torneos locales en altura y llano. Los los mismos médicos bolivianos llegaron a la conclusión de que jugar en la altura es una ventaja deportiva. Uno de esos autores, fue el Director del Instituto Biológico Boliviano de la Altura. Ese libro fue publicado en 1997. Inclusive, el referido doctor me entregó un ejemplar para el Dr. Voituret, a quién se lo llevé, con una dedicatoria de su parte. Era concluyente: jugar en la altura representa una ventaja deportiva. Ese mismo médico, en el 2007, durante las reuniones de la Conmebol, fue quién defendió la tesis contraria a la nuestra. Estuvo a favor de mantener a La Paz como sede de los partidos eliminatorios. Por presiones políticas se vio en la obligación de cambiar su discurso. Insisto, el documento está publicado, está a las órdenes de quién lo quiero, es muy ilustrativo y categórico”.
-En La Paz no hay hipódromo porque los caballos de carrera no pueden competir, se mueren.
-“Bueno, yo no soy veterinario. Pero, es inhumano jugar en La Paz. Soy cardiólogo, deportólogo y me gusta experimentar las cosas. En 1997, cuando vinimos con la selección de Máspoli, jugué un pequeño picado de fútbol y me vino un dolor en la zona precordial, que no se lo dije a nadie. Lo guardé para mí, me lo tuve que bancar solo, porque se imagina Vd. lo que iban a decir si el cardiólogo de la AUF tenía un infarto ahí. Pobres jugadores. Después durante la etapa de aclimatación con Passarella, nos hizo jugar al fútbol, integrando un equipo con los técnicos, profesores y médicos. Fue un calvario tratar de desplazarnos en la cancha. Le insisto, es inhumano jugar en La Paz”.
-A propósito, ¿cómo fue esta etapa de “mini-aclimatación”?
-“Nosotros fisiológicamente hicimos 5 días primero en Cochabamba, que tiene menor altura que La Paz, para lograr un primer estímulo para los glóbulos rojos. Después subimos. Hicimos un yo-yo test de test de resistencia en el llano con el Prof. Alejandro Koan- antes de iniciar el proceso. A los 7 días de estar en la altura hicimos otro. Promediamos un 50% de la distancia recorrida en el llano. Nos queríamos tomar un avión y volver ya a Montevideo. Después reiteramos el yo-yo test a los quince días y ya habíamos subido brutalmente a un 75%. Llegamos al día del partido sin una aclimatación correcta para muchos jugadores, porque ese porcentaje era el promedio, es decir que hubo algunos que estuvieron bien y otros no. Después, se sabe que los jugadores más pequeños de talla, como consumen menos oxígeno estarían en mejores condiciones para actuar. Raúl Madero como exjugador y colega actual me contaba que odia La Paz. Él estuvo en esa reunión en la Conmebol apoyando el planteo de Uruguay”.
-En aquel partido del 2000 hubo jugadores que rindieron muy bien y otros no tanto…
-“Fíjese otro tema vinculado con esto. En la altura existe, también, el factor raza. Nosotros teníamos a Meneses, a Franco que tenía un muy buen yo-yo test, Varela y Regueiro. Dicen, teóricamente, que los de raza negra sufren mucho la altura. Lo afirman en Brasil. Pero nosotros tuvimos a Franco que anduvo bien. Meneses, en cambio, pobrecito sufrió mucho, enormemente. Decía que había que colocarle una bomba a La Paz. Así que con respecto a la raza del jugador tuvimos respuestas a la altura en ambos sentidos. Luego, más acá en la época de Tabárez, evaluamos el tema de los jugadores altos, que se sostiene que al consumir más oxígeno, merman más el rendimiento. Tuvimos el ejemplo de Abreu que respondió bien –casi hace el tercer gol al final- cuando empatamos 2 a 2. Hay diferentes respuestas, pero siempre el tema es individual”.
-¿Qué ocurrirá el jueves en esas seis horas que los jugadores estarán en La Paz?
-“Esas horas de estadía entraremos en una zona blanca, donde no hay tanta sintomatología. No se sufren tantos efectos adversos y esperemos que eso nos permita lograr un resultado positivo para nosotros”.