Deivis Barone, el capitán y “dueño” de Atlético Tucumán
Dos goles de Davies Barone para la victoria de San Martín de San Juan ante Independiente Rivadavia de Mendoza, por la B Nacional..
El capitán del Atlético Tucumán reflexionó sobre la actualidad del fútbol uruguayo, mientras su equipo se hallaba en nuestro país preparando la temporada. Además, destacó la visión que se tiene del futbolista uruguayo fuera de fronteras y su deseo de algún día volver a River Plate.
El uruguayo Deivis Barone es el capitán del equipo y la figura más respetada del plantel.
Allá por el 2009 arribó a Tucumán, para volver a probar suerte en un medio exigente como el argentino. Hoy, cuatro años después, todos aseguran que es el dueño del cuadro: “estoy muy cómodo, bien instalado con la familia. La gente me aprecia mucho, valora lo que uno hace adentro y afuera del campo de juego. Es un club con objetivos claros, que siempre aspira a ser protagonista”, destacó Barone sobre su actualidad en el Atlético. El equipo de la B Nacional del vecino país llegó a Uruguay para realizar la segunda parte de la pretemporada, luego de encarar los primeros trabajos en provincia de Salta, “es especial para mi por el hecho de volver a nuestra tierra, reencontrarse con la familia y compañeros”.
Este oriental que hoy luce su cabeza rapada tal cual dicta la moda de la que hacen uso muchos futbolistas del mundo, por su imágen no tiene casi puntos de contacto con aquel futbolista de amplia y frondosa cabellera que buscó su destino en la zaga de Nacional de Montevideo. Nacido en la capital del departamento de Canelones el 28 de agosto de 1979, llegó al fútbol montevideano para lucir la camiseta albirroja de River Plate. Como todos los jugadores uruguayos de este mundo actual del fútbol, entre ceja y ceja tenía aquel back del nombre imposible de pronunciar y escribir -Deivis-, la decisión de ganarse un lugar bajo el sol luchando por el camino de la emigración. Primero jugó en Argentina, en Instituto de Córdoba. Luego ancló sus ilusiones en Junior, en las calientes tierras de Barranquilla donde Diomedes Díaz popularizó el vallenato. Sus actuaciones en el exterior y la necesidad de Nacional de Montevideo de buscar un hombre de jerarquía para la defensa, determinaron su retorno al pago. Una temporada sin mucho éxito y, otra vez, el difícil camino de la partida. Venezuela y su fútbol en franco evolución marcaron el nuevo destino. Primero en el Unión Atlético Maracaibo, tierra petrolera por excelencia y, después, a la capital para jugar en el más conocido Caracas FC, uno de los clubes fuertes del ascendente fútbol venezolano.
Cuando la cédula de identidad marcaba justo los 30 años. Cuando no había colmado sus ilusiones de afirmarse en un club para aquerenciarse y buscar la prosperidad económica, otra vez la valija y la emigración. San Miguel de Tucumán, la ciudad donde se declaró la independencia de la Argentina, recibió las postergadas esperanzas de aquel “canario” luchador. La camiseta albiceleste de Atlético Tucumán y la renovada pelea de siempre…
“Argentina es la liga más competitiva del continente” afirma Barone mientras acomoda su humanidad en el mullido sillón del hal del hotel Cala di Volpe donde accedió a la charla franca y cordial. “Es muy pareja, en todas las categorías ninguno te regala nada. Clubes como Racing, San Lorenzo, Rosario Central y últimamente River tuvieron que jugar en el Nacional B al sufrir el contraste del desceno. Y River estuvo esperando hasta los últimos partidos para ascender directamente”.
LA VIOLENCIA Y LA SUSPENSIÓN DE LA “COPA BIMBO”
Los motivos los que determinaron la suspensión de la Copa Bimbo que su equipo disputaba – incidentes en el partido clásico – no le son ajenos para nada: “es algo que no nos abandona, está siempre ahí el tema de la violencia. En Argentina también es habitual que pasen estos hechos en los estadios. Tenemos que saber convivir con esto, pero en algún momento llegará un punto final y se solucionará de alguna manera. Vendrá alguien, no se si con mano más dura o como, para que los reales protagonistas sean los jugadores de fútbol”, sentenció el defensor.
Deivis Barone, cumplirá 34 años en agosto, y es un zaguero con trayectoria en la region, un puesto que encuentra a compatriotas con destaque por distintas partes del mundo: “creo que todos los jugadores uruguayos están muy bien vistos por el temperamento, la garra, el no entregarse nunca… En todos lados, en una misma categoría, hay muchos uruguayos que los llaman para completar los equipos o para ser protagonistas. Uno orgulloso por ver más compatriotas en otros equipos”. ¿Cómo habrá vivido el último tiempo de la selección, siendo que ya jugaba en el extranjero? “Lo que fue el Mundial y la Copa América, lo viví en Argentina mismo. La verdad que fue impresionante. Para los argentinos fue un golpe muy duro, un fracaso. Para nosotros como uruguayos al estar viviendo allí, fue una emoción tremenda”.
Si bien Deivis Barone se siente con cuerda para rato, para mantenerse en Atlético Tucumán, igual proyecta en voz alta lo que puede ser un horizonte no tan lejano en Uruguay, “todavía quiero seguir jugando afuera, es la idea. Cuando me toque regresar, ver que posibilidades hay. Siempre en la cabeza está retirarse donde uno se inició, en mi caso River, que hice todas las inferiores y debuté en primera allí. Estoy muy bien físicamente, me he cuidado toda mi carrera para llegar a los últimos años en forma. Por ahora es esa alegría, y cuando pegue la vuelta veré que equipo toca, pero cuando sepa que ya es el final.. River Plate”.
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De hablar y preciso, este zaguero “canario” se siente un profesional que vive para el fútbol. Por ese motivo, cuando se suspendió la Copa Bimbo y Atlético Tucumán buscaba cambiar los pasajes y obtener la lugares para una delegación numerosa en medio de la problemática de la conectividad que enfrenta Montevideo con el cierre de Pluna, la línea aérea uruguaya, no dudó un instante. Junto a su familia, en su auto, inició el largo camino para volver a Tucumán cuánto antes y culminar la parte final de la pretemporada.
