Espejismo
En una columna anterior; “Al fondo que hay lugar”; la misma es prácticamente de reivindicaciones, los que la viven saben que es así y de la otra parte que son los que postergan las mismas también saben que es así, el resto quizás lo sepa, pero no lo viven, entonces el sentimiento y su comprensión es diferente . Cuando uno reivindica nunca gasta tinta, pueden creer que es gastar tinta, los que no interpretan es el sentir de todo un gremio. El que ha reivindicado algo en su vida sabe que hasta que no lo consigue no para. Quizás pasa toda su vida y no lo logra pero no “afloja”; es un tema de principios; esos no se negocian y tampoco todos los tienen que entender. Imagínense que los fundadores de A.U.D.E.F hace 51 años lucharon y reivindicaron que los Cursos de Entrenadores deberían ser dictados por la Gremial, sin embargo de aquellos que nos fundaron solo nos quedan 2 en vida; es decir que el resto no lo podrá ver pero nunca dejaron de reivindicar; lo que a partir del 2015 se hará realidad. Eso ha sido algo que jamás se dejó de “pelear” porque se sabía que era lo justo.
Muchas veces el que sufre ese aislamiento, indiferencia y postergaciones lo siente e INTERPRETA de una manera diferente a otros lectores que sanamente leen lo escrito, y creen que la justicia en ese aspecto debería ser de lógica. Pero no es así, con la óptica del lector común. En mi carácter de entrenador y aunque esté de licencia en la presidencia de A.U.D.E.F sigo desde el exterior; aunque esté ejerciendo la profesión nunca me puedo desprender de la injusticias que ocurren con mi gremio, y de reivindicaciones que vienen de años y que otra gente que no sigue de cerca los grandes inconvenientes que tenemos para ejercer la profesión y ocupar lugares que nos corresponden. A nadie que trabaje le gusta que lo posterguen en su condición para lo cual se entrega honestamente y sin embargo queda postergado en sus justos reclamos, donde el que lo solicita lo sabe y el que no lo otorga también.
Podemos agregar algo que cualquiera puede interpretar que seria lógico e increíble que no sea así. Seguimos siendo con el pasar de muchos años; y siendo actualmente el vigente campeón de América el país que juega menos al fútbol oficialmente y no se corrige, entonces uno diría: “¡¡¡pero no puede ser es de Perogrullo!!!”, mas la sentencia es; “pero es así!!!”
Muchas veces lo justo no va de la mano de lo real. Algo así decía el Contador José Pedro Damiani, que “la realidad es como es y no como queremos verla”.
“Es insalubre ser abogado de los futbolistas” (frase con respecto al tema del procesamiento del jugador de Nacional Arismendi) fue una declaración pública en un programa radial matutino el día 15 de agosto.
No estoy de acuerdo en las generalidades. No es correcto que de quien se “vive”, el mismo sea castigado con el epíteto de “insalubre” en una generalidad. Habría que tener otro “tacto”; no ser tan despectivo e incluso tan “clasista”. Ese comentario hecho por alguien que haya vivido dentro de un terreno de juego hubiera sido de castigo al futbolista, pero también estaría una vivencia que no permitiría ese exabrupto despectivo. Es una realidad diferente ese juzgamiento, porque no hay que proteger lo que no está correcto; venga de donde venga; pero hay que tener “otra cancha”.
Parece al decir del Dr. Alejandro Balbi que el ser famoso es un delito, y la realidad del juzgamiento es de una “fiereza” diferente.
Otra óptica de la realidad la dio en unas declaraciones el inolvidable Washington “Pulpa” Etchamendi cuando dirigía en Argentina (1967) ante el requerimiento de un periodista y en parte un juzgamiento a su forma de hacer jugar a su equipo; en cambio resaltando el juego ofensivo de Juan José Pizzutti en aquel Racing de Avellaneda campeón del mundo. Él le respondió: “Pizzutti manda a todos al ataque porque es soltero” agregando “el llega a su casa y tiene todo pronto, porque la madre le hace la comida, la cama……..en cambio yo tengo que pagar el alquiler, la luz, el agua, el colegio de los chicos”.
Quizás algunos lo entiendan y otros no, eran realidades diferentes planteadas como una metáfora para el futbol inolvidable.