Escandaloso final…
Diego Godín, bajo los escudos protectores de la policía camina rumbo a los vestuarios.
Bochornoso, escandaloso y lamentable final. “¡Qué salga el árbitro!”, “¡Queremos su cabeza!”, “¡Delincuente!”, “¡De aquí no sale!”, eran algunas de las frases que se escuchaban en la puerta occidente del Estadio Nacional, donde más de 500 hinchas peruanos esperaban la salida del árbitro argentino Patricio Loustau, que se pudo marchar del escenario limeño, recién tres horas después de finalizado el encuentro.
Diego Godín, bajo los escudos protectores de la policía camina rumbo a los vestuarios.
En el preciso momento en el que el juez argentino pitó el término del partido, una lluvia de proyectiles comenzaron a caer al terreno de juego desde las cuatro tribunas, buscando directamente la humanidad de los componentes de la cuarteta arbitral y de los jugadores uruguayos que celebraban el triunfo, sin percatarse que por todos lados comenzaban a saltar hinchas peruanos a la cancha, enceguecidos y enfurecidos por la reciente derrota sufrida por su seleccionado que volvía a ponerle fin a una nueva ilusión mundialista. Diego Godín, Luis Suárez y “Cebolla” Rodríguez, junto a Celso Otero, quedaron rezagados y obligados retrocedieron al mediocampo y tras permanecer en ese sector por espacio de varios minutos, bajo la protección de los escudos de la policía y con enorme dificultad finalmente lograron acceder a los camarines.
Por su parte, el árbitro y sus compañeros permanecieron por más de veinte minutos en el medio de la cancha, rodeados de efectivos policiales que con perros amaestrados los protegían de los ataques de los hinchas locales que se acercaban peligrosamente con un solo objetivo, agredirlos.
MARKARIAN: “HARE LO POSIBLE PARA QUE ESTE ARBITRO TAMPOCO VAYA AL MUNDIAL”
“Es posible que este arbitraje nos deje fuera del Mundial, pero yo también haré lo posible para que este árbitro tampoco vaya al Mundial”, comenzó diciendo Sergio Markarian, en conferencia de prensa, descargando su ira en contra del árbitro Patricio Loustau.
“Por favor Alarcón, por favor Eugenio (por Figueredo), ¿Hasta cuándo?”, agregó en alusión a los dirigentes de la Conmebol.
“No sé cómo catalogar el penal que le hicieron a Ramírez. Yo le preguntaría al árbitro. Lo acabo de ver y era penal y expulsión. He visto simulaciones retiradas que el árbitro no amonestó para no expulsar, hubo codazos que tampoco sancionó. ¿La expulsión de Yotún era para roja? He visto jugadas peores que no botó a nadie. Su arbitraje fue decisivo y no tengo vergüenza en decirlo. Tenemos que seguir peleando, nos quedan nueve puntos y hay que pelarlos a muerte, lamentablemente no dependemos de nosotros mismos”, concluyó lleno de bronca el seleccionador peruano.
