“EL VESTUARIO ERA DE TRISTEZA; A FÉNIX CADA PUNTO LE SALE 24.000 DÓLARES Y A PEÑAROL 330.000…”
“Cuando empatamos 4:4 con Danubio había alegría. El sábado el vestuario era una tristeza. Sabíamos que desde lo racional y emocional, Peñarol iba a salir con todo en los primeros veinte minutos. Después se aplacó, hubo cuarenta y cinco minutos nuestros. Me comentan que dicen que tiré el equipo para atrás. Los jugadores saben lo que se pidió. En Uruguay te ponen un sello y te queda. En Cerro, salvo contra Villa Teresa, fuimos el equipo con más posibilidades de gol. Si el chico cierra con tres delanteros. Pensamos en Waterman. El jugador con más capacidad de lanzar es Abascal, zaguero y no volante. Sufrimos las bajas de Torrejón y Ferreira. Abascal hizo muy buen partido. Acuña salió acalambrado y tenía un golpe. A Pallas lo probamos a las dos de la tarde, sólo él juega en esa situación. Si soy un técnico defensivo fíjense como nace el primer gol de Fénix. Peñarol nos puso tres arriba y dejamos mano a mano atrás. Gabrielli era el volante más fijo para jugar todo el partido. El primer cambio que hicimos fue Roberto Fernández, lleva veinte minutos en primera. Estuvo un mes en un Sudamericano y no jugó. Con el diario del lunes no pongo a Olivera y sí a Waterman pero Gabrielli no estaba en los planes de cambiar. El tercero fue un delantero. Lolo (Estoyanoff) estuvo tres días con fiebre y creíamos que iba a salir. A los 70’ no iba a dar más. El sustituto era Waterman, no se pudo por lo que pasó con Gabrielli. Como Pallas no entrenó se nota el efecto en la zona defensiva. Un entrenador defensivo en el banco de suplentes no pone a Breno, Canobbio, Olivera, Waterman. El presupuesto nuestro si es de 80.000 dólares por más, en tres meses son 240.000 dólares, a Fénix cada punto le sale 24.000 dólares. A Peñarol, al día de hoy, le está saliendo 330.000 dólares cada punto. No me excuso. Hasta el día de hoy no hemos hecho cambios tácticos salvo con Plaza. No concentramos e íbamos en el coche, todos decían Peñarol es favorito. Acepto las críticas y me enfoco en lo que analizo. Le dije al alcanzapelota y al cuarto árbitro. Yo no soy polémico, voy a mi casa y escucho, soy fiel a mi verdad. No tengo que estar mintiendo ni al público a los jugadores. La imagen mía tiene que ser impecable. Bastantes problemas tengo que resolver en la vida. No provoqué a nadie, me sentí humillado y reaccioné mal, pedí disculpas. Al otro día escuché lo contrario. Al alcanzapelota le dije no escondas pelotas. Me da vergüenza, es una mentalidad frágil. Al arquero jamás le dije que haga tiempo desmedido. No quiero que los equipos demuestren imagen débil. Dos pelotas cayeron a la Tribuna de Peñarol y no volvieron. ¿sabes por qué me llaman poco? Porque soy sincero. Fui callado, cauto, hoy hablo. Hay entrenadores que hablan, yo no soy así. Ahora tengo que aprender que no es solo prepararse, hay que ser polémico. A mis hijos les digo un día voy a tener que salir con un zapato rojo y otro negro así hablea. No soy perfil bajo para simular”. (Gustavo Ferrin, entrenador de Fénix, a las 8:50, Sport 890).