El último adiós al Capitán de Capitanes rodeado de sus afectos; Néstor “Tito” Gonçálvez ingresó en la inmortalidad
En el Cementerios Los Fresnos se dio el último adiós al Capitán de Capitanes Néstor “Tito” Goncálvez. El Presidente del Club Juan Pedro Damiani, sin contener el llanto, abrazó a Jorge Goncálvez mientras Fernando Morena permanecía al pie del cajón y los más cercanos al ídolo que entró en la eternidad rodearon el féretro, entre ellos el Presidente honorario del club Julio María Sanguinetti.
A modo de breve reseña, como resumen de su trayectoria corresponde señalar que el Capitán de Capitanes Néstor Goncálcez, con la camiseta de Peñarol conquistó 30 títulos de campeón. Veinte de ellos a nivel local y diez internacionales, clasificándose campeón del mundo de clubes (Copa Intercontinental) en 1961 y 1966. Tres veces campeón de América al ganar la Copa Libertadores de América en 1960, 1961 y 1966. En ambos últimos títulos ejerció la capitanía del equipo, distinción con la que destacado a partir de 1962, luego que William Martínez abandonara la institución aurinegra. A nivel internacional cerro sus logros con la Supercopa de Campeones del Mundo de 1969, zona sudamricana, obviamente también en carácter de capitán.
A nivel local se clasificó campeón uruguayo en 9 ocasiones en primera división, destacándose entre ellos la obtención del primer Quinquenio de Oro de Peñarol alcanzado entre 1958 y 1962. A nivel profesional solamente jugó y defendió con gallardía la camiseta del club de sus amores, del que fue hincha a muerte hasta el último suspiro, en 571 partidos. Las investigaciones realizadas por Eduardo Gutiérrez Cortinas, permitieron conocer otra característica histórica del protagonista que partió rumbo a la inmortalidad. Gonçalvez tiene el orgullo de haber sido el futbolista que jugó más partidos en la cancha del Estadio Centenario desde su inauguración en 1930. En 402 ocasiones pisó el sagrado césped del templo mundial del fútbol.
Con la selección uruguaya tuvo altas y bajas, desde su inolvidable debut en el Campeonato Sudamericano de Lima, en 1957, con el hasta ese momento histórico privilegio de ser el primer jugador del país que actuó con la camiseta celeste sin estar fichado, ni haber jugado oficialmente por un club de la AUF. Del Universitario de Salto pasó a jugar con Uruguay. Luego repitió su presencia en una Copa América en 1959 en Buenos Aires. Después participó en la Copa del Mundo de 1962 en Chile y 1966 en Inglaterra. Conquistó la Copa Artigas que se jugaba contra Paraguay en 1965 y defendió la celeste en partidos ante Argentina por la Copa Lipton, Newton y del Atlántico, totalizando 65 partidos internacionales.