El tiempo le devolvió el lugar que siempre soñó
Washington Aguerre tuvo que pasar por varias experiencias y atravesar por múltiples tragos amargos para disfrutar del presente que siempre anheló: ser el arquero titular del equipo de sus amores.
Washington Aguerre, el dueño del arco aurinegro.
El actual arquero titular de Peñarol, Washington Aguerre, surgió en las formativas del club aurinegro pero por diferentes circunstancias, sobre todo deportivas, no había tenido la oportunidad de mostrarse y afianzarse en la Primera división del equipo de sus amores, hasta este 2024.
Apenas dos partidos, en 2014, había disputado Aguerre en la Primera División de Peñarol antes de su regreso; incluso, en las dos presentaciones que tuvo -diez años atrás- dejó más dudas que certezas.
En su debut en Primera, ante Tacuarembó, su equipo ganó 2:0; pero la segunda vez que defendió el arco mirasol, su experiencia personal quedó marcada para el olvido: aquel día Peñarol perdió 3:2 ante Rampla Juniors y, para colmo, Aguerre se fue expulsado en el final.
La inexperiencia en sus primeros pasos en Primera y aquella huella negativa que lo marcó deportivamente ante Rampla, en cierto modo, condicionaron el futuro de Aguerre en Peñarol; o al menos, durante varios años.
A partir de 2014, Aguerre transitó su carrera por varios clubes: Miramar Misiones, Cerro Largo, Plaza Colonia, luego regresó a Cerro Largo que fue el club donde pudo destacarse y lo ayudó a dar el salto al exterior para recalar en Querétaro de México, que fue donde mostró todo su potencial.
Fue tan destacada su actuación en México que el América Mineiro lo fue a buscar para jugar el Brasileirao en 2023. Pese a ello, en Brasil tuvo poca participación, aunque, indirectamente y sin planificarlo, su escasa continuidad cooperó -en cierta manera- para que se le cumpla el sueño: volver a Peñarol.
Así fue como a principios de 2024, Aguerre regresó al club de sus amores, con 30 años, más maduro y con un importante trayecto internacional.
De todos modos, y lejos de ilusionarse, Aguerre fue consciente que llegó para ser el suplente de Guillermo De Amores, quien había sido el arquero titular de Peñarol en 2023 y todo estaba dado como para que siga siendo el elegido por Diego Aguirre en 2024.
Sin embargo, el futuro de ambos arqueros tuvo un giro drástico en la pretemporada de verano, en el torneo Serie Río de La Plata, que terminó siendo determinante para que Aguirre tome nota y saque sus propias conclusiones.
De Amores comenzó siendo el arquero titular de Peñarol en la derrota ante Newell’s por 1:0 y dejó muchas dudas sobre su rendimiento. Luego, en el clásico ante Nacional, su equipo empató y perdió por penales y otra vez cayeron varios rumores y algunas críticas para el guardameta mirasol.
A todo esto, al siguiente partido, Aguerre tuvo su oportunidad en el triunfo 1:0 ante Belgrano y no solo que no desaprovechó su chance sino que fue la figura de su equipo. El arquero llenó el ojo y dejó la puerta abierta de cara a futuro. Las señales parecían estar marcadas.
Se aproximaba un nuevo clásico amistoso y la incertidumbre por quien defendería el arco era todo un dilema; es que la realidad indicaba que el arquero suplente había respondido mejor que el titular.
Sin embargo, Aguirre le devolvió la confianza a De Amores, quien volvió a tener una floja actuación en la derrota por 2-0 ante Nacional y aquellos rumores se transformaron en reclamos y cuestionamientos para el arquero mirasol.
Al siguiente encuentro, ante Boston River por Copa Uruguay, en el primer compromiso oficial de Peñarol en 2024, Aguirre ya no dudó y se decidió por colocar a Aguerre como titular, quien desde ese día, hasta hoy, se ha convertido en figura, estandarte y referente de un equipo que ganó el Apertura, jugó la final del Intermedio, se mantiene primera en la tabla Anual del Campeonato Uruguayo y está jugando los cuartos de final de Copa Libertadores.
Aquel arquero surgido de la cantera, y casi sin oportunidades en Primera, tuvo que pasar por varias experiencias y atravesar por tragos amargos durante mucho tiempo para disfrutar del presente que siempre soñó: ser el arquero titular del equipo de sus amores.
