Tras 83 años de larga espera, Wanderers gritó ¡¡Campeón!!; venció 1:0 a El Tanque y se quedó con Clausura y Anual
Wanderers Campeón. La fiesta en el vestuario, la comunión íntima del grupo que logró la consagración del Clausura.
La Copa se sacudía como cúspide dislocada en las manos de los jugadores de Wanderers, mientras la Vuelta Olímpica terminaba de redondear una campaña estupenda de los bohemios que terminó ganando el Clausura y la Tabla Anual.
Wanderers Campeón. El festejo en el vestuario, la comunión íntima del grupo que logró la consagración del Clausura.
Ese grito que se elevó en Florida, para recorrer las entrañas del fútbol uruguayo, marcaba más que ese tibio 1:0 que Wanderers cosechó, hasta con sufrimiento, ante un enjundioso El Tanque Sisley. Ese grito fue la explosión de una campaña larga, intensa, demostrativa de un grupo que defendió una idea de juego que nació en el trazado ideológico de Alfredo Arias, el entrenador, que tuvo que pasar por los altibajos que impone el fútbol y que, muchas veces, castiga sin piedad y con impaciencia.
“Juega lindo” era el mote que se le impuso al trabajo en la cancha que fue mostrando Wanderers. Pero a ese “juega lindo” había que ponerle el lacre que sellara la campaña. Y cuando se llega a ese momento, es cuando hay que tener temple para encarar el momento cumbre de la definición. Pero la presión impone necesidades que se transforman en urgencias y por allí pasaron los noventa minutos del partido.
No se vio al Wanderers de siempre, se vio a un equipo que necesitaba sacar el resultado final. El de la estocada que definiera la campaña. Por eso lo sufrió. El Tanque Sisley fue un rival que le tiró todo en la cancha. Le provocó serios problemas, llevando a reducir el fútbol, generalmente fluido del bohemio, a tres centros largos en el primer tiempo. A dos corridas de Sergio Blanco y el tiro salvador de Maximiliano Olivera, sumada a una tapada estupenda de Cristóforo, sobre el final del partido, que fue mano santa para el resultado.
Pero eso quedó circunscripto en lo que puede valorarse en un partido, en ese último capítulo que lo ganó con una identidad diferente, pero que también hay tenerla para poder cerrar campañas.
La historia se clausuró frente a El Tanque Sisley, pero comenzó hace catorce fechas atrás si miramos la Copa del Clausura, pero que va más allá si observamos al costado y contabilizamos la Tabla Anual.
Wanderers había ganado el último Campeonato Uruguayo en la época amateur. Había estado en alguna Copa Libertadores, pero es la primera vez que grita Campeón en un torneo que compone el Uruguayo, el que dirimirá ante Danubio. Por ahora tiene la afonía de una euforia que se hizo larga en el tiempo, pero que es presente histórico.
¡¡¡WANDERERS CAMPEON!!!
EL TANQUE SISLEY 0:1 WANDERERS
Cancha: Estadio Campeones Olímpicos de Florida. Jueces: Roberto Silvera, Carlos Pastorino y Raúl Hartwig.
EL TANQUE SISLEY: Nicola Pérez, Sergio Felipe, Bruno Piano, Joaquín Aguirre, Jefferson Moreira, Gastón Martínez, Andrés Aparicio, Jonathan Iglesias (78′ Maximiliano Borges), Alvaro Mello (63′ Gastón Machado), Federico Laens (63′ Junior Arias) y Mathías Acuña. Director técnico: Raúl Moller. Suplentes: Darío Silva, Esteban Maga, Pablo Lima, Luis Machado.
WANDERERS: Federico Cristóforo, Mauricio Gómez (57′ Emiliano Díaz), Gastón Bueno, Martín Díaz, Maximiliano Olivera, Guzmán Pereira, Santiago Martínez, Gastón Rodríguez (57′ Adrián Colombino), Diego Riolfo (67′ Martín Rivas), Sergio Blanco y Rodrigo Pastorini. Director técnico: Alfredo Arias. Suplentes: Martín Rodríguez, Javier Cabrera, Kevin Ramírez, Nicolás Albarracín.
GOL: 53′ Maximiliano Olivera (W).
Tarjetas amarillas: 28′ Alvaro Mello (ETS), 30′ Jonathan Iglesias (ETS), 60′ Sergio Felipe (ETS), 77′ Andrés Aparicio (ETS), 85′ Guzmán Pereira (W), 86′ Gastón Martínez (W), 87′ Rodrigo Pastorini (W).
La fiesta en la cancha. Desde Florida arrancó el grito de “Campeón” que recorrió las entrañas del fútbol uruguayo.
