El Fonte Nova preserva el modelo antiguo y su costo fue de U$S 296 millones
Los operarios en plena tarea en las tribunas del estadio Fonte Nova de Bahía.
Fue inicialmente inaugurado el 28 de enero de 1951, diseñado por el arquitecto bahiano Diógenes Rebouças y bautizado con el nombre del entonces gobernador, Octávio Mangabeira. Llegó a albergar hasta 80.000 espectadores hasta que fue clausurado en 2007. Ese año tuvo lugar el partido por la Serie C entre Bahía y Vila Nova, con un total de 65.000 espectadores. A los 43 minutos del segundo tiempo una de las tribunas no resistió y se desplomó, dejando un saldo de siete muertos.
Los operarios en plena tarea en las tribunas del estadio Fonte Nova de Bahía.
En 2010 se firmó el acuerdo para su reconstrucción y, ante los ojos de millones de personas, el “viejo” Fonte Nova fue demolido. Tras varios años de inactividad volvió a abrir sus puertas para la Copa de las Confederaciones, con una capacidad para 50.000 personas y asientos cubiertos en sus 3 niveles, proporcionando además una estructura más vertical que permite una mejor visión. La dimensión del campo de juego de césped natural es de 110×75 metros.
El nuevo Arena Fonte Nova preserva el modelo antiguo, pero totalmente modernizado y con máxima seguridad. Entre varias comodidades, el estadio presenta 39 puestos de alimentación, de los cuales se destacan restaurantes con vista panorámica al campo de juego y al Dique do Tororó. También cuenta 70 palcos vip, un estacionamiento con 2.000 lugares, 81 sanitarios, 12 elevadores, salones de negocios y hasta un espacio cultural. Además de un techo hecho con membrana translúcida con fibra de vidrio, lo que permite una mejor iluminación natural.
El proyecto es parte de una iniciativa público-privada entre el gobierno estatal y la empresa Fonte Nova negocios y participaciones, concesionaria formada por OAS y Odebrecht. Se tardó dos años y medio en reconstruirlo a un costo de 591,7 millones de reales (unos 295,8 millones de dólares) y con la idea de llevar a cabo construcciones sustentables se reutilizaron los escombros, con lo que se especula que en siete años y medio todas las inversiones en las acciones sustentables se revertirán en lucro con relación al capital invertido.
