El nudo en la garganta
Siempre hay un uruguayo.
Una frase que repetimos constantemente y que desde el extranjero hace mucho tiempo que también está en el boca a boca.
Una frase simple que contiene una profundidad, complejidad, misterio y que cuando se expresa generalmente esta el éxito detrás de ella.
Profundo porque viene desde siempre en el tema que sea.
Dar nombres siempre es complicado porque uno pone con su mejor recuerdo al que le viene a la mente, y siempre sin temor a equivocarme; hay otros nombres que son injustamente olvidados, entonces decir que en la rama que sea siempre hay un uruguayo es justo; en el arte, en el deporte, en la comunicación internacional, y en lo que imaginemos.
Para nosotros es normal acostumbrarnos a escuchar por ahí que un oriental es destacado internacionalmente.
Pero desde el exterior también se acostumbran a escuchar los meritos de los que nacen en esta tierra.
Lo que sí está como “marca en el orillo”, en esos comentarios desde afuera es……..”¡¡ Como hacen estos para estar ahí!!”
Y ahí viene la complejidad, porque no hay una fórmula que explique, la razón. Quizás porque somos luchadores; pero con eso solo no alcanza para tener nivel o para ser triunfador. Hay que tener clase, calidad.
Entonces eso lleva al misterio. ¿Pero si son 3 millones?, no tiran manteca al techo, las historias de los atletas que van a las olimpiadas son de anécdotas imperdibles, en el arte se lucha pero salen genios, en el futbol tiene campeonatos del mundo, 15 títulos de América como país y como clubes figuran con el podio máximo. Sería también largo exponer lo que se ganó, y de cómo se llegó a ganar, porque todo sale de lo interno, y eso es lo difícil de explicar.
Y metiéndonos en el futbol exclusivamente, no es novedad de que algún futbolista es campeón en algún país, que otro entrenador es campeón en otro, que los profesores de educación física se destacan en Europa o América.
Entonces hablando de generalidades y no totalidades. Lo interno sale de las 200 entradas que se venden, de jugadores que van en ómnibus a practicar, que no cobran, que viven con los suegros o los padres porque no da la plata, pero seguimos con la esperanza del pase, que los clubes hacen maravillas para subsistir y otros históricos desaparecen ó algunos vuelven pero con más problemas que antes.
Pero el misterio hace su obra, y seguimos. Nos criticamos entre todos, pero siempre estamos detrás de la celeste. Forma parte de nuestra esencia.
El inolvidable Carlos Solé al finalizar la final de 1950 decía en su festejo y dentro de su emoción: “….que se anuda, que viene del pecho a la garganta, y no permite que el léxico de la expresión sea más comprendido……..“. Decía con esa verborragia extraordinaria que poseía.
Entonces; aunque no sepamos explicarlo, el nudo en la garganta cuando nombramos Uruguay; siempre está.
Por todo lo expuesto ahora en el mundial de clubes entre Barcelona y River Plate, gane quien gane, habrá un uruguayo campeón como mínimo.