El nexo perfecto
Pablo Álvarez, gerente deportivo de Boston River, dialogó con Tenfield.com y explicó en detalles sobre el proyecto, que se ha transformado en la revelación del fútbol uruguayo.
En diciembre de 2021, Pablo Álvarez se vistió de futbolista profesional por última vez. El retiro, no estaba en sus planes. Sin embargo, en aquel momento, recibió un ofrecimiento tentador por parte de la dirigencia del club donde culminó su carrera, que lo obligó a dar un giro drástico en su futuro. ¿De qué se trataba el ofrecimiento? De pasar, de jugador de fútbol a gerente deportivo. Así, casi de un día para el otro.
Álvarez, recibió la propuesta. Lo charló con su familia, lo pensó, reflexionó y no dudó. Así fue, como en menos de un mes, en enero de 2022, Pablo decidió colgar los zapatos de fútbol para transformarse en el nuevo director deportivo de Boston River.
Han pasado ya tres años desde que asumió su nuevo rol, y bajo su función, Boston River logró un memorable cuarto puesto en 2022 y un tercer puesto que superó lo épico en 2024. Logrando así dos campañas históricas para el club, que le permitió clasificarse a las Copas Libertadores en los años siguientes.
Sin dudas, en este último tiempo, Boston River se ha transformado en un club modelo en el ámbito local y lo terminó de confirmar en este 2024, siendo el equipo sensación del fútbol uruguayo. Sus resultados deportivos están a la vista, tanto así, que lo llevaron a consolidarse como la gran revelación del torneo.
Pero, ¿Cómo se explican estos resultados en un club de tan poco renombre? ¿Cómo es el proyecto de Boston River? ¿Cómo es su metodología de trabajo? ¿Cuáles son sus objetivos cómo institución? Todo esto, nos responde y explica el actual gerente deportivo de Boston River, Pablo Álvarez, en una entrevista exclusiva para Tenfield.com.
¿Cómo explica usted este gran momento de Boston River siendo parte fundamental de su proyecto deportivo?
“Boston River es un club que actualmente está muy ordenado, y que cambió su mentalidad desde hace tres años. Coincidió en paralelo a mi función. Pero la realidad es que cambió entendiendo lo que se necesitaba el club para el fútbol actual. Una estructura con orden, gestión y mucho compromiso. Cada uno hace su trabajo desde su posición y hace lo que le corresponde hacer. Por eso, reitero, es una estructura chica pero que está muy ordenada.”
Desde su aparición en Primera división en 2016, Boston River no descendió más. Y actualmente, junto a Peñarol y Nacional, son los únicos tres clubes del fútbol uruguayo que nunca descendieron a la B. ¿Qué hace diferente Boston River con respecto a los demás clubes para mantener este antecedente? ¿Cuáles son las prioridades del club desde su proyecto?
“Esto que tú mencionas tiene más lógica en los últimos tres años. Si bien coincidió con mi inicio en la función, hubo un cambio a nivel general. En realidad, antes no había una explicación lógica, porque muchas veces dependimos hasta del azar para no descender. Hoy todo cambió. Y te puedo mencionar factores determinantes que se inculcaron como el orden, la estructura bien organizada y el buen ambiente de trabajo, porque los jugadores que se van siempre te están consultando para volver, para visitar a sus ex-compañeros. Todo esto, no es fácil generar en un club, que además, tiene pocos hinchas. Nosotros intentamos generar un sentido de pertenencia y lo hemos podido plasmar.”
¿Cómo es el trabajo de un gerente deportivo? ¿Cómo es su tarea diaria en Boston River dentro de su función?
“El rol de gerente deportivo es muy amplio. Y muchas veces no depende sólo de lo ejecutes, sino de lo que te dejen ejecutar y te dejen hacer. En mi caso, estoy en un lugar donde tengo un amplio espectro de acción y por eso estoy muy contento en el lugar donde estoy. Participo de la citación de los cuerpos técnicos. De la contratación o no de éstos. Tengo incidencia en los juveniles. En la contratación de jugadores. Reuniones con empresas para el crecimiento profesional del club. Sugiero cambios estructurales para el club. Creo que es tan imprescindible la figura de la gerencia deportiva en el fútbol actual, que, si un club no lo ejecuta, de la manera en que la debería ejecutar, está un escalón por debajo del resto. Es un rol que existe desde hace mucho tiempo en Europa, y por algo existe. Y todo lo que surge en Europa, en algún momento, recae en el fútbol uruguayo. Para desarrollar esta función, desde mi punto de vista, considero que el haber sido jugador de fútbol es muy importante. Porque logras entender mejor algunas cosas con respecto a alguien que no tuvo esa posibilidad, por más que se las expliques en teoría. El estar formado para esta función, también es fundamental. Pero lo que más influye es la capacidad de cada uno, porque esto no te lo da ningún curso ni capacitación. Nadie te va a enseñar a elegir bien a los jugadores. Nadie te va a explicar de fútbol. A negociar de cierta manera. Hay mucho de intuición. Y hay muchas cosas que no te las deja un curso. Aunque, “ojo”, que tampoco sólo por haber jugado al fútbol quiere decir que estés preparado para ser gerente de un club. Esto es crecimiento diario, es experiencia. A mí en particular, me gusta hablar con gente del entorno, que estuvo o esté en la función y me cuenten sus experiencias. Me gusta escuchar y aprender.”
Previo a 2024, ¿Cómo surgió la posibilidad de contratar a Jadson Viera como entrenador teniendo en cuenta que Boston River ha sido su primera experiencia en la función? ¿Cómo se decidieron por él sin contar con antecedentes en el cargo?
“En ese momento, habíamos entrevistado a tres o cuatro entrenadores. Nosotros tenemos como prioridad ser cuidadosos y muy analíticos con los entrenadores que entrevistamos, porque creemos que los estilos de conducción y los modelos de juego hay que respetarlos dentro de un lineamiento con la filosofía del club. Porque hay una forma que te permite exponer el rendimiento de tus jugadores. Por eso, intentamos mantener una línea entre la metodología a nivel institucional y el estilo del entrenador de turno. Es decir, nosotros buscamos que el entrenador de turno se adapte a nuestra estructura porque creemos que de esa manera no te hace tener tantos altibajos deportivos y sí te hace mantener una regularidad. El ser constante. Porque si dependes sólo del estilo del entrenador, puede ser un problema y la inestabilidad deportiva como equipo entra en juego. Personalmente, a Jadson lo conocía porque habíamos compartido plantel en Nacional. Pero no estaba entre esos tres candidatos. Entonces, ante la duda, Flavio Perchman (actual vice presidente de Nacional) fue quien nos aconsejó entrevistar a Jadson Viera, y no dudamos. Nos reunimos con él y nos dejó buenas sensaciones, por el entusiasmo y la convicción que nos transmitió. Nos dio detalles de nuestro plantel, eso fue un plus. Nos sorprendió y nos decidimos por él apostando a una aproximación a lo que aspirábamos de un técnico. Por suerte, nos terminó brindando una muestra muy exacta a lo que fue su entrevista. Tuvimos buena intuición.”
¿Cómo se manejó el interés de Nacional de contratar a Jadson Viera teniendo en cuenta que ya tenía un acuerdo de palabra con Boston River para renovar su contrato? ¿Estuvo en riesgo su continuidad?
“El compromiso moral es más importante que el económico. El martes 17 definimos con Jadson su continuidad. Él se comprometió a ser nuestro entrenador en un cien por ciento, aún si Nacional lo venía a buscar. Que Jadson siga con nosotros significa muchísimo, es de suma importancia por muchos factores. Porque más allá de que estamos súper conformes con sus resultados, se trata de un técnico que ya conoce todo del club: la estructura, la forma que les exigimos, a los jugadores. Todo esto facilita el trabajo de todos y es una ventaja en todo sentido. Es una alegría para nosotros haber arreglado con él y ya saber a quién vamos a tener en la dirección técnica, porque nosotros como club también tenemos nuestros tiempos límites para comenzar a decidir cosas importantes. Como por ejemplo, la contratación de jugadores, etc.”
¿Cómo surge el interés o la negociación por Agustín Albarracín, de Wanderers? Teniendo en cuenta que se trata de un futbolista de gran proyección, y por una cuestión lógica y natural de nuestro fútbol, cuando surgen estos proyectos tan interesantes como Albarracín, sus clubes de origen tienden a negociarlos a los equipos grandes o al fútbol del exterior. Y en este caso, se da lo contrario.
“A la transferencia de Albarracín la defino como una oportunidad para ambas partes. Es un futbolista con mucha proyección, sí, pero que tenía muchas ganas de venir a Boston River porque hacía tiempo que estaba en Wanderers sin poder estabilizarse como titular. En el fútbol hay procesos: la captación, la formación, la promoción y la consolidación. Y esto último, me parece, que Albarracín no lo tuvo. Le faltó en su equipo anterior y no lo experimentó todavía porque nunca fue un jugador indiscutido en Wanderers. Ojalá esto, lo pueda lograr en Boston River. Él también estaba necesitado de cambiar el entorno, de aire. Además, hoy el fútbol cambió en el sentido de que los jugadores ya no precisan pasar por un equipo grande para dar el salto al exterior. Entonces, venir a Boston River puede ser un impulso a futuro. El claro ejemplo de esto es Juan Rodríguez, quien en Peñarol, quizás, no hubiese podido mostrarse por la alta competencia de jugadores en el puesto. Quizás, no hubiese tenido la oportunidad de jugar en Primera y sin embargo en Boston River sí lo tuvo. Hizo un año espectacular y, hoy, nos llaman de varios equipos del extranjero preguntando por él.”
Boston River conocía como pocos las características de Juan Rodríguez porque por algo lo fueron a buscar. Pero, ¿esperaban este rendimiento anual tan exuberante que tuvo el zaguero? ¿O a ustedes también los sorprendió como nos sorprendió a la mayoría?
“Soy un convencido de que los jugadores terminan de mostrar sus condiciones en Primera división. Su futuro lo determinan en el primer equipo, porque sólo en la categoría principal podes analizar factores imprescindibles como su constancia y madurez. Y Juan (Rodríguez), por supuesto, que nos sorprendió en todo sentido. Pero sobre todo, por su estabilidad. Lo habitual en la mayoría de jugadores de su edad es ver que hacen partidos muy buenos, buenos y malos. Son bastante irregulares. Pero el rendimiento de Juan fue muy bueno y estable en todo el año. No recuerdo un mal partido de él. Eso, es lo que más nos llamó la atención, siendo conscientes de que su posición en la cancha es una zona de riesgo, donde se definen los goles del rival. Mostró un temple de un jugador de otra edad.”
Bruno Damiani fue otro futbolista que jugó a préstamo (de Nacional) y tuvo un gran rendimiento. ¿Explique cómo se desarrollan estas negociaciones con los equipos grandes? ¿Ellos los ofrecen o Boston River los va a buscar por cuenta propia?
“Dentro de mi función, estoy convencido de que si un jugador te parece bueno, lo tenés que ir a buscar sin esperar que te lo ofrezcan o que pase el tiempo. Te lo pueden ofrecer, sí, pero generalmente si te lo ofrecen es por algo –no muy bueno- en particular. Ya sea porque no tienen minutos. Porque terminaron contrato. O porque no encuentran mercado. Nosotros los analizamos previamente y salimos a buscarlos. Las consultas casi siempre surgen de parte nuestra. Después, influye nuestro buen antecedente, porque hemos generado algo muy bueno con los jugadores a préstamo y nos ha dado resultado. Ellos se potencian con nosotros. Después, cuando regresan a sus clubes, se van ya consolidados. O también, se da que se marchan al exterior directamente.”
Pero, ¿Boston River tiene cierta prioridad con respecto a los demás clubes para este tipo de negociaciones con los equipos grandes? ¿Ellos suelen priorizar a Boston River a la hora de decidir el destino de sus futbolistas?
“La toma de decisiones para estos casos va por parte de los equipos grandes, que son los que deciden el destino de sus jugadores. Acá lo positivo, es que ellos han tenido una visión que va más allá de lo económico y nos hemos beneficiado todos. Es decir, los equipos grandes analizan a futuro y no a corto plazo. No les interesa el dinero del préstamo sino que buscan potenciarlos y afianzarlos futbolísticamente. Hay un beneficio general para todos y los resultados están a la vista. En cierto modo, te confirmaría que tenemos cierta predilección sobre el resto porque tanto Peñarol como Nacional son conscientes que Boston River cuenta con la estructura apta para poder fomentarlos, fortalecerlos, estimularlos y promoverlos.”
¿Cuál es la finalidad de Boston River como club? ¿Cuáles son las aspiraciones a futuro?
“Siempre tendemos a hacer pasos hacia adelante. Jamás nos quedamos parados. Trabajamos día a día para mejorar a nivel institucional. Nuestra tarea diaria es avanzar como club profesional. Traer buenas ideas desde los grandes equipos, hacer reformas en nuestros dos complejos deportivos y apuntar al desarrollo. Los resultados de Primera división son los que están a la vista de todos, pero nuestro trabajo en formativas es muy bueno también. Es un club de constante crecimiento. No me caben dudas que, de acá a unos años, Boston River va a dar que hablar aún más. Se va a ir posicionando cada vez mejor, porque se ha empezado a trabajar muy bien en la captación y eso se está reflejando en los resultados de las formativas. En estos años, hemos pelado los títulos, hemos tenido goleadores en diferentes categorías, aportamos jugadores en la selección. El trabajo minucioso está. Sólo es cuestión de tiempo.”
Pablo Álvarez, un gerente deportivo a la medida de Boston River.
El nexo perfecto.