El jugador de la etapa: Matías Alonso, abriendo las puertas del gol de Juventud
Con su hat-trick del domingo, fue fundamental para la remontada de Juventud en Melo, que le dio un respiro importante en la zona del descenso. A los 28 años, en su retorno a Uruguay, vive con felicidad el reencuentro cotidiano con su hermano Iván, al que enfrentará por primera vez en dos semanas y con el que aún sueña compartir equipo algún día.
Técnico que debuta no pierde, pero en este caso, además le trajo especial suerte a Matías Alonso. El delantero marcó por tres en el segundo tiempo y llevó a su equipo a conseguir un gran triunfo ante Cerro Largo, “solo en juveniles había hecho un hattrick, en primera nunca más de dos. Por suerte se dieron estos tres goles para una victoria que necesitábamos”. No pudo llevarse la pelota con la que se jugó, como se acostumbra en estas ocasiones, sin embargo, el club le regaló una, la cual hizo firmar por todos los compañeros. Sobre el partido en sí, reconoce que: “fue un primer tiempo complicado, Cerro Largo se hace fuerte allá. Ellos tuvieron la pelota, nos metieron en nuestro arco. Planificamos un partido y se dio otra cosa. En el entretiempo el entrenador habló, corrigió temas tácticos y eso fue a la postre determinante”. Mario Saralegui, el técnico que estuvo de estreno el fin de semana, hizo hincapié según Alonso en: “salir a jugar con confianza, más que nada cambiar la actitud, las ganas. Apretamos desde el comienzo, en el minuto cinco hicimos el descuento y ahí nos fuimos arriba. Después tuvimos muchísimas ocasiones. La victoria sirve mucho, sobre todo en lo anímico”.
Su retorno al país, con su señora embarazada de siete meses, no solo le traería la alegría del nacimiento de su segundo hijo, sino que la posibilidad de compartir el día a día con su hermano Iván, quien concretó su llegada a Nacional en el verano: “en lo personal algo muy bonito. Hace 13 años que se había ido del país. Algún tiempo en España habíamos coincidido, pero nunca juntos, ni en ciudades cercanas. Con él me han tocado vivir cosas muy importantes, es un reflejo para mí en lo deportivo y como persona. Ahora cuando llegamos, estuvimos juntos en la casa de nuestros padres, mientras comprábamos apartamentos. Fue como volver a la niñez, compartiendo cosas en lo cotidiano”. Seis años menor que Iván, Matías reconoce que era “el rebelde” en casa de los Alonso, “quería hacer todo lo que hacía él, todo igual como él. Ahora me pongo a pensar, si yo tuviera un hermano seis años menor, no lo hubiera soportado”, confiesa entre risas, “él es al revés. Siempre estaba a mi lado, me enseñaba. Cuando crece, uno se da cuenta de eso y lo valora”.
Debutante en primera en el 2003 con River Plate, donde hizo todas las juveniles, integró la selección sub 20 en el Sudamericano de Colombia 2005. Tuvo un breve pasaje por Peñarol en el 2006, para luego emigrar al Celta de Vigo en la segunda división española. Después lo compró el Murcia, club en el cual estuvo muy cerca de concretar su ilusión: “estuvimos a punto de jugar juntos con mi hermano allí. A mí me fichan, coincidimos entrenando una semana. Él estaba lesionado y el último día del período de pases le sale lo del Espanyol de Barcelona. Está el sueño latente”.
Tras su paso por España, completando las temporadas 2010/1011 en el Granada, se fue a jugar a China durante todo el año pasado. En el medio, un préstamo de seis meses en Cerro, y su última experiencia trunca, cuando estuvo veinte días en México. Firmó por Irapuato, pero en definitiva no se concretó su permanencia, debido a “esas cosas que pasan en los clubes de allá”. Finalmente llegó la posibilidad de sumarse al equipo pedrense, poco antes del inicio del Torneo Clausura, “la verdad estoy plenamente agradecido a Juventud, que me abrió las puertas. Es un grupo de personas excelente, bárbaro en lo humano. Eso lleva a conseguir las cosas más fáciles”.
Más allá de que los últimos ocho puntos logrados, le dan un respiro para lo que se viene, la de Juventud no es una situación cómoda, considerando inclusive el cambio de timón en la dirección técnica: “fue un golpe muy duro la ida de Ariel (De Armas), con el grupo venía de un proceso de tres años, es una persona muy allegada al jugador. Ahora tocó una victoria que es parte de los que se fueron y va dedicada hacia ellos. Llegó Mario y hay que hacer todo lo posible para que se haga todo más fácil. Queda un fixture complicado. Sabíamos que era el momento de sacar los puntos, sabemos que duplicamos y además, para el campeonato que viene, no dejar complicado al equipo”.
Días felices para Matías Alonso. Los goles, la familia, el desafío con Juventud y el deseo de saltar al exterior de vuelta en algún momento. Este fue “el jugador de la etapa”.