Borges insólito: después de su debut en 1a.volvió a la 3a. donde estuvo tres años y medio
El arranque espectacular de aquel botija de 18 años en el primer equipo de Peñarol, fue opacado inmediatamente al retornar los Campeones del Mundo de Maracaná. Los 9 jugadores aurinegros se reincoporaron al plantel. Dos de ellos eran punteros derechos (nada menos que Ghiggia y su suplente el “Poroto” Britos). Por este motivo Borges retornó a la 3a. división donde se mantuvo hasta diciembre de 1953. En este año apareció en el primer equipo en algunos partidos amistosos en el interior. Esta realidad confirma graves errores de Wikipedia en la biografía de “Lucho” Borges. Lo coloca equivocadamente como Campeón Uruguayo en 1949, 1951 y 1953. Borges no fue Campeón Uruguayo con la aurinegra en esos años, porque no jugó ningún partido en estos torneos en el primer equipo. Por lo tanto, de acuerdo a la correcta interpretación de FIFA, jugador que no participa en cancha de un certamen, no puede ser considerado campeón del mismo. ¡A corregir el error, señores de Wikipedia!
SEGUNDA NOTA: Escribe Atilio Garrido
Con 18 años Carlos Borges vivió de un modo muy particular la conquista de Uruguay de la Copa del Mundo de 1950. En ese mes de julio glorioso, aquel “Lucho” sintió que tocaba el cielo con las manos. Los dos jugadores de Peñarol (Ghiggia y Britos) que actuaban de punteros derechos, ocupaban los lugares uno y dos en el plantel principal de Uruguay que participaba el mundial brasileño. Mientras esto ocurría en el mundial, Borges debutaba con la camiseta aurinegra actuando en tres partidos seguidos oficiales por la Copa Competencia en el Estadio Centenario. Al retornar los Campeones del Mundo a la Patria, después de los homenajes, los 22 jugadores del plantel celeste se reintegraron a sus equipos. ¡Ninguno fue transferido al exterior! El Campeonato Uruguayo de 1950 que comenzó en agosto y se extendió hasta diciembre, contó con todos los consagrados en Brasil defendiendo los colores de sus clubes. Transcurrirían tres años y nueve meses hasta que se registrara la primera transferencia de un Campeón del Mundo uruguayo al exterior.
“Uruguay ganó aquella memorable final porque tenía un magnífico equipo de fútbol –escribió el Prof. Lincoln Maiztegui Casas en “Orientales” volumen 3, pag. 170-. Y con algo de suerte, también sin duda. Pero especialmente porque sus jugadores expresaban la mentalidad de un país optimista y confiado en sus propias posibilidades, que aún creía en el valor del trabajo y del esfuerzo personal. Un país que se sabía excepcional en América y estaba orgulloso de esa excepcionalidad, antes que un sentido panamericanista suicida fuera creando la idea de que era mejor parecernos a cualquier republiqueta suramericana que a Francia. Y no se conoce mejor forma de conseguir algo que proponérselo”. La precisa y correcta apreciación del destacado profesor es real. ¡Así era aquel fútbol del país que gloriosamente conquistó en Maracaná el cuarto título de Campeón del Mundo! ¡Así era aquel Uruguay sin urgencias, feliz, sin ansiedades desmedidas, donde su gente tenía consciencia que en la vida las cosas llegan con trabajo, esfuerzo y a su tiempo”.
Por estos motivos no puede llamar la atención que “Lucho” Borges retornara tranquilamente al plantel de 3ª. división especial de Peñarol, a seguir su camino, a mejorar, a pelear por volver a la primera división. Así era aquel Uruguay, su sociedad y su fútbol. ¿Se imaginan lo que ocurriría hoy con una situación similar? Pensemos, por ejemplo, que Gastón Pereiro, la gran aparición del fútbol uruguayo de hoy, vuelve a la 3ª. división cuando retornen los jugadores que actualmente Nacional tiene suspendidos. ¿Esperaría, sin generar problemas, perfeccionándose en las divisiones juveniles, como aguardó Carlos Borges tres años y medio para retornar al plantel principal? Imposible.
1953: SANCIÓN A GHIGGIA POR UN AÑO Y 4 PARTIDOS
El Campeonato Uruguayo de 1952 culminó con Nacional y Peñarol igualados en el primer lugar de la tabla de posiciones con 31 puntos. Tal era el dominio de los “grandes”, que en tercer lugar quedó Rampla Jr. con 19 unidades y cuarto Danubio con 18. Recordemos que el triunfo otorgaba dos puntos…
La final para definir el título se disputó el 25 de febrero de 1953 en el Estadio Centenario. Se vendieron sólo 24.496 entradas. ¡También aquellos eran otros tiempos en este aspecto! La delantera de Peñarol continuaba manteniendo a los cuatro atacantes Campeones del Mundo de 1950: Ghiggia, Míguez, Schiaffino y Vidal. La completaba otro de aquellos juveniles que debutó en el primer equipo de Peñarol durante el mundial de Brasil. Nada menos que Julio César Abbadie. Ganó Nacional 4:2 quedándose con el trofeo en un partido duro y difícil. A los 40’ se armó una gresca de aquellas, a las trompadas, cuando Ambrois convirtió el momentáneo empate para Nacional en dos goles que originó la expulsión de Ghiggia y Miguez en los aurinegros y del fuerte zaguero Holdoway en los albos. El árbitro Juan Carlos Armental denunció que fue agredido por Ghiggia lo que originó la aplicación de una suspensión de un año y cuatro partidos. ¡También los Tribunales de Disciplina eran muy diferentes a los actuales! ¡El héroe de Maracaná fuera de las canchas por pegarle a un juez! Hasta el día de hoy Ghiggia sostiene que él no lo agredió y que aunque sabe quién lo hizo, jamás lo “vendió”…
TRANSFIEREN A “POROTO” BRITOS AL REAL MADRID Y ABBADIE SE QUEDA CON EL NUMERO 7
Después de la final de la Copa Uruguaya de 1952 el fútbol de nuestro país siguió el lento ritmo de siempre. En conversaciones sobre posibles transferencias para el creciente fútbol de Europa que ya mostraba signos de recuperación económica luego de la Segunda Guerra Mundial, aparecieron las transferencias del puntero derecho de Peñarol, Julio César Britos al Real Madrid y del extremo izquierdo Ernesto Vidal para Fiorentina. En tanto, impedido de jugar en Uruguay y sin ninguna posibilidad de maniqueos reglamentarios que determinaran el levantamiento de la sanción a Ghiggia, un empresario de apellido Rossi comenzó a trabajar su pase para la Roma.
Recién en abril se reinició la actividad de 1953 con el Campeonato Cuadrangular de 1952 que disputaban los cuatro primeros de la tabla de posiciones del torneo Uruguayo (Nacional, Peñarol, Rampla Jr. y Danubio). Juan López, entrenador de Peñarol desde 1952, buscó remedio para esas ausencias que se avecinaban. Los aurinegros se quedaban sin puntero derecho titular y suplente y sin el dueño de la plaza por la izquierda que ocupaba desde mediados de los años cuarenta el italo-argentino-uruguayo “Patrullero” Vidal. Apeló a la Reserva y 3ª. división. No tuvo en cuenta a Carlos Borges para el sector derecho. Prefirió a Eirín, quién actuó en el Cuadrangular, y en la izquierda el club adquirió a Donald Peláez de Rampla Jr., completando con Natalio Galván los dos hombres zurdos para ese puesto.
Desconforme con Eirin que no dio la nota, al iniciarse la Copa Competencia el técnico del Maracanazo desplazó a Julio César Abbadie hacia la posición de wing derecho, armando la delantera con el “Pardo”, Hohberg, Miranda -después volvió Míguez retornando a la titularidad-, Schiaffino y Peláez. Como era previsible, Abbadie se afianzó en el extremo derecho y quedo inamovible.
Mientras se producían todos estos movimiento en el ataque aurinegro, el “Lucho” se mantenía en la 3ª. alternando en la reserva. La cédula de identidad marcaba 21 años. ¡Parecía tan lejano aquel alentador panorama de 1950 cuando debutó con la mayoría de edad en el primer equipo de Peñarol! Transcurrían tres años de ostracismo cuando en otra gira de los aurinegros por el interior volvió “Lucho” al primer equipo. Fue en Carmelo, el 9 de agosto de 1953, en un partido ante la Selección local. Suplantó a Eirin al comenzar la segunda etapa y… ¡otra vez se hizo presente en el marcador! Cerró la cuenta de 8:1 faltando dos minutos para terminar el partido.
Se cerraba el año sin grandes novedades para Carlos Borges. Apenas una luz positiva en el horizonte fue su presencia, otra vez en el primer equipo, en un amistoso en Paraguay, ante Guaraní, y en Porto Alegre jugando ante Internacional local.
El final de 1953 encontró a Borges integrando el plantel de reserva, con algunas –pocas- apariciones en el segundo semestre en el primer equipo enesos partido amistosos en Carmelo, Asunción y Porto Alegre, y un panorama poco alentador para el futuro. Con la delantera armada por Juan López con Abbadie, Hohberg, Míguez, Schiaffino y Galván (el adquirido Peláez no conformó), las chances de “Lucho” eran pocas. Para agregar mayor incertidumbre sobre el futuro, Peñarol conquistó el título de Campeón Uruguayo, con una sólida defensa que sustentaba al ataque. La integraban Maspoli, Davoine y Vanoli; Rodríguez Andrade, Obdulio Varela y Joel Romero. Y un tercer elemento contundente generaba en aquel muchacho de 21 años nuevas interrogantes. Peñarol ganó el primer clásico de la Copa Uruguaya a toda orquesta con un 5:0 en el ante Nacional, tanteador que en toda la historia hasta el presente, es el mayor registrado por los aurinegros a su favor en esa contienda. Abbadie, Hohberg, Miguez, Schiaffino y Galván se convertían en algo similar a aquella delantera anterior de la máquina de 1949. ¿Qué ocurriría con Borges en 1954?
LOS CAMBIOS IMPREDECIBLES DEL FÚTBOL
La comodidad con que Peñarol caminó en la primera rueda del Campeonato Uruguayo y la “lotería” ante Nacional, le permitió lograr una ventaja importante de nueve puntos, consagrándose Campeón en forma por demás anticipada. El año calendario se cerró con el título en manos de los aurinegros y las dos últimas fechas del torneo sin disputarse –el segundo clásico y el encuentro ante Wanderers-, las que quedaron para la primera semana de enero de 1954.
El día 3, después de las fiestas tradicionales, se disputó el esperado partido entre Nacional y Peñarol. Era la revancha de la “lotería” de octubre, con la particularidad de que los albos venían levantando en su juego luego de una campaña desastrosa, especialmente en la primera rueda. Parecía que nada cambiaría cuando a poco de comenzar Míguez puso en ganancia al ya coronado campeón. Dos goles de Souto y Brienza cerraron la primera etapa con un parcial de 2:1 favorable a Nacional. En el segundo tiempo las expulsiones de Hohberg primero y Schiaffino después, más el retiro del campo de Obdulio Varela por lesión, dejaron a Peñarol con 8 jugadores ante los 11 albos. El tanteador no fue alterado. Nacional celebró la victoria destacando que mereció más goles. Siete días después con un 3:1 ante Wanderers, los aurinegros cerraron la Copa Uruguaya al tope con 7 puntos de ventaja sobre Nacional, 10 ante Rampla Jr. y 13 con relación a River Plate que ocupó el cuarto lugar. Toda esta actividad Carlos Borges la palpitó desde fuera del campo de juego. Tampoco pudo estampar su nombre como Campeón Uruguayo, error que comete Wikipedia en la pequeña biografía estadística que difunde del querido “Lucho”, donde lo coloca como titulado en los torneos de 1949, 1951 y 1953. ¡A corregir el error, muchachos de Wikipedia!
Mañana tercera entrega: La explosión del “Lucho” Borges. De olvidado a estrella de Uruguay en la Copa del Mundo de 1954, tan sólo en seis meses. Pero… de puntero izquierdo, posición que le inventó Juan López.
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