El guión
El fútbol más claramente guionado del mundo es el español. Barcelona-Real Madrid es un dibujito animado japonés -Oliver Atom contra Steve Hyuga-, es el siempre rendidor argumento del pequeño muchachito y sus amigos de la infancia contra el fuerte y lindo y sus selectas superestrellas, es evidente que esos partidos los escribe Jean-Claude Carrière antes de que se jueguen, de lo contrario no podrían ser tan exactos los detalles de la trama. Real Madrid-Barcelona es un partido para ver en el cine.
Ahora bien, cuando Lionel Messi sale de esa película y entra en la de la Selección Argentina el libreto también cambia. En la más reciente Copa América aparecía el muchachito rodeado de malas compañías, según el comentarista Fernando Niembro, quien pidió seleccionar sólo futbolistas del medio local, como pedía la mayoría de sus colegas uruguayos contra la primera selección de Tabárez.
Sabella hizo, por supuesto, otra cosa. Puso a De Sica a escribir el guión y dice el cartel sobre las marquesinas que el viernes en Mendoza, Uruguay tendrá que enfrentar a Los monstruos.
El Loncha García lo conoció a De Sica. “El día de mi primera práctica en Italia, llovió a cántaros. Desconté que se suspendía. Hice lo que hacía en Montevideo en una ocasión así. Al día siguiente todos los diarios italianos titularon ‘Bologna spetta a García e García é al cinema’. Habían hecho una gran promoción de mi primera práctica y quedó una multitud en el estadio, bajo lluvia, esperando para verme. Recién ahí me di cuenta lo que es el profesionalismo en serio, pero no me arrepiento, porque esa tarde vi Ladri de biciclette de Vittorio De Sica con Aldo Fabrizzi, que en el 54 fue a Bologna a filmar Hanno rubato un tram y me hizo salir en la película. Nos hicimos amigos. Tengo fotos con él, yo subido al techo del tren y como Fabrizzi hacía también teatro de variedades y de revista, como Walter Chiari, un gran cómico que era amigo de nuestro centrejás, Mesagri, y practicaba en joda de golero con nosotros, me invitaban al teatro. Una vez me topé con Sofía Loren y varias con Lawanda Osiris, la mejor vedette italiana de todos los tiempos, ¡no sabés lo que era bajando la escalera! Una cadencia, una voluptuosidad… y yo la miraba de abajo. En fin…”
Lo que quiero contar del Loncha es que, antes de ir a Italia, el 25 de mayo de 1948, en la cancha de El Globito, fue el entreala derecho celeste cuando Uruguay derrotó a Argentina dos a cero por la copa Perón. Cuando terminó aquel partido, Perón entró a la cancha con Evita y le entregó una medalla de oro rubricada por él a cada jugador uruguayo, pero se negó a entregar la copa de plata y oro que, sospecho, estaría “ahorrando trámite” en las vitrinas dela AFA. Argentina tenía un cuadrazo: Gozzi, Salomone y Sobrero; Sosa, Pipo Rossi y Pozzi, Boyé, Moreno, Pedernera, Martino y Bauzico. Venían de ganar tres campeonatos sudamericanos consecutivos.
Si existe un partido de fútbol en el mundo que nunca está escrito de antemano por ningún cineasta, es Argentina-Uruguay. Mil seiscientos millones de personas creen que los escribe Alá, otros tantos Cristo, otros Buda, otros Yahvé… Yo soy pagano y supersticioso.
Para el viernes sólo tengo cábalas.