El Glaciar entero y el paquete de algodón
El equilibrio es lo que marca que no nos “vayamos de mambo” para un lado o para otro; así como para arriba o para abajo.
La medida justa.
Ese equilibrio entre clubes y selección o selecciones parecería que lo comenzamos a perder luego del mundial de 1954, acentuándose mas ya en la década de 1960.
El futbol interno y el de selección estuvieron “transitando” por la misma “vereda” antes de 1950. Equipos “fuertes” en sintonía con Selección “fuerte”. Esa “suma” da “futbol fuerte”.
Con respecto a las selecciones ya en la década de 1950 comenzaron a separarse en cuanto a éxitos o rendimiento; la Mayor de la Juvenil. Mientras comenzamos un declive de “Podio” con la Mayor en el Mundial de Suiza 54 estando en una 4ª. posición final, que tuvo “un sabor diferente en ese momento al de 1970 y totalmente diferente al 4º. del 2010; en cuanto a su valoración, ya que hasta Maracaná fuimos los “number one” habiendo estado invictos en 1924, 1928, 1930 y 1950; “tocando el cielo” donde era una costumbre la “cima del orbe”. Entonces un cuarto lugar no dio hasta pasado 1970 la dimensión de que el futbol a nivel mundial había crecido, y no pudimos acompañar ese crecimiento a nivel de mayores.
Contrariamente a la Mayor; las Juveniles ganaron los sudamericanos de esa categoría en los años 1954, 1958, 1964, 1975, 1977, 1979 y “el canto del cisne” en 1981. Teniendo la Juvenil una conquista Internacional muy importante como El Torneo de Cannes sub-18 en 1979. Mientras que la Mayor ganaba 2 Sudamericanos en 1956 y 1959 (de 1950 a 1960).
Paralelamente nuestros equipos grandes demostraban el “querer acaparar todo”, a partir de ahí. Nacional como “para hacer boca” conquista la Teresa Herrera de 1958.
Peñarol tuvo una hegemonía a nivel continental, también con “flecha ascendente” logrando títulos a nivel de América (1960, 1961,1966 y del mundo 1961, 1966). Sumándole 1 Súper Copa de Campeones del Mundo en 1969.
Mientras que Nacional fue “Monarca” de América en 1971 y del mundo en ese año repitiendo en 1980 esa dupla exitosa; sumándole la Interamericana en 1971.
Peñarol, como para “reforzar” la fortaleza de los grandes nuestros con presencia positiva en el concierto mundial lograba el “oro” en 1982 siendo los mejores del Mundo y del continente sur. Conquistando un Bi campeonato de la Copa Teresa Herrera en 1974 y 1975.
En un periodo comparativo de 22 años (de 1960 a 1982) a nivel de Selección Mayor estuvimos en la cumbre de América en solo 1 campeonato continental, en 1967, y en un éxito no menor como Campeón de Campeones del Mundo que comenzó el 30 de diciembre del 80 para terminar con Uruguay abrazando la gloria el 10 de enero de 1981. A pesar de estos dos éxitos, la balanza de los grandes nuestros “pesaban más que nuestra selección mayor”. Ya que la eliminación a España 82 “eclipsó” con el tiempo la grandeza de conquistar Mundialito.
Y entramos en una década maravillosa donde a la “balanza” solo le faltó el peso mundial a nivel de selección; ya que a nivel de clubes Nacional como ya escribimos “mete” glorias en América 1980 y del Mundo (que se definió en Tokio el 11 de febrero de 1981) y 1988. Donde también trae a sus vitrinas la Copa Interamericana del 88 y la Recopa Sudamericana de 1989.
Los aurinegros alcanzan la “cima” en 1982 en suelo americano y en la lejanía de Japón para todo el mundo. Y le agrega otra Súper Copa de Campeones del Mundo en 1985.
Para no quedarse atrás y en un “reverdecer” de la Mayor se conquista la Copa América de 1983 y la 1987 (nada más ni nada menos que en Argentina y los “porteños” con el título de campeones del mundo con Maradona como estandarte).
Se podría decir que la “balanza” funcionó de mejor manera en la década del 80, solo estando en falta a nivel mundial con la Selecciones mayores y juveniles; pero a nivel continental no podemos quejarnos.
Habría que “repasar” con las autoridades de qué manera se jugaba el “futbol interno” en esa época para reverdecer “la formula”.
La Mayor teniendo una ausencia al Mundial de 1982, un evento donde no nos fue bien como el campeonato del 1986 y otro de similares condiciones de 1990.
A partir de ahí “desaparecimos” a nivel de títulos (de 1991 a 2010) tanto como clubes y como selecciones juveniles (la Juvenil del 97´ se tomó con festejo el perder la final de Malasia en 1997 y ser segundos, donde ahí comenzó cierto desconcierto ya que estar contentos por la posición final, si, pero festejar…….. supongo que fue “por el hambre de títulos”). Mientras que la excepción fue la Mayor en la recordada gloria de América a nivel de la celeste que comandó el inolvidable Héctor “Pichón” Núñez en 1995.
Habría que repasar también esta franja de tiempo y encontrar donde estuvo la “falla” del “futbol casero” que repercute en la color cielo.
Llega el mundial de Sudáfrica 2010 y nos ubica en un 4º. puesto que al contrario los de 1954 y el de 1970; este si se festejó; y la Copa continental de 2011 nos pone como los mejores.
Volvimos a que el nombre de Uruguay “resonara”, y que las camisetas dejaran de usarse por los niños uruguayos; tanto las de Maradona, Messi, Ronaldo y otras figuras de mas países, volviendo a “ponerse” no solo la celeste sino que la de Forlan, Suarez, Cavani, Lugano y hasta un “buzo” inusual (porque todos quieren ser jugadores de campo) para los fanáticos como el de Muslera.
Se recuperó la identidad.
Pero a nivel de clubes seguimos queriendo ilusionarnos como lo hicimos con Danubio en 1989, con Defensor Sporting más cercano en el 2007 o con Peñarol y su vice de América en 2011.
Las juveniles queriendo tomar la “flecha ascendente” rubricando con un título que le ha sido esquivo, como al principio de los eventos sudamericanos a partir de 1954 en su primera parte hasta mediados de la misma (si pensamos que fue la última conquista en 1981, podríamos decir que ni un padre de 34 años ni su hija o hijo si los tuviera de 15 y 14, no han visto un título sudamericano con Uruguay a la cabeza en juveniles).
La balanza no esta pareja otra vez como ha pasado a lo largo de este relato, nos cuesta equilibrar el futbol interno con el de selección. Cuando una parte de nuestro futbol está bien la otra pasa por desequilibrios.
Para muestra “basta un botón”; mientras que Uruguay a nivel de selección Mayor entra dentro del Top Mundial (como estar dentro de los 10 mejores desde hace 5 años) el futbol “interno” (campeonato local) de nuestro país solo supera a Venezuela según el último Ranking de la Federación de Historia y Estadística (Iffhs), y donde si nos “imaginamos” que hubiera descenso; estaríamos peligrando.
¿Habrá 2 mundos diferentes en Uruguay? Los números siempre son fríos, pero este “Glaciar” nos congeló. Tiene que hacer tomar conciencia.
De un lado “esta pesado” y en el otro hay algodón.
La balanza no equilibra.
Columna anterior:
“Carta abierta al Presidente de la República, Ejecutivo y Parlamentarios”