El fútbol en Hollywood
Haciendo un paralelismo entre el fútbol y el cine; tenemos una teoría; pero hay una práctica que se da hoy; que no existe en el pensamiento de los entrenadores.
En toda película hay un actor principal (o actriz), y me estoy refiriendo al género de actor no al sexo. Para esa “cinta” (nombre dado en los inicios del celuloide) ese actor o actriz firma un contrato y está a disposición de las reglas establecidas en dicho vínculo escrito.
Hasta aquí el fútbol uruguayo cumple en los mismos términos que en Hollywood (es muy claro que dicho lugar simboliza cualquier lugar en que se haga cine). Es decir que el futbolista cobra como corresponde y merece porque sin él no habría periodistas, entrenadores, árbitros, dirigentes, etc. Con la diferencia que en cine al actor se le consulta sobre temas de la película. Igual ocurre con los actores secundarios (en este caso serian los entrenadores o árbitros que también están en la película).
Traída una de esas consultas al fútbol sería la elaboración de calendarios, como otras tantas. A la única que estamos abonados los entrenadores es a la consulta sobre la violencia y donde siempre decimos lo mismos desde hace años; y creemos que esa solución pasa la misma por quienes son autoridades y tienen las herramientas; pero no la aplican.
Volviendo a la “cinta” (me gusta ese término porque lo repetía mi abuela Rufina siempre); resulta que la película (del fútbol) está hecha por actores principales, secundarios y extras; donde cobran por la tarea solamente los actores principales; ya que llegaron a un acuerdo económico, quedando conformes y dispuestos a cumplir con lo pactado.
Como “gato a la fiambrera” los actores secundarios (entrenadores y árbitros) miramos como en una “jopeada” extraordinaria desde 1999 los mismos participamos de la película pero no cobramos. El que vendió los derechos no tiene NINGUN papel (contrato) de A.U.D.E.F y A.U.D.A.F firmado dando su consentimiento y aceptando una contraprestación por el que están dispuestos a reclamar y cobrar por lo que han esperado (no sin solicitarlos desde esa fecha) tanto tiempo sin que JUSTAMENTE le llegara a sus arcas el producto de su exposición mediática, que cada vez es mayor ya que, con un micrófono al lado, la cámara siguiendo sus movimientos permanentemente, conferencias de prensa, etc., el entrenador prácticamente tiene una cámara persiguiendo sus movimientos. Nos ponen en todas las trasmisiones y sus televidentes son testigos de lo que se escribe.
En la ampliación del contrato (firmado el 30.5.2003) entre el que vendió los derechos y el que los compró reza en artículo del diario La República del 13.5.2006, que lo reprodujo este texto y lo hizo público:
“En el numeral 2, que refiere al Capitulo 1, Objeto, apartado B) Torneos Organizados por la AUF, (del contrato original firmado el 20/11/1998), agregándose las siguientes clausulas:
D) Se encuentran comprendidos en los derechos adquiridos de los partidos que se disputan por los Torneos organizados por la AUF, la imagen de todos los actores del espectáculo que se encuentran dentro del campo de juego desde el momento en que ingresan al terreno de juego hasta que lo abandonan”.
No es la primera vez que lo hacemos público; pero confiamos en que la Justicia siempre llega, no sin antes nosotros seguir argumentando sólidamente y con mas fuerza. Y no estamos escribiendo si un entrenador es bueno o malo; estamos diciendo que está en la “Cinta”.
En este juego de “Antón pirulero” solo queremos ver el consentimiento sobre el Derecho de imagen de los entrenadores firmado; ya que no existe, para el que no solo no nos oponemos sino que lo reclamamos, porque ya es tiempo. Y cuando esté; el actor secundario habrá ganado su justo “Oscar” luego de tanto tiempo.