El eco
La brillante última nota de Joselo Olascoaga “Barán y Almada: que nadie apague la luz”, ha sido la recompensa a mi lucha de tantos años. Porque hace años que sueño con que los entrenadores orientales estén en las marquesinas del éxito de mi país; si lo merecen. Pero hay algo distinto en la opinión; todos saben que soy un ex futbolista (que siempre estará vivo dentro de mi) transformado en entrenador, y la opinión de Joselo es la de un periodista, que son los que forman y trasmiten opinión, con una capacidad de óptica ya de oficio. Además deja abierta la imaginación de que son más los que han sido, los que son y los que serán, que ese ha sido el objetivo de nuestro pregón; no enfocarnos en uno sino en la profesión de entrenador uruguayo, donde el éxito ha ido de la mano en más de un siglo, sin que nadie pueda negarlo pero que ahora comienza a conocerlo aunque estaba en el “sótano”.
Solo soy alguien que opina desde “adentro” de un vestuario y eso también es diferente, pero conjugadas las dos versiones “sale” una opinión más justa y clara.
Por ahí he visto, mejor dicho leído, páginas de internet donde también el pregón de tantos años se ve reflejado, donde están otros entrenadores uruguayos hasta en los países más recónditos del mundo y tienen su justa recompensa que también existen y llevan la bandera de un país que la historia dice que es ganador y sus entrenadores también, sin que NADIE pueda negarlo, por encima de los vaivenes deportivos, ya que la balanza les da el beneficio de lo positivo. Por ahí también hay diarios que reflejan idéntica información con especialistas que han agregado a la información; de esta profesión que uno la siente como razón de vivir.
Cuando escribí mi primer libro (2002-“Campeones: La historia jamás escrita”) participaron una gran cantidad (unos 30) de periodistas renombrados y otros que recién comenzaban; para poder vislumbrar como era la opinión del periodismo en general sobre los méritos de los entrenadores uruguayos que en los 5 continentes habían traído títulos al país desde años de los albores del futbol. Todos opinaron, y muy bien pero SOLO UNO, de los jóvenes, me dijo:” muy inteligente lo tuyo, me haces opinar BIEN de los entrenadores uruguayos” y le respondí; “es la óptica que falta, porque soy parte involucrada, pero lo que plasma este libro es verdad y no es opinión, al menos en la parte mía”.
Por ahí después del tercer libro; “Campeones, tanta gloria olvidada” (2012) un periodista de largo trajinar además de encumbrado, luego de leerlo me comentó; “esto es una biblia deportiva, para usarlo de cabecera”. Entonces vi que lo que comencé en 1987, iba a tener su prolongación en los que realmente difunden.
Claro que hay cosas para fustigar, y son de los avatares de la profesión, pero hay a lo largo de la historia y en el presente a quienes la suma “2+2 da 4” y sin embargo queda en el aire como que da “ 3” , donde también se le juzga por relaciones personales y no por “el verde césped” (los del “Talud”) y los viejos que son glorias (los “del sótano”), cuando en realidad, en esta profesión las medallas son las que valen, y eso es lo que hay que valorar.
La nota de Joselo, simboliza mi pregón, ya que es opinión. El “eco” que esperé tantos años también se ve reflejado en los diarios que dan información de entrenadores uruguayos, páginas de internet; muchos jóvenes que se han “contagiado” de que el futbolista es lo máximo, pero el entrenador “tiene lo suyo”, y además; nacimos en esta tierra.
Hoy, a fines de 2014 he llegado en mi recopilación a más de 2.000 títulos internacionales logrados en los 5 continentes por entrenadores uruguayos. Fácil es decirlo ó escribirlo, pero uno que sabe que ganar un partido en el extranjero es difícil; y lo encumbrado y espinoso que es ganar un campeonato.
Y no olvidarnos por si se dice ……”¡¡¡eso es pasado!!!”; les recuerdo que del 2000 para acá Gustavo Poyet fue campeón en Inglaterra, Gianni Michelini en Italia y Rafael Carbajal en el mismo país, Julio Cesar Giménez en Argentina, además de Orlando Medina y Felipe de la Riva, Gustavo Matosas en México, Hugo Fernandez y Robert Siboldi en ese país también, Pablo Correa en Francia, Víctor Esparrago en España, Gabriel Correa, Pedro Eizaga, José Carlos Trasante y en el mismo país Martin Lasarte , Jorge Fossati en Qatar, Ecuador y Paraguay, Diego Aguirre en Qatar al igual que Leonardo “Pocha” Martins, Daniel Carreño en Arabia y también Juan Jacinto Rodríguez , pero también salió “Tola Antunez en Guatemala, Ever Almeida en Ecuador y Guatemala, Aníbal Gutiérrez Ponce y Ramón Silva en Ecuador, Nelson Acosta en Chile, Luis Garisto y Sergio Markarian en ese mismo país, Carlos Maldonado en Venezuela , Carlos Ravel, Washington Antunez y Walter “Cata” Roque en ese país también, Gerardo Pelusso en Perú y Maño Ruiz en ese mismo país, Ruben Israel en Paraguay así como también, Luis Cubilla, Eduardo Rivera y Gregorio Pérez, Sergio “Colacho” Ramirez en Joinville-Brasil y Pedriño Rocha (hijo de Pedro) en Acre y Maranhao-Brasil, Ariel Longo en Guatemala, Gustavo Faral, Julio Gonzales, Julio Cesar Cortes, William Coito y también Carlos Jurado en ese país, Manuel Keosseian en Guatemala y Honduras, Carlos Eduardo Otero en República Dominicana, Ernesto “Lito” Luzardo en Honduras, Gustavo de Simone; Orlando de León y Hernán Sosa en Costa Rica, Saúl Rivero en el Salvador, además de Ruben Alonso y Juan Mugica, Jorge Martínez en Congo-África, Osvaldo Giménez en China, Mario Viera en ese mismo país, Miguel Mansilla con 3 equipos diferentes en Panamá, Jorge Armúa en Canadá, Juan Carlos Buzzetti en Islas Fiji y si quieren les cuento mas en el próximo libro. Diferentes países, diferentes épocas, campeones siempre. Y otros más de una vez. Habiendo muchos más……pero dejémoslo ahí; que para muestra basta un botón.
Muchos de “los del talud” jamás son entrevistados, a pesar de sus éxitos y que llevan la bandera de Uruguay a todos lados. No olvidarse que en un Estadio no hay solo “Palco”.
Entonces este es mi pequeño homenaje a quienes buscando el sendero del éxito, lo lograron; y para quienes persiguiendo ese horizonte, lo intentaron, sin que el destino le pusiera una sonrisa en la meta deseada, pero nunca dejaron de perseguirlo.
Es como si nos aplaudiéramos entre nosotros mismos.
Y ahora en esta semana; Martin Lasarte rubrica una campaña brillante y es campeón con Universidad de Chile manteniendo la llama encendida; donde está desde 1908 con respecto a entrenadores uruguayos por el mundo con glorias a cuestas trayendo para el país más “oro”, pero que desde un tiempo a esta parte ha ido mejorando la repercusión que siempre se mereció, y que no se le dio en el siglo pasado, como profesión, y eso ha sido gracias al “eco” que comienza a encontrarse.