¡¡EL DIA QUE FUI REY!!
“Estivao, Anzani y Tomas Gómez,
y la plaza que está en Anador.
Yo no olvido las grandes campanas,
en la esquina del viejo buzón”
Ramón Anador y Estivao es como la letra de Durazno y Convención, esa esquina tiene su historia. La adolescencia de Alfredo transcurrió entre candombe y batucada, los muchachos del barrio, sus raíces que son como el bambú, se doblan pero no se rompen… sus sueños se cristalizaron, lo que pensó lo logró.
Yo lo miraba desde mis 15 años, recién jugando en quinta división de Nacional, él ya estaba en cuarta, una división más que la mía. Tomaba la pelota, me acuerdo que pasaba el pie amagando tocarla estilo Ronaldo el brasilero, y cuando le daban chance volaba por el lado izquierdo del campo, era una” saeta” rubio, melena larga, ahí estaba Alfredo Amarillo, sacando un centro a medida o rematando fuerte y dirigido.
¡Qué jugador! ¡Por Dios! Alfredo Amarillo, Daniel González y el “Lucho” Braulio Castro eran inseparables, llegaban a Los Céspedes con las sonrisas pícaras de la juventud, mosqueteros de la vida, el mundo era de ellos, sabían que era cuestión de tiempo, brillarían por sus propios medios. El “Lucho” Castro decía – ¡“Pulpa” estuve con el “Peca” Alonso! Le manda saludos.
-Ah! – decía -el “Pulpa” – mándale saludos, lo conocí de chiquito, ¡flor ave! cuídate sino te afana, es “punguista”. Jajaja
-Lucho, ¿quién es el “Peca”? – le preguntaba Alfredo.
-No existe – decía el “Lucho” – es que el “Pulpa” siempre dice que conoce a todo el mundo y yo le invento nombres jajaja.
– Alfredo contame algo del “Pulpa” Etchamendi antes de empezar tu gira por Europa- le insistí.
-¡Ah! – me dice – le escuché una verdad y que es así en la vida real.
Salíamos con la “bañadera” a entrenar, todos desde los céspedes, el profesor físico Carlos Moreira, le pregunta a el “Pulpa” – ¿Cómo serán estos muchachos, se nos viene el cambio con esta nueva generación?
-Tranquilo profe, deje que suban al ómnibus, la “mugre” va toda para el fondo!
Es cierto, es real. Aunque vayas a un “picnic”, el que canta, el que fuma, el que toca el tambor, el que toma vino, van todos para el “fondo”.
Y sigue -Alfredo, diferente a los clubes de barrio, cuando ibas a jugar a los campeonatos barriales, o como los murguistas de antaño, iban todos en la baranda del camión, que antiguamente le ponían cadenas para que se agrandara el espacio, ahí todos sentados, siempre alguien decía algún disparate,
– ¡Oh que linda que estás! ¡Loba! ¡Mata hombres!
¡Ahí están los desprolijos, van todos para el fondo! Depende de donde se mire el “fondo” en el camión.
¡¡ LOS CULPABLES SON USTEDES!!
Una noche jugábamos contra Rentistas, siempre decía el “Pulpa” – Cómo no ganemos mañana, la culpa de todo, es de ustedes? Concentrábamos en el Casino Parque Hotel, y el día antes de concentrar a la noche salimos con el “Negro” Daniel Mantegazza, fuimos al “Chivito de Oro”, en 18 de Julio y Yi. Nos sentamos a comer y justo se dio que entra al bar Gualberto Díaz, técnico de Rentista y muy amigo del “Pulpa”.
Se sentó con nosotros en la mesa, pidió un chivito y comimos. Hasta ahí todo bien, yo estaba sentado en la ventana, Mantegazza igual, mirando hacia afuera, en eso dobla un auto Mercedes Benz blanco por la calle Yi y Gualberto dice -¡ahí va el “Pulpa”!
Al otro día el “Pulpa” nos llama a Daniel Mantegazza y a mí, nos dice que como se presente el partido los culpables íbamos a ser nosotros. Le preguntamos por qué y nos responde – Ustedes estaban con Gualberto Díaz sentados juntos en el bar de 18 de Julio, ¿no?
– Si es cierto, estábamos sentados pero él cayó después.
– ¡No me cuente la situación! ¡Ustedes son culpables!
¡Menos mal que ganamos 4 a 0! Si no nos decía que el partido estaba arreglado
“Si perdemos los culpables son ustedes” Jajaja me quedó grabada esa frase.
¡¡PUNTERO IZQUIERDO!!
Mira yo en Nacional fui de puntero izquierdo, jugué en quinta división, con el técnico San Vicente, por la punta, pero en cuarta división el “Gallego” Walter Taibo me puso de “half” izquierdo.
Recuerdo nombres de aquel entonces, Walter Daniel Mantegazza, Rubén Suárez, El “Pepe” Cruz y Walter Gómez, se llamaba como el crack de antaño.
Le pregunto – ¿Siempre te vi de lateral izquierdo?
– Te cuento como empecé en esa posición – Me responde Alfredo.
Íbamos al Estadio Centenario y ayudábamos al “Pelado” Haynes (era el equipier) a enrollar las vendas, siempre decíamos “algún día va a faltar alguno y me van a poner”.
Hasta que llegó ese día, faltó el puntero izquierdo, que era el “Petiso” Oribe Maciel, el titular era el “Mudo” Ferreira, que estaba enfermo en cama. Habían citado a Oribe y había llegado tarde, se bajó en Av. Italia y Centenario, se había trancado, yo estaba en la tribuna y el técnico de la “reserva” era Aníbal Paz. Este me mandó llamar. Me empecé a vestir, de repente me acuerdo que no tenía zapatos de fútbol, entonces el “Pelado” Haynes me da los del “Chileno” Ignacio Prieto, ya que calzaba igual que yo (37), es difícil encontrar un jugador que calce esa numeración.
Me puso de “half” izquierdo y al titular lo colocaron en el medio campo, de “entreala”.
Esa generación que estaba arriba de nosotros, en la “reserva”, era Calcaterra, el “Tono” Abad, Varela, El “Petiso” Gómez, ahí empecé en cuarta y reserva de Nacional, jugaba en ambas divisiones.
Un día cae el Profesor Carlos Moreira del primer equipo al Parque Central, estábamos en cuarta división, el half derecho era el “loco” Walter Trueba (el “Ronco”) y pide un “half” izquierdo que pueda ir a los céspedes, yo enseguida levanto la mano y el profe me dice –Ok, mañana a las 3 de la tarde lo espero en el entrenamiento en los céspedes.
En algunos partidos jugaba de “half”, en la cuarta división, entonces salta como una fiera el “loco” Trueba y dice – Pero ¿vos estás jugando de puntero izquierdo? Yo soy el “half”.
– Bueno “loco”, me retraso unos metros y ya está, hago de half-puntero.
– ¡Me estas sacando la comida! – Me gritaba Trueba, con esa voz de trueno jajaja.
Fui a los Céspedes y me quede definitivamente, después mi carrera fue corta en Nacional, yo emigre con 19 años, jugué dos partidos en primera.
Me acuerdo el último encuentro contra Cerro, yo estaba de suplente, el “Pulpa” Etchamendi me dice en el medio tiempo que a los 15 minutos vaya a donde estuviera él. Siempre se paraba en la tribuna Olímpica, en donde está la piedra de monolito, a mí las piernas me empezaban a temblar, en esa época los suplentes nos sentábamos en la platea América y yo me senté al lado del Walter Haynes, un muchacho que hacia notas en los vestuarios me prestaba los auriculares para que yo escuchara la trasmisión de radio por Heber Pintos, y miraba el reloj de la tribuna Ámsterdam. El partido iba 0 a 0, y yo pensaba “el “Pulpa” me dijo que fuera a los 15’ ¿porque pensaría que iríamos ganando? no me animo a ir hasta allá me recorro medio estadio y voy quedar pegado”, me hice toda una película. Le comento a él “Pelado” Haynes lo que me había dicho el “Pulpa” (que vaya hasta dónde estaba él) Walter me dice – pero m’hijo, anda que ya pasaron los 15’. ¡Mira! ¡Mira! El “Pulpa” está moviendo el brazo, te está llamando.Está anunciando el cambio, ¡Dale!
– ¿Y si quedo pegado y me manda para atrás? – le pregunto
– ¡Andate! – Volvió a repetirme el “Pelado”.
Me fui, encima voy descalzo, con los zapatos en la mano.
Al llegar me dice el “Pulpa” – ¿No fue a la escuela usted? -¿No sabe cuándo van 15’?
– No, si… lo que pasa es que vamos 0 a 0.
– Que quiere, ¿que lo ponga cuando vayamos ganando 7 a 0?
Me puse los zapatos y me dice – Va a entrar por Juan Martin Mujica.
La única jugada del partido fue la mía, faltaban 5’, empecé a correr con la pelota por la banda izquierda, seguía, seguía, nadie me salía, llego al fondo de la cancha entre la platea América y tribuna Colombes y levanto el centro, aparece a “boca de jarro” Luis Artime, Cabecea y, ¡¡gooooll .
Ganamos 1 a 0.
Un amigo que es hincha fanático de Cerro estaba en la tribuna ese día, gritaba – párenlo, párenlo – Siempre me lo recuerda, ya conocía mis desbordes por la punta jajaja.
Después de ese partido viene la transferencia a Europa al Valladolid de segunda división de España.
-¿Cómo te enteras de ese pase? – Le pregunto a Alfredo
-Voy a mi casa, después del partido ante Cerro, no sé cómo mi viejo se enteró antes que yo, y me dice – ¡Vamos a la azotea que tenemos que hablar! – Y cuando dice eso pensé ¿qué cagada me mande? Porque mi viejo era bravo. Voy a la azotea y me dice -Tenes que irte.
¡Pa! ¿Este me está echando de casa y no sé qué hice?
– ¿Por qué me tengo que ir, papá? ¿Qué paso, que hice?- le digo
– No, ¡te digo que tenes que irte!
– Pero ¿a dónde queres que vaya?
-Te vas ir a España.
-¿A España? ¿Qué voy hacer yo?
-Y ¿qué haces vos? ¿Sos arquitecto, médico? ¿Qué sos vos?
– ¡Soy jugador de fútbol!
– Y bueno entonces anda a jugar al fútbol, ¿qué vas hacer sino?
– ¿Cómo que me voy? -Sigo preguntando medio perdido.
– Mañana van a venir hablar contigo.
Al otro día tocan timbre, yo vivía en un apartamento en Tomas Gómez y Estivao.
Un señor, el “Cacho“ Enderi que había sido jugador de Central de Uruguay, era gallego y desde chico se vino a vivir a nuestro país, en ese momento estaba radicado en Valladolid. Había venido a la casa de sus padres a visitarlos, y el Valladolid, le pidió que si veía un puntero izquierdo hiciera las tratativas. Él había jugado en Barcelona, en Zaragoza y en Valladolid.
Justamente ese día, juego con Nacional ante Cerrito, levanté cuatro centros a la carrera e hizo cuatro goles de cabeza, Juan Carlos “Palito” Mameli, jugué de puntero izquierdo, porque habían transferido a Julio Cesar “Cascarilla “Morales, al fútbol de Austria.
Se dieron todas las circunstancias, es el destino que también juega su partido.
Habló con Nacional y se hizo la transferencia, tenía 19 años, le pedía consejos a todo el mundo ya que no sabía qué hacer, ahora que lo pienso, me hubiera quedado hasta los 22 o 23 años, me fui sin nada, con usd 50 en mis bolsillos, mis viejos no estaban económicamente bien en ese momento.
También tuve condonar una deuda que tenía Nacional conmigo, así quedaba libre, me debían usd 2.300, fijate que para mí era una fortuna, era de premios, Libertadores, campeonato Uruguayo, de estar en el banco de suplentes. El presidente era el Sr. Miguel Restuccia, nos reunimos y me dijo – firme acá y Nacional queda libre de deudas con usted.
Y firmé, que voy hacer, iba a ganar en Valladolid lo que ganaba en Nacional, igual hable con el “Peta” Ubiña, para pedirle algún consejo, me dice –¡Andate zurdo, andate! –
Después me di cuenta cual era el apuro, a todos les estaban debiendo 3 meses de sueldo, a mi me vendieron en usd 17.000, y anteriormente habían vendido a Víctor Esparrago al Sevilla en usd 37.000, y él venía del Mundial de México.
Ahí arranque para Valladolid – España, al aeropuerto me fue a buscar el Sr. Enderi, que trabajaba para el equipo de Valladolid, me llevó al Hotel Conde Anzure y me dice – bueno, mañana viene un directivo y te informa del horario de las practicas.
Había viajado solo, hacía un frío tremendo, caía nieve. Quise salir a caminar con “championes” y casi me mato, pensé “¡Pa! ¿Cómo hago??”, me fui a la habitación y pensé que hasta que no pare de nevar no salgo.
El cambio de horario me mataba, había 5 horas de diferencia, me fui a la cama y como a las 03:00 am me levanté y mire por la ventana, llovía y nevaba como loco. Me acosté de nuevo y pensé “¿mañana nadie entrena con este tiempo?” seguí de corrido hasta el mediodía, me levanto y bajo al restaurante del hotel y el conserje me llama – ¡Eh, eh Uruguayo! – No sabía mi nombre – ¡Ostia! Te llaman por teléfono, ¡joder!
Ah mierda, no hace un día y ya estoy jodiendo. No sabía que es un modismo, y traduje el “joder” con el mío, simplemente me reía para quedar bien, andaba más perdido que “perro en cancha de bochas”.
En el teléfono era el presidente del club, me pregunta – ¿Usted no concurrió a la práctica hoy? – No – le digo – estaba nevando y llovía intensamente -Busque mis mejores palabras para responderle.
– No, disculpe Sr. Alfredo, acá se practica con nieve, lluvia y frio, solamente si hay un terremoto, un sismo, un diluvio y hasta por ahí, creo que igual entrenamos en el “Arca de Noé”. Acá no se suspende nada – me respondió el presidente
– Perdón, en mi tierra con el tiempo así no practicamos – le digo. Pero claro, estaba en otro planeta, los jugadores se ponían gorras de lana, equipos de lluvia e iban a practicar a los bosques donde los árboles de Pino paraban la nieve, el agua y la hojarasca no hacía barro. Salían y corrían, corrían, corrían ¿Yo que sabía? A mí nadie me explicó nada, subí a un avión, baje, y estaba en el primer mundo.
¡Vos sabes Hebert! Hemos practicado y jugado juntos en la reserva, no teníamos ropa en Nacional, que sabía que tenían equipos de lluvia, gorros de abrigo, guantes y todo lo daba el club. Llegué a Europa con la valija más vacía que llena y usd 50 en el bolsillo.
Pero poco a poco me fui acostumbrando, estuve como 5 meses yendo en ómnibus a entrenar, no tenía coche, hasta que no aguante más y le pedí al presidente si me adelantaba dinero de mi contrato y así lo hizo, no había llevado nada, mejor dicho, no tenía nada, ni ropa, fui con una camisa y pantalón y era el que salía los sábados después de los partidos a bailar, era mi uniforme de lujo.
Y como es todo en la vida, en Uruguay, no pasaba necesidades, en lo que refiere a la parte culinaria, de salud, mi padre y mis abuelos siempre me dieron todo, no me dejaban trabajar porque querían que me dedicara a entrenar, porque a mí me gustaba, y siempre me vieron condiciones para jugar al fútbol.
Le pregunto a Alfredo, a pesar de estar muy concentrado en su relato – Dijiste mi padre y mis abuelos. ¿Tu madre? ¿Qué rol tenía en todo esto?
En esa época mis padres ya estaban separados, yo por temas de cercanía para ir al Parque Central vivía cerca en la casa de mi padre y también mi abuela…
-No es que me quiera meter en saber tu vida – le digo a Alfredo – te digo simplemente porque uno siempre dice “mi padre y mi madre me dieron todo” y como estaba muy atento al relato te hice la pregunta, ya que me causó curiosidad no sentir “madre”.
-Sí, tenes razón – me responde – pero yo los viernes después de la escuela me iba a la casa de mi madre, en 8 de Octubre y Cuchilla Grande, en la curva de Maroñas, por eso de chiquito en baby fútbol jugaba en Danubio, habré jugado 6 o 7 meses, después pase a la Rinconada que era del barrio.
Cuando empecé en las divisiones de cuarta y quinta, del Club Nacional, ya vivía con mi padre, aparte en el barrio Buceo tenía a mis amigos, de mi casa iba caminado a entrenar, no había para el boleto diario. Mi madre concurría muy asiduamente a mi casa, ellos tenían buen relacionamiento, “velaban” mucho por mí, eso me ayudo a tenerlos siempre cerca.
Cuando me fui para Europa, como te decía, fui escaso de ropa, hablé otra vez con el presidente y le pedí si me podía adelantar dinero de mi ficha que iba a cobrar por año, me adelantó 50.000 pesetas. En ese momento ya había llegado la madre de mis hijos, se llamaba, Nair, fanática de Nacional, aunque ella venía con su valija de ropa. Salimos todos juntos y compré ropa para todos. Empezamos a pedir, pedir y cuando fuimos a pagar no me alcanzaron las 50.000 pesetas, las deje íntegras en la tienda, como seña de todo lo que había comprado.
¡Otra vez fui hablar con el presidente! Que era gerente del Banco Bilbao de Valladolid.
Le dije – Presidente, déjeme algo más de dinero porque no me alcanzo lo que me dio para comprarme ropa.
– ¿Qué me dice? ¿Pero qué se compró toda la tienda?
-No, vio como es… fuimos con mi señora y ella tampoco tenía ropa…
Ahí me adelanto otro dinero y pude sacar la ropa, también me quede con un resto, yo había venido como te conté solo con usd 50, una camisa y un pantalón.
Nos fuimos al hotel (Conde Anzure), yo seguía ahí, lo más pancho, pero tenía que alquilar un apartamento, hasta que encuentro un apartamento de una señora que íbamos a almorzar, se llamaba restaurante “La Castellana”, la misma dueña atendía las mesas y habíamos hecho una amistad porque siempre me atendía ella, justo conversando me dice que tenía un apartamento para alquilar.
Alquile ese apartamento, en la calle Portugalete nº 3, 10º piso.
Las veces que me quede sin ascensor y tuve que subir caminado todos esos pisos, ¡me quería morir! ¡Cuando iba y hacia los mandados! Llegaba cargado, sudando, venía mi señora y decía – ¿Trajiste el caldo de gallina pal ‘tuco, que te pedí? – que iba a traer, me olvidaba de todo, y otra vez bajar y subir 10 pisos, saque unos cuádriceps de tanto subir y bajar, no precisaba entrenar.
¡Pero el piso estaba vacío, había que comprar los muebles! Otra vez, tenía que hablar de dinero con el presidente.
Me ve y dice, – ¿Ahora que sucede?
-Me tuve que mudar del hotel – le digo – porque me sale carísimo, ¿me podría adelantar otra vez dinero de la ficha para comprar los muebles?
-Está bien – me responde – ¿cuánto necesita?
Me presta lo que le pido y ya no me quedaba nada más para cobrar, el dinero pedido por adelantado había agotado la ficha anual, había firmado por 3 años unas 400.000 pesetas por año, la peseta estaba, no recuerdo bien, a 13 o 14 por dólar, unos usd 30.000.
Bueno ahora tenía todo, ya no me faltaba nada, me manejaba bien en el coche, iba a entrenar lo más bien, estaba ya instalado y conocía la ciudad, pero en las vacaciones no podía irme a Uruguay, no tenía dinero, entonces me quedo en Valladolid, que tenía el Río Pisuerga para bañarme y lleno de piscinas en clubes privados, pase el verano ahí.
Estuve 2 años en el equipo Valladolid, no empecé bien, me costó un poco adaptarme y tuve varios técnicos, uno fue un alemán que dijeron que yo lo había echado, nunca eche a nadie, es cierto que teníamos diferencia en el modo de dirigir el equipo pero nada más. También estuvo el “Pichón” Héctor Núñez. Al cumplir con el periodo para nacionalizarme español tuve que renunciar a la ciudadanía uruguaya y nacionalizarme español, en ese tiempo no había convenios, los papeles me demoraron como 6 meses, y todo el mundo me decía que tenía que hacer el servicio militar, tenía compañeros que estaban haciéndolo y venían vestidos con el yerbero de militar, con las botas, el uniforme a entrenar.
Ellos me decían – te estamos esperando mira que vos también vas a estar con nosotros en la “Mili”.
Me ponía nervioso y hablaba con el presidente, le decía – Mire que yo no voy hacer el servicio. – Tranquilo Alfredo, eso lo solucionamos nosotros – me decía
Junto con el cuerpo médico hicieron un papel que lo presentaron a la “Milicia”, decía: Exento del servicio Militar por tener pie plano. ¡Me salve!
Cuando debute jugamos contra “El Terragona”, en Barcelona, éramos ambos equipos de segunda división, y ahí me dijeron que el club Barcelona había hecho una opción de compra por mí, pero no hacía el uso de la cláusula hasta que no me nacionalizara.
Pasaron los 2 años mientras estaba en los trámites de nacionalizarme y cuando terminé el papeleo ahí comenzó a tomar color el interés de dicho club. Fue en un “Trofeo Ciudad de Valladolid”, se rumoreaba en el vestuario, que había observadores del Barcelona, pero mi nombre ni se escuchaba en ese momento, los jugadores que estaban en la mira era Cardeñosa, Landáburu y Lorenzo, jugábamos contra Málaga y el puntero derecho era Daniel Quevedo, el ex Peñarol de Montevideo. Tenía que marcarlo porque yo jugaba de Half izquierdo en mi equipo.
Escuchando todo eso, íntimamente me decía – ¡El que me tengo que ir soy yo, y me repetía, soy yo el que me tengo que ir de acá!
Hacia cuestión de un mes hablaba con mi señora que en Valladolid tenía dos entretenimientos, o ver todo el día la televisión o leer las revistas de chimentos. Eran, Interviú, Hola, Diez Minutos y Semana, las comprábamos los viernes y te internabas todo el fin de semana, de memoria te las cuento, si las habré leído.
También teníamos dos canales de televisión, el canal oficial y el UHF en blanco y negro.
Una noche mirando las revistas en la cama con mi señora, pensando al mismo tiempo que se iba fulano o mengano, prendo la televisión y veo al Barcelona. Le digo a mi señora – mira qué equipo ese ¡un día yo voy a jugar ahí!
Me responde – Te está haciendo mal la lectura. Seguí leyendo.
Ese día había llegado, los equipos eran: Málaga, Granada, Victoria de Setúbal y nosotros. Estaba en la tribuna Rinus Michels, técnico del Barça, pensaba “es mi hora” es ¡HOY!
En eso me cruzo con Daniel Quevedo, y lo de siempre, ¡Vamo’ arriba, suerte!
Comenzó el partido y yo subía y bajaba levantaba el centro, pateaba al arco, llegó un momento que Daniel no podía más, me había marcado en mis subidas y lo menos que hizo fue jugar en la punta por seguirme a mí, yo jugando para el técnico, el creador del fútbol total, pensé “acá juego de half izquierdo de puntero y de “entreala”, que me vea que cubro las 3 posiciones, le doy opciones” ¡Vamo’ Alfredo vos podes! Me decía a mi mismo interiormente.
Ganamos el partido, saludo Quevedo y me dirijo al vestuario, antes de llegar hay un hall para beber o tomar un café, veo a Rinus Michels con su señora, paso al lado de ellos sin mirar y escucho que la señora dice – ¡él es el que quiero!
Me voy a mi casa con ese último pensamiento de” ¡él es el que quiero!”, no dije nada a mi señora, espero al otro día ya que se jugaba el segundo partido del torneo, en la mañana me llaman por teléfono, era el presidente de mi club, que vaya a la agencia de viajes, él era dueño. Voy y me dice – te voy a dar la noticia antes que nadie, el Barcelona está interesado en vos. Me quede duro, lo había soñado tanto que cuando llegó el momento no supe que decir.
– Veremos si podemos dar la noticia que te vas a Barcelona antes de que termine el torneo. – dice el presidente.
Pero conmigo nadie había hablado, y la parte económica que era la más importante, no sabía nada, suponía que entre ellos ya se habían puesto de acuerdo.
Ese día al mediodía me hacen ir al Hotel Meliá, no estaba Rinus Michels ni la señora, estaba un directivo, Rodri, veterano, ex jugador del Barça, estaba sentado en el lobby del hotel y me hace señas, comienza a decirme de las condiciones del Barça, a mi me parecía todo bien, si me ofrecía 2 pesetas estaba bien igual, porque mi deseo e ilusión eran jugar ahí, yo lo veía al equipo y coronaba mi sueño. Me ofreció un dinero y le pedí el doble, me respondió que no, que si me iba a poner así, cerraba la carpeta y se retiraba.
– Está bien – le respondí y me levante, me iba hacia la puerta, pensando por dentro “por favor llamame”.
– ¡Amarillo! ¡Amarillo!
El corazón se me paró. Vuelvo sobre mis pasos, me ofrece otras condiciones. Si jugaba 15 partidos de titular alcanzaba la cifra que había pedido.
– Ok – le dije y llegamos a un acuerdo.
Me voy a casa y en la noche jugué el partido final y ganamos el trofeo Valladolid, me entero que esa noche también querían hablar conmigo los directivos del Sevilla, el primer equipo que me quiso fue el Real Madrid, “Paco” Lemi que residía en Valladolid, ex jugador del Real, había hecho un informe que para ser defensa, yo era bajo, ya estaba decidido, había otros interesados pero mi sueño era eso. ¡BARCELONA!
Le digo a mi señora – ¡Apronta las maletas que nos vamos!
– ¿A dónde? ¿A Uruguay?
– No, no, ¡a Barcelona!!
– ¿De vacaciones?
– No, ¡voy a jugar al Barça!
– ¡No te creo, no empieces con tus bromas!
– En serio, ni yo me lo creo, no te dije antes porque quería estar seguro que firmaba.
– Lo que te propones lo alcanzas – me dijo orgullosa – Vos siempre fuiste igual.
El plan de la mi señora, era quedarse para vender todo, los muebles, el coche (tenía un Fiat 127), y así fue…
– Los demás jugadores me decían si iba a ir en ese coche.
-En Valladolid, había 2 compañeros que tenían el mismo coche, y eran uruguayos, el “gallego” Fernando Martínez (golero) y Miguel Calandria.
– No tranquilo, voy a ir sin coche, lo vendo antes de irme – les respondía. No me dejan entrar al estacionamiento del Barça. jajaja…
¡¡ BARCELONA!!
-Llego a Barcelona, en el aeropuerto estaba toda la prensa, 40 a 50 fotógrafos, televisión, el canal Catalán, radios y diarios. Entro a una sala y anuncian que no iba a declarar nada, que iba a la sala de prensa del estadio del club. Me llevan a un restaurante cerca el Hotel Capitán Arena que fue mi hospedaje al poco tiempo, yo no había firmado el contrato tenía que hacerlo ese día pero se suspendió para día siguiente.
-Me dirijo al Hotel para que descansara y esa noche en Barcelona se juega el Trofeo Joan Gamper , me llevan al partido, después de finalizado, voy a otro restaurante a cenar, carne y ensaladas recuerdo, en las paredes tenía todas las fotos de los jugadores firmadas del Barça, del Sevilla, del Madrid, de gente del cine.
-No alcance a sentarme y todas las personas del restaurante venían y me pedían autógrafo, era normal que lo hicieran, y en la servilleta de tela del local, que quedaba sin servilletas, ya que la sacaban de cualquier mesa.
-Me hice amigo del dueño del restaurante, me quedo conversando con el después que se fueron todos los directivos, en eso veo un diario de la ciudad en el mostrador y lo tome a ver que decían de mi traspaso, pero no decía nada, y veo la pagina de espectáculos, miro y en la portada a un amigo mío de Valladolid, un gitano, que actuaba en una discoteca de la ciudad, hablo con el dueño y le comento que es Manolo de Vega, canta Flamenco, hace cuentos, es muy amigo mío, -ah me dice actúa en el “Paralelo”, conoces la ciudad?, -No, le digo.
– Bueno vamos hacer una cosa…toma, llévate mi coche, tenía un Ford Capri, fijate el año 1976, ¿-Sabes manejar? – ¡¡Si claro!! Bueno salí y pregunta dónde queda la calle “Paralelo”, es muy conocida, y también por el salón de fiestas…
-Así hice y llegue sin problemas, me siento en una mesa al fondo, pero Manolo ya sabía que estaba en la sala, y dice, ¡¡-Bueno esta noche quiero darle la noticia que un coterráneo mío de Valladolid ha firmado para el Barça, y se encuentra entre nosotros!! De pronto se encienden las luces y yo firmando autógrafos por todos lados, “Escrachado “…-Me quería morir, la primer noche y ya debutando en las discotecas… ¡¡ Me acordaba del “Pulpa”, “La mugre va toda pa’ el fondo”.
-Ya eran las 05:00 a.m. le digo a mi amigo, bueno me voy mañana tengo que entrenar. ¿Pienso ahora como llego al hotel? Salgo por la rambla y a esa hora ni un alma había en la calle, voy andando y paro en un semáforo, al lado se para otro coche y dije a este mismo le pregunto, antes que yo hablara me dice ¿tú eres Groc , que firmaste por el Barça, no? ¿Eh? -Parecía que no entendía el catalán. -¡¡Tú eres Amarillo que firmaste por Barcelona!!… ¡¡-No yo no soy le digo!! Eres tú… ¡¡-una pregunta!! ¿Dónde queda el Hotel Capitán Arena?
-Me hizo mirar hacia atrás, el ultimo semáforo que ves , dobla a la izquierda, seguí todo derecho y vas a ver un cartel enorme a tu izquierda, que dice Hotel Capitán Arena… -Hice lo que me dijo y llegue sin problemas, parecía que conocía la ciudad de toda la vida…
-Me acosté y al otro día por la mañana me viene a buscar el directivo para ir a entrenar, bueno vamos ven que acá tengo el coche. –Acá está el mío le respondo. ¿Ya tienes coche? Me dice.
-No, me lo prestó un amigo… ¡Joder ¡que amigo tienes. ¡Me cago en la hostia!
-Lo seguí hasta el Estadio del Barcelona, lo estacione y empiezo a temblar, todo lo que había soñado estaba frente a mí, entro al vestuario y comienzan a presentarme a todos los jugadores que me estaban esperando, Johan Neeskens, Hugo “el Cholo” Sotil, Johan Cruyff, el “Milonga Heredia, Migueli, Fortes, Reijard…Ese día era la presentación del plantel, había unas 70.000 personas, no podía creer, tanta gente solo para ver los recién llegados junto a sus ídolos que repetían sus nombres y eran ovacionados largamente.. Dimos un par de vueltas al campo para hacer algo y no dejar al público sin vernos en acción, nos tomaron muchas fotos y termino el entrenamiento. Después se hacia una comida de bienvenida en un restaurante en las afueras de Barcelona, ¿Y cómo hago yo, con el coche? Tenía que llevarlo al restaurante de mi amigo, ellos se van a ir de a dos y yo que hago, se empezaron a ir, unos y otros arrancaban, me daba vergüenza pedir que me llevaran, no me animaba, ya no había nadie y de pronto escucho el agua de la ducha, miro y veo al “Cholo” Hugo Sotil, -Le digo Sotil ¿Usted me puede llevar? Si me dice, vení conmigo, tendría que pasar a dejar esta llave de coche por el restaurante Can Fusté, (casa y comida en catalán)…
¿-El de Miguel? Me dice…
-Como todos los jugadores iban, ya lo conocía, así fue, llegue le dije a mi amigo Miguel, donde lo había dejado y también se quedo tranquilo, de ahí nadie se lo lleva, me dice…
-Tenía un Corvette amarillo color huevo, arrancamos, tomamos la autopista y llegamos al mencionado restaurante.
-Yo siempre digo, en el futbol, nunca lo busque, el más desprolijo, el peor de todos se me arrimaba, yo ni los conocía, es como un imán, me paso en Valladolid, en Salamanca, en todos lados, jajajaja…
-Ya volviendo de la comida, retornábamos al estadio, a mi me venía bien, ya que me dejaba de pasada, porque algunos jugadores dejaron sus coches en el estacionamiento y volvían para ir a sus hogares. Me traía el “Cholo” Sotil, me acuerdo que el “Milonga” Juan Carlos Heredia, tenía un auto 124, nos encontramos en la autopista, teníamos que cruzarla y encima pasar por el centro de la ciudad hasta llegar al campo del Barça, baja la ventanilla el “Cholo” y le dice a Heredia, la carrera es hasta el estadio, vale todo… Ah ¡! Imaginate ¡! Yo adentro del Corvette, arranca y en 5 segundos estábamos a 100 metros, tocando apenas el acelerador, me agarraba de todos lados, en ese tiempo no había obligación del cinto de seguridad, me lo coloque por inercia, subí mi ventanilla y veía que se pasaban los semáforos en rojo, daban vueltas las plazas al revés, no puede ser me decía a mi mismo. ¡¡-Estos son locos de verdad!! Menos mal que no paso nada y llegamos bien al estadio…
-Heredia otro loco, llevaba a las prácticas 2 perros ovejeros alemán, también tenía un León chiquito, lo metía dentro del coche y lo traía a los entrenamientos, dejaba la llave puesta en el coche, ¿Quien le iba a robar o entrar? Jajajaja.
¡¡-El “Cholo” Sotil, tenía la luna en los ojos y el sol en la nuca!!-No puede ser, estos dos habían salido de una casa de locos, el primer día, mi primer practica y ya era el “Rey”, no dormí y encima casi me alojan en un “Hospital”. ¡¡Hebert!! Me los encontraba sin ir a buscarlos.¡¡Pulpa!! Ni al ómnibus había subido y ya estaba en mi salsa. Jaja
-Volviendo atrás en el relato cuando salgo de la discoteca de estar con mi amigo el “Gitano”, a los 2 días en la revista “Don Balón” , el periodista “gallego”, “Butanito” García puso en la revista, Amarillo “noctámbulo”, se perdió en Barcelona, menos mal que ya había firmado mi contrato… Él que había parado en la madrugada cuando retornaba al hotel en el semáforo, era Él, que me dijo. ¿Tú eres “Groc”?.
-El dueño del apartamento que yo alquile era de un jugador, Paco Gallego que había jugado muchos años en Barcelona y se iba para el Sevilla. Estaba arriba del restaurante Can Fusté y la coincidencia fue que Miguel el dueño vivía pegado a mí, eran 2 apartamentos por piso.
-Paco Gallego cuando llego al Barcelona e hizo su primero contrato, no le alcanzaba para comprar un apartamento, y el uruguayo Julio Benítez le presto para llegar a la suma que le faltaba, con el tiempo se lo devolvió, fue unos de los grandes ídolos Uruguayos e inolvidable jugador del Barça.
-Jugar al lado de Johan Cruyff, era ya un desafío personal, el era centro delantero, mejor dicho un nueve y medio, porque se tiraba sobre la izquierda, arrancaba de más atrás, casi de puntero, así que hacía ala con el mejor del mundo, de numero 10 jugaba el “Cholo” Sotil o Juan Manuel Asensi . Imaginate dónde mirara eran todos fórmula uno, así que me concentre mucho en mis compañeros, también estudiaba a los contrarios el día antes, miraba el periódico y las alineaciones, me fijaba mucho en el lateral derecho, para saber si era rápido, o lento, si tenía marca, también en el zaguero que lo cubría, en otras palabras el back derecho.-Si tenía buena visión de campo y cubría rápido al lateral, o era lento y no salía a tiempo, en fin todo lo que tenía a favor y en contra para tratar de sajar ventajas, y siempre miraba la espalda del lateral derecho, el que cerraría cuando uno mete el pelotazo , si lo tenía que meter justo, si lo lanzaba largo, porque Cryuff , si recibía la pelota y te encaraba era imposible pararlo, la otra era que corría hacia el área rival y cambia abruptamente de dirección para desprenderse de la marca rival y había que dársela en ese momento justo, son segundos para habilitarlo, sino lo hacías y la pasabas mal, levantaba los brazos y te tirabas a todo el público en contra, la culpa era tuya. Eso es lo que aprendí al jugar al lado de Él, tomar las decisiones rápidas y justas, no había tiempo para el error. ¡¡-Cryuff me decía, yo nunca jugué con un lateral que me entendiera tanto como vos!!
-Hago un pare en su alocución, y me trae el recuerdo de, El “Chueco” Juan Masnik, cuando volvió del Mundial de Alemania (1974), le hago la siguiente pregunta. ¿”Chueco” como es enfrentarse a Johan Cryuff?… – Me responde. – ¡¡ Hebert!! – ¡Ah que jugador! Te cuento , en un momento del partido estábamos en la mitad del campo, yo mirándolo de reojo que no tocara la pelota, más o menos a un metro de distancia para anticiparlo, de pronto, ni me di cuenta, cuando lo veo que viene a la carrera directo hacia mí, a una velocidad increíble, con el balón pegado al pie, empecé a recular y recular, si salía quedaba como un policía dirigiendo el transito, hasta que siento unas manos que me empujaban , era el “Chiquito” Mazurkiewicz, se me había acabado el terreno, el “chuequito” no tuvo más remedio, salió a jugársela, quede como si fuera una columna del alumbrado cuando pasa una Ferrari, mire para atrás y eran como 5 jugadores celestes en el área chica tratando de parar a la “Naranja Mecánica”. Entonces les reclame a los volantes, que lo paren o lo golpearan, perdón que lo “acariciaran” antes de que tomara velocidad… ¡Imposible!, Se movía por todo el campo de juego, entonces decidimos, donde tomara la pelota, le “caíamos” entre los que estaban más cerca a Él, y era llevarse todo junto pelota, jugador, lo que sea que él tuviera, igual el número nos lo llevábamos puesto, recuerdo que jugaba con el 14, hasta en mis sueños lo veía. El “Loco” Garisto me decía: “Chueco” jugale a la quiniela…
Le cambiamos la marca, le hacíamos marca personal, y Él nos juntaba con el otro zaguero, el “Mudo” Montero Castillo bajaba y me decía déjamelo que lo “parto” al medio a este flaco, menos mal que todavía no hablaba español jajajaaj…
-Sigue Amarillo con su relato sobre Cryuff, era completo, un técnico jugando, el tomaba la pelota y encaraba al lateral derecho, cuando se dirigía hacía el medio campo y con la pelota dominada te hacía señas con la mano para que tomes el carril que te dejaba al llevárselo con él al otro lado, ahí salía yo como “taponazo”, Él giraba de golpe y uno sabía que llegaba el balón donde te señalaba, después ya eran tus decisiones, levantabas el centro, pateabas el arco, todo el “bagaje” que sabíamos.. Continuamente había que observarlo porque, daba indicaciones todo el tiempo, a donde tendría que ir la pelota y también los jugadores a recibirla en los espacios vacíos que dejaba el adversario de turno. Tenga o no el balón había que estar concentrado en sus ademanes y movimientos, nunca jugué con otro igual…
-Alfredo; contame alguna historia extra futbol, con Cryuff, el “Cholo Sotil o el argentino Heredia, que se por terceros, aunque no siempre la justa que su curriculum es interesante…
-Con Johan Cryuff, era muy de hacer bromas, aunque no le gustaban que se las hicieran a él, y si se las hacían ya sabía quiénes eran, (Sotil, Heredia o “Yo”). Estábamos concentrados en el hotel y le sacamos el libro “Papillón” que tenía como 300 páginas, le arrancamos unas 40 del medio y se las tiramos en la bañera de su habitación, imaginate como estaba, se armó un lío, lo mejor del libro que lo tenía apasionado en su lectura, estaba como la isla, rodeado de agua… Preguntaba como loco quien había sido, pero nosotros callados la boca, nos miraba y nadie decía nada… Nos mataba, o no jugábamos más…jajaja
-Otra, a mi me gustaba mucho quedarme en la noche a tomar con mis amigos, el tema que cuando salía era de día, era como los vampiros, me ponía las manos adelante para que el sol no me lastimara los ojos, pensaba volver a casa y para no discutir con mi señora, que empezaba a los gritos, por nada, porque no hacía nada, me iba directamente al entrenamiento, y estacionaba enfrente que había un cementerio para figuras muy importante de la ciudad y ex jugadores del club, como entrenaba a las 09.00 o 10:00 a.m. me dormía un par de horas, la Guardia Urbana ya me conocía y pasaban a despertarme, ¡¡Alfredo, ya es hora!!, cruzaba me bañaba y salía primero cuando el preparador físico decía, 10 vueltas al campo, porque por las 5 vueltas ya estaba por la mitad y llegaba en el pelotón. El “Cholo” Sotil, cuando venía de vacaciones de Perú, traía 7 u 8 kilos demás, entonces había un atleta maratonista que corría alrededor del campo y el profe. Le decía ¡¡Sígalo!!-Corría de rodillas, ajajaja.
-Una pregunta Alfredo. ¿Cómo fue esa noticia que hablabas con los espíritus?
– Eso fue en una polémica que hablaban los periodistas, ¿Qué si jugaba o no jugaba?,
-Y les digo ¡¡ Julio Benítez, me dijo que jugaba! ¿Cómo? me pregunta, otra vez, un periodista. Si yo hablo con los espíritus, ¡¡Soy Espiritista!!
-Sinceramente yo no era nada, la que si estaba con esos temas era mi señora, y yo cuando me preguntaron tenía que decir algo sensacionalista, y dije eso…Que Julio Benítez, me había dicho que yo no juego ahora, pero que jugaría.
-Julio Benítez había fallecido por una intoxicación de mariscos o por exceso de penicilina, nunca se supo, después de ese episodio tan comentado, tocan timbre y veo por la cámara de mi apartamento a la Sra. de Benítez, sube y me dice si podía yo hablar con Julio, porque me echan la culpa a mí de su muerte y yo no tuve nada que ver, se quedo largo tiempo hablando y comentando todas las que tuvo que pasar desde su llegada de Racing de Montevideo a Valladolid, hasta su estancia en el Barcelona y lo que estaba viviendo debido a la muerte de su esposo. La convencí de que nadie pensaba eso porque me di cuenta que ella misma se culpaba por su muerte.
-Que importante que me digas eso ahora porque después de 40 años yo tenía idea, que te habías ido del Barcelona por eso y tampoco nunca te pregunte. Ahora se porque lo dijiste y el motivo.
-Contra el Valencia hice el mejor gol de Eurovisión, competí con 36 goles de Europa también gané y fui elegido como el mejor del año. Fue el sexto gol del partido, levanta Neeskens el centro y yo desde el vértice del área grande incline mi cuerpo hacia atrás y sin picar salió un tiro recto y entro en el ángulo, el golero solo atino a mirar como lo vencían por sexta vez.
-En el año 1977 yo andaba mucho de noche en Barcelona, con el “Cholo”, Él era muy noctámbulo y te arrastraba, te llamaba, te iba a buscar pero siempre salíamos con gente vieja del Barça, Luis Suarez, Gustavo Biosca, “Chus”Pereda y Kubala, que en ese momento era el Técnico de la selección Española, también salía con nosotros e íbamos a la Peña Solera, hay muchas en Barcelona, pero parábamos ahí, en ese tiempo Kubala me decía usted va a ser el lateral de la selección Española, lo voy a citar y va a ser titular, porque Camacho que jugaba en el Real Madrid lo pongo de lateral derecho. Ya me habían hecho la citación de las eliminatorias contra Yugoeslavia, para el Mundial de 1978 en Argentina, estoy saliendo para viajar a Madrid a concentrar, voy por el pasillo de mi apartamento a buscar el coche para irme al aeropuerto y de repente llega un directivo del Barça, “Groc” no puedes ir a la selección, ¿Qué pasó? –Le pregunto, Porque has jugado en una selección juvenil uruguaya internacional amateur en un pre-olímpico, en Colombia. Ese mismo problema lo tuvo Carlos Curbelo en Francia, así que me quede sin Mundial…
-Llamaron a FIFA y le dijeron que estaba registrado, desde España llamaron a la AUF y le ofrecían cualquier dinero para que hagan desaparecer la ficha mía de ese torneo y que no quedaran registros, Leonel Jacobo era el Gerente, y nos decía que eso era prácticamente imposible por estar en FIFA, me quiso dar una mano, pero no había forma, flor de tipo recuerdo.
-Haciendo un balance de mi carrera, pensaba, el mayor sueño mío era jugar por el Barça, lo logré, después estar en la selección, estuve citado, y por una norma FIFA, no pude ir.
¿-Qué me queda ahora por alcanzar?
-Después vino que los equipos no podían tener más de dos extranjeros por plantilla y enseguida tuve una oferta del Salamanca, me cedieron a préstamo por un año, estaban jugadores importantes como, Jorge D’Alessandro, golero argentino, ex San Lorenzo de Almagro, el “Perro” Raúl Castronovo, Juan Alberto Bustillo, argentino, el técnico era Felipe Mesones, también argentino, estaba rodeado, el entrenador, me tenía a mí en algodones, porque yo jugaba de lateral izquierdo, de puntero, de volante, de zaguero y de centro delantero, ese día hice 2 goles, esas pelotas que te caen en los pies y estas solo frente al arco, como te ha pasado a vos muchas veces, bueno así fue, sin buscarlas solo con estar en el lugar y momento justo. Los últimos partidos jugué libre por todo el campo, jugaba por dónde yo quisiera, mi intención no era ser igual, eso era imposible, pero al jugar al lado de Cryuff, aprendí muchas cosas, la forma de adelantarme al contrario en el pensamiento, haciéndole creer, que te esta por agarrar en la carrera y uno sabiendo que tenés un cambio mas, yo era rápido de “Botija”, tenía mucha reacción de marca, me pasaban y enseguida ya me tenían otra vez al lado, quitándole la pelota, en la actualidad quien lo puede hacer es el “Pelado” Martín Cáceres, es muy rápido.
-Regreso al Barcelona y sin saber nada el Salamanca quería hacer uso de la opción, porque me quería el Real Madrid y me vendían ellos directamente, mucho más de lo que pagarían, se dan cuenta de la maniobra y el Barça hace el derecho de opción ya que tenía 3 años de contrato, eso ocurrió el segundo año, me faltaba aun 1 año.
-El Barça compra a Canito del equipo Español de Barcelona, y yo paso al Español, junto con 2 jugadores más que vamos cedidos, por el pase de Él. Fijate que yo también habría jugado en el Real Madrid sino se hubieran dado cuenta de la maniobra.
En el Español me lesione el ligamento interno de la pierna derecha, jugué 2 años , ahí termino mi contrato y para conseguir mi pase tuve que firmar una salida con condiciones que se las había impuesto el Barça al Español que no podía jugar por 5 años en España. Y lo firme.
-¿Por qué firmaste eso? ¡¡Le pregunto, una locura!!
-Porque en esos años te hacían la vida imposible si no lo hacías, te mandaban entrenar con los juveniles, a cualquier hora y solo, sinceramente ya no estaba para pelearla de esa manera. Cuando venía a Uruguay, estando jugando en el Barça, salía un campeonato en la Liga Palermo, y jugaba en el Tacuarí, un equipo de amigos, salía de ahí y jugaba en la cancha de la Luz, o en la cancha de Alto Perú…
¿Siempre medio loco? –Le dije…
-Volví a Montevideo, jugué 6 meses en Danubio gratis sin cobrar nada, porque el compañero de mi madre estaba en la directiva y el presidente era el Ingeniero Del Campo.
Terminar esta biografía anecdótica es difícil porque me ha llevado a escribir una historia plagada de grandes momentos, de un jugador que no se le conoce en Uruguay como se debería, los que tuvimos la dicha o la suerte de jugar algunos partidos con El, sabíamos de su calidad humana y de un nivel futbolístico impresionante. Ahora que comencé a escribir, se que lo importante es terminar, el final siempre es lo más importante, uno se olvida a veces el núcleo de la historia, siempre la ultima página es la que recordamos, es el telón, de nuestras vidas como deportista y persona. Se juntan el cielo y el infierno, la vida y la muerte, el bien y el mal, la alegría y la tristeza.
Pero el show debe continuar…
Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser”…